Si tu referente del BDSM es Cincuenta sombras de Grey, es hora de hacer reset
Podemos afirmar, sin miedo a equivoc...
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Si tu referente del BDSM es Cincuenta sombras de Grey, es hora de hacer reset
Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el 2015 fue el año en el que el BDSM se volvió popular. Mientras en las discos bailábamos Uptown Funk, en las salas de cine de Estados Unidos cada siete segundos se vendía una entrada para ver Cincuenta sombras de Grey. La historia de “amor” entre Ana Steele, una universitaria en prácticas tímida e inexperta, y Christian Grey, un alto ejecutivo que quiere poseerla y dominarla sexualmente, fue vista por tres millones de personas en las salas de cine de todo el mundo y aún se sigue viendo en las plataformas de streaming.
La cuestión es que el fenómeno Grey despertó el interés de muchas personas que nunca se habían planteado probar las prácticas sexuales que engloban el BDSM. Sin embargo, tanto la trilogía como las películas, fallan estrepitosamente en representar la realidad de esta práctica y dan un mensaje muy erróneo de lo que verdaderamente es.
Antes de seguir, tenemos que dejar un par de cosas claras: primera, no todas las prácticas sexuales de BDSM tienen que ver con el dolor y segunda, el consentimiento explícito y entusiasta siempre tiene que estar presente en el sexo, da igual si es sexo kink, vainilla (como se conoce en este mundo al “sexo tradicional”) o si son las dos últimas personas en la faz de la Tierra.
¿Qué es, de verdad, el BDSM?
Los juegos BDSM son una serie de deseos sexuales y fantasías eróticas que implican un intercambio voluntario y consensuado de poder entre dos o más personas para crear tensión sexual, placer y, en ocasiones, dolor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la experiencia emocional en el BDSM es tan importante como la física. Al final, el BDSM es experimentación con los cuerpos; pero, sobre todo, se basa en el amor, la confianza, el respeto y el placer mutuo, aunque exista la falsa creencia de que es todo lo contrario.
El BDSM es un acrónimo, y sus siglas abarcan una gran cantidad de prácticas sexuales que se fundamentan en una o varias de las subculturas siguientes:
Bondage: práctica sexual basada en la inmovilización del cuerpo de una persona a través de ataduras. Las ataduras pueden hacerse en todo el cuerpo o solo en alguna parte, y se puede utilizar cualquier tipo de material para hacerlas, aunque lo más común son cuerdas, cadenas, telas, esposas o cintas adhesivas.
Disciplina: se basa en las prácticas de “adiestramiento”, es decir, cualquier actividad en la que la persona dominante establece unas reglas de comportamiento que la persona sumisa tiene que obedecer. Si estas reglas se rompen, se infringe un castigo por no comportarse como es debido.
Dominación / sumisión: el placer viene dado del control que una de las personas involucradas ejerce sobre la otra. Este control se expresa en mandatos, prohibiciones y órdenes. Sin embargo, la dinámica de poder es una ilusión del juego, ya que, al fin y al cabo, la persona sumisa es quien tiene más control porque establece los límites. El contacto físico no es absolutamente necesario, esta práctica puede darse en el contexto de una llamada o mensajes.
Sadismo / masoquismo: práctica en la que se obtiene el placer de recibir o infligir dolor, sea físico (cera caliente, azotes) o mental (humillaciones). La persona que inflige el dolor es la sadista, y la que lo recibe es la masoquista, de ahí el nombre. No obstante, es muy común que se intercambien los roles.
El BDSM floreció en el siglo XVIII, cuando algunos burdeles europeos comenzaron a especializarse en contención, flagelación y otros castigos que las mujeres, adquiriendo el rol de dominantes, imponían a los hombres sumisos. Como curiosidad, añadir que, en 1791, el filósofo francés Marqués de Sade publicó la novela Justine, que incluía escenas eróticas de azotes, pinzas en los pezones y restricciones, bautizando así este tipo de prácticas bajo el nombre de sadismo. Lo mismo ocurrió casi un siglo después, cuando Leopold von Sacher-Masoch publicó Venus In Furs, un libro sobre la sumisión sexual masculina que dio nombre al sadomasoquismo.
Bases y roles del BDSM
A menudo, aunque no siempre, la práctica del BDSM implica un juego de rol y de poder en el que una de las personas participantes adquiere el papel de dominante, y la otra (u otras) asume el papel de sumisa. Normalmente, las personas a las que les gusta la dinámica dominación/sumisión suelen sentirse más cómodas o bien teniendo el control, o bien obedeciendo, pero también hay quienes van cambiando. Si te estás planteando iniciarte en este tipo de juegos sexuales, tienes que reflexionar sobre lo siguiente: ¿qué te gustaría más? ¿La idea de que te aten y obedecer a la otra persona? ¿O, por el contrario, ser tú quien da las órdenes?
En el BDSM es muy importante estar abiertx a nuevas experiencias y a renunciar al control. De hecho, es un espacio seguro en el que hablar de los deseos y fantasías sexuales, experimentar nuestras preferencias y nuestros límites, motivo por el cual la confianza y el respeto mutuo son fundamentales. A continuación, te especificamos mejor en qué consiste cada rol:
Rol dominante: es quien toma la responsabilidad sobre la otra persona (sumisa). Actúa de acuerdo a su voluntad y deseo.
Rol sumiso: bajo este rol, la persona queda a merced de la voluntad del rol dominante. En su papel obedece y se deja llevar, a la vez que pone los límites porque es quien indica la intensidad, forma y nivel del juego (puesto que siempre se trata de una sumisión voluntaria y consensuada).
Switch: persona que disfruta desarrollando ambos roles.
La comunicación es esencial
Contrariamente a lo que mucha gente puede pensar, las parejas o grupos sexuales que practican BDSM se cuidan muchísimo (tengan el papel dominante o sumiso), ya que el confort y la seguridad de todas las personas implicadas son una prioridad. De hecho, en el BDSM se habla de las siglas SSC, en referencia a unas prácticas seguras, sensatas y consentidas. Por este motivo, hay un protocolo a seguir una vez decidido quién interpretará cada rol, que consiste en escoger un nombre, hacer un contrato y elegir la palabra de inicio y de final del juego.
Pasos a seguir antes de empezar a jugar
Decidir el rol
Para saber qué rol quieres desempeñar en el juego, es imprescindible el autoconocimiento y la honestidad y explorar las propias inquietudes, gustos, preferencias y límites.
Escoger un nombre
Es importante ponerte un nombre, como si fueras un personaje de una película. Al pronunciarlo, sabrás que estás jugando y facilitará el hecho de separar el juego de la realidad, lo que es muy recomendable.
Hacer un contrato
Es una parte esencial del BDSM. Forma parte del juego y recoge los límites y pactos acordados mutuamente, así como los deseos. Dentro de los límites, se especifican aquellos que son negociables y los que son infranqueables. Es la forma mediante la cual todo queda claro para ambas partes y se asume el compromiso de cumplimiento, dando seguridad a las prácticas.
Establecer una palabra de inicio y final del juego
Conviene prestar atención a la hora de decidir la palabra que inicia y la que detiene el juego (palabra de seguridad). Es importante escoger una palabra fácil de recordar, sencilla, para que se detenga el juego de manera inmediata. Hay que pensar de forma creativa, puesto que utilizar palabras convencionales del tipo “para”, “basta” o “no”, puede invitar a error y cortar el juego en el mejor momento. Tampoco es recomendable escoger una palabra que se utilice normalmente en el contexto sexual, como, por ejemplo: “pecho”, “pelo” o “culo”. Sugerimos palabras como “rojo”, “fuego”… Estas palabras funcionan como una claqueta de cine “Acción” y “Corten”, por ello contienen el control del juego. Al pronunciar la palabra de seguridad, el juego debe detenerse de inmediato.
Sin consentimiento, no es sexo
En cualquier práctica sexual, sea propia del BDSM o no, el consentimiento explícito y entusiasta tiene que estar presente. En el sexo tiene que haber consentimiento por todas las partes. Si no hay consentimiento, no es sexo. Es abuso, violación. Lo peligroso del ejemplo de Cincuenta sombras de Grey es que el tema del consentimiento es ambiguo a pesar de la trama del contrato: Christian le pide a Anastasia que firme un contrato de sumisión y, mientras Anastasia le pide tiempo para pensárselo, este la coacciona para que sea su sumisa. Ana accede, sin poder establecer sus propios límites, y acepta hacer lo que le propone Christian; no porque ella quiera hacerlo, sino por miedo a perderle, por vergüenza o por complacerle. Y esto no es consentimiento, es coacción. Es precisamente por esto que Cincuenta sombras de Grey falla estrepitosamente en la representación del sexo BDSM, ya que en la realidad de este mundo la coacción no es bienvenida.
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¡Estás preparadx! ¿A que sí?
Ya conoces qué significa cada una de las siglas de BDSM. También sabes de qué va eso ...
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¡Estás preparadx! ¿A que sí?
Ya conoces qué significa cada una de las siglas de BDSM. También sabes de qué va eso del sexo vainilla… y te has iniciado en el mundo kink. Por supuesto, tienes clarísimo que cualquier parecido entre algunos libros tipo Cincuenta Sombras de Grey y la realidad es pura coincidencia.
¡Christian! La que has liao...
En definitiva: como mínimo ya leíste nuestros artículos sobre BDSM para principiantes (I y II) y los pusiste en práctica 😉
Y como ahora te apetece llegar un poco más lejos, te hemos preparado la primera parte de este artículo donde profundizaremos en el excitante mundo del BDSM.
Antes de seguir, recuerda: en la diversión adulta y consensuada no hay espacio para juicios ni prejuicios 😊
Un estilo de vida o un juego casual
Ya has aceptado tu rol, pero…
Ya has comenzado a experimentar y empiezas a conocer tu papel en el BDSM. ¡Y como casi todo en la vida, cuanto más conoces, más dudas te surgen!
Recuerda: el BDSM engloba muchas prácticas, y muy diversas. ¡La escala de la intensidad también es muy importante! Que nos guste algo de picante en la comida no significa que tengamos capacidad de meternos un trago de tabasco sin pestañear 😉
Hay gente que dice “Me encanta el BDSM”, pero en realidad solo les gustan algunas prácticas muy suaves. A veces (¡muchas!) lo que realmente excita es la estética oscura, las prendas o los rituales, más que el BDSM en sí. Cada persona es un mundo y todo es respetable. Lo ideal es que vayas probando: decide por ti mismx qué te gusta y comunícaselo a tu pareja.
¡Ante la duda, siempre habla!
Ahora que cuentas con cierta experiencia, es hora de definir tus límites, así como tener muy claros los de tu compi de juegos.
En el BDSM los límites pueden ir más allá del juego. Quizá te guste hablar abiertamente sobre este lado de tu sexualidad con otras personas o prefieras llevarlo de forma muy discreta ¿Quieres explorar en profundidad el masoquismo? ¿Prefieres el bondage…?
Vaya… ¡Esto no es tan sencillo como el horóscopo! Por mucho que te digan lo contrario, una persona leo y otra escorpio se pueden llevar genial. Si en la vida sexual más vainilla ya es necesario ser compatibles sexualmente, una gran comunicación y un consentimiento explícito, en el BDSM, por su grado de complejidad y compromiso, aún más.
¡A medida que te vayas adentrando en este mundo, te volverás más selectivx! Disfruta de ello 😊
Las categorías dentro de las categorías…
Te damos la bienvenida al paraíso del “Aquí no serás juzgadx”. En el BDSM todo es genial si lo disfrutamos libremente.
Aquí no hay lados oscuros, todo es válido (de mutuo acuerdo y de forma legal). Cuando te decimos que hay que decidir cuál es el camino que tomas es porque, aunque no nos gusten las etiquetas (y menos en sexualidad), el BDSM está plagado de ellas.
Ese “etiquetaje” hace que no nos llevemos sorpresas desagradables y estemos con nuestrx compi de juegos correcto. ¡Vamos a vivir situaciones al límite! Así que mejor que sea sabiendo a qué atenernos.
A continuación, vamos a conocer algunos de los papeles que te vas a encontrar. ¡Hay para casi todos los gustos!
Sadismo & masoquismo
Para empezar, será muy necesario que encuentres tu sitio aquí. Puede que seas una persona…
Sádica: si disfrutas, sobre todo, infligiendo dolor y/o humillación. No nos cansaremos de decirlo: de forma consensuada, jugando y por y para el placer. Si normalmente ya eres así en tu vida diaria, ¡ojo!, para las demás personas no será un juego...
Si te consideras sadista, es posible que siempre quieras dominar, y necesitarás a personas sumisas para pasarlo bien.
Masoquista: te gusta recibir castigos y dolor en el terreno sexual, por disfrute. Si te excita que te pongan multas de tráfico o que la declaración de la renta te salga a pagar, entras en otra categoría, la de contribuyente muy radical.
Si te consideras masoquista, seguramente siempre quieras ser la persona sumisa y harás buenas migas con una persona sadista, alguien que te dé caña 😉
Sadomasoquista: en ocasiones te divierte recibir castigos o dolor… pero también te gusta estar en el otro lado. Eres sadomasoquista y te llevarás mejor con gente como tú, con la que puedas intercambiar los papeles.
Te invitamos a que pruebes para descubrir lo que te gusta y decidas qué rol quieres jugar. Como ya estás viendo, ¡el BDSM puede tener muchas categorías!
¿Géneros? El BDSM tiene sus propias reglas
Aunque cualquier persona pueda ser ama o sumisa, sin que importe el género o la orientación sexual, hay algunas excepciones en el mundo del BDSM en las que normalmente se clasifica por género.
Por ejemplo, este el caso de kajiras y goreanos. Por lo general, las kajiras son personas con vulva que tienen un rol de esclavas, mientras que los goreanos son personas con pene en el rol de amx. Estos roles están basados en las novelas de la saga de Gor.
Por otro lado, están las dominatrix (en latín significa “soberana”), un papel interpretado que suele ser representado por personas de género femenino, aunque no es exclusivo.
Las personas dominatrix son expertas en dominar y someter. Tienen una estética muy marcada, sensual y agresiva. Seguramente sea lo primero que nos viene a la mente cuando pensamos en BDSM, ¿verdad? 😉 Con este body de cuero de Leg Avenue te pondrás en modo dominatrix en un abrir y cerrar de ojos.
Un buen atuendo nos puede poner muuuuy en situación 😜 VER MÁS ❯
También tenemos a los osos, que serían algo similar a las dominatrix, en este caso es un rol asociado tradicionalmente al género masculino. Suelen tener cierta edad (también se los conoce como “osos maduros”) y algunas características físicas comunes, como el vello corporal, ¡que acentúa su carácter de “oso”!
Y ahora que conocemos con más detalle los papeles, ¿qué te parece si pasamos al vestuario, los escenarios y las posturas? ¡Guionicemos los deseos! Mientras esperas a la segunda parte de Átame (¡más fuerte), podemos empezar a jugar con Cora y Flash.
La persona con el rol dominante, puede comenzar a acariciar a su pareja lentamente con Flash, y cuando su compi menos se lo espere, ¡zas! un azote para ir subiendo la temperatura.
Y cada atuendo, necesita su complemento... VER MÁS ❯
Una vez que hayáis entrado en ambiente, podéis cambiar y usar una paleta como Cora de Platanomelón, que además de ser ideal para continuar con el juego, es supermona.
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Y, ¿por qué no? Os podéis animar a dar el paso siguiente con el kit de BDSM Sao de Platanomelón, que servirá para llegar mucho más lejos de lo que imagináis. Atar, esposar, cubrir los ojos, amordazar... Este kit tiene todo lo necesario para una noche de BDSM, ¡la imaginación es el límite!
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Aunque seguro que ya lo sabes, nunca está de más recordarlo: ¡es importante que defináis una palabra de seguridad, para saber cuándo parar!
Te damos la bienvenida al mejor lado oscuro… 😉
¿Te gustan las comidas picantes? ¿El café bien cargado? Todxs disfrutamos de pequeños gustos algo “dolorosos”. El ...
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¿Te gustan las comidas picantes? ¿El café bien cargado? Todxs disfrutamos de pequeños gustos algo “dolorosos”. El BDSM forma parte de esos placeres que te adentran en nuevos terrenos de la sexualidad.
Eso, Antastasia. Agárrate porque lo que viene te va a encantar... 😎
Y no es algo de ayer. El marqués de Sade ya hablaba de ciertas prácticas de sumisión y castigo hace cien años, aunque el BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo) empezó a ser conocido recientemente gracias a novelas como la trilogía de Cincuenta Sombras de Grey.
¡Sht! ¡Que me quedan 20 páginas para acabar el tercero!
Aunque las novelas de E.L. James han sido y son un éxito mundial, reflejan un mundo que poco (o nada) tiene que ver con el BDSM real. Para empezar, el acuerdo que se establece entre una persona dominante y otra sumisa es totalmente tácito. Ambas partes saben perfectamente qué es lo que se van a encontrar. Podríamos decir que hasta las “sorpresas” están pactadas.
O sea, nada que ver con Anastasia. La sumisión no incluye tirar tu vida por la borda o convertirte en unx profesional de la psicología a cambio de viajes en helicóptero o regalos caros. Las personas que practican BDSM saben muy bien qué es lo que quieren y qué no.
Esto es saber lo que quieres: "Amor, porfa, pídeme una hamburguesa con doble de queso🤤"
Lo que debes saber si decides iniciarte en el BDSM: cualquier cosa que pase en la intimidad de personas adultas, sin causar daño a nadie, realizada con el maravilloso objetivo de pasarla bien y por acuerdo mutuo es válida.
Que nos guste disfrazarnos, actuar o disfrutar de diferentes grados de dolor no significa que vivamos el día a día de igual forma. Sería como pensar que toda la gente que juega a videojuegos violentos es violenta en la vida real.
Distingamos la fantasía de la realidad y dejemos a cada cual que viva su sexualidad como mejor le plazca 😊
Lo casi opuesto al BDSM: el “sexo vainilla”
Aunque ya existía desde antes, se popularizó por Cincuenta Sombras de Grey, donde se hacía referencia a un tipo de sexo muy común, el “sexo vainilla”. Se dice que se le llama así porque es como entrar en una tienda de helados y quedarte con el único sabor conocido. ¿Es esto malo? ¡No! Hay personas a las que les encanta un tipo de helado y no se cansan de comerlo, al igual que hay otras que necesitan probar un poco de todo.
El “sexo vainilla” es tan válido como deleitarse con nuevos sabores… En el BDSM habrá muchos helados, pero hay gente a la que quizá ciertos sabores les resulten demasiado exóticos.
Para gustos… ¡helados!
Tranquila, vainilla, nunca vamos a dejar de comerte 😉
¡Al grano! BDSM… ¿qué es cada letra?
Bondage. Es todo un arte en sí mismo. Se trata de usar cuerdas u otros objetos, como esposas, para inmovilizar a otra persona. ¡Hay que conocer muy bien los materiales que se usan y ser especialista en nudos!
Disciplina. Se puede adquirir el rol de “Dominación” o el de “Sumisión”. Se basa en un conjunto de juegos (remarcamos la palabra: JUEGOS) en los que se disfruta dentro de un papel en el que nos dejamos dominar o imponemos nuestras normas. Ya seamos de la parte dominante o de la sumisa, SIEMPRE hay algún tipo de consentimiento expreso.
Sadismo. Un término que viene del siglo XIX, por el marqués de Sade. Este escribió una serie de libros que aún hoy están prohibidos en varios países. En el sadismo se disfruta causando “dolor” (físico o emocional) a otras personas.
Masoquismo. Se trata de disfrutar con el dolor o la humillación a la que se nos somete.
Bendito seas, diccionario, por sacarnos de la duda. 🙏
En definitiva: hay cosas que suenan regular, pero según cómo se hagan… ¡se sienten bien! Aunque se puede jugar con una sola letra del BDSM, es muy común hacerlo uniendo todas ellas.
BDSM, lo que no es. La gente “demasiado Grey”
Como en todo, si pruebas esta práctica y notas que te hace sentir mal o incómodx, olvídate de la experiencia. ¡No pasa nada! No tiene por qué gustarte todo.
Recuerda: el límite siempre es consensuado, y si no hay disfrute, no hay juego, ¿verdad? ¡Que no te inventen cuentos! La dominación no es sinónimo de posesión.
"Te quiero hacer míx" NO es lo mismo que "Eres míx".
¡Juguemos!
La base del BDSM
¡Vamos a empezar a jugar! Y no, los elementos principales no son látigos, cuero ni cuerdas (aunque todo lo anterior se pueda usar). La base real es la COMUNICACIÓN. Si en una relación “vainilla” ya es necesaria, imagina cuánta complicidad hace falta para rebasar ciertos límites. La comunicación debe ser bidireccional y absoluta, llevando a un nuevo terreno la empatía.
¡ATENCIÓN, ATENCIÓN! Les avisamos que sin comunicación no hay placer ⚠️
Lo ideal es jugar a este tipo de sexo dentro de las siglas SSC (Safe, Sane and Consensual - Seguro, Sensato y Consensuado) 😉
Roles
Básicamente hay tres: uno sería el papel dominante, otro sería el sumiso y al tercero se le conoce como switch (puede alternar ambos roles).
Aunque parezca raro decirlo en un marco de juegos en el que existe la dominación, el límite siempre debe estar pactado. Quizá se nos antoje atar o que nos aten… O jugar cada vez un rol distinto. El lenguaje también puede cambiar dependiendo del rol ¡o no! Lo importante es experimentar para encontrar dónde nos sentimos más a gusto.
El sexo no es una ciencia exacta, es un prueba-error constante... Y nos encanta probar😏
En este artículo hablamos de un modo de iniciación al que las personas con experiencia llaman kink (no es un intercambio de poder total ni es demasiado duro). ¡El mundo del BDSM “avanzado” es mucho más complejo!
La famosa palabra de seguridad
Para no cortar la inspiración, siempre es obligatorio incluir una palabra de seguridad que equivale a “Esto ya no me gusta” o “No se me antoja hacerlo así”.
Pronunciar la palabra implica que el juego se para y se respeta la decisión tomada. ¿Ves a qué nos referíamos con la comunicación total? En el BDSM, como en el resto de la sexualidad, no debe haber shay margen para los errores.
Como la palabra no siempre se puede pronunciar, ya que dentro del juego puede que se lleve una mordaza, tampoco está de más incluir algún pequeño gesto corporal que indique claramente “¡Hasta aquí!”.
Si digo "fresa" entiende "frena", ¿de acuerdo?
Yo soy quien escojo ser…
Empieza conociendo bien a tu pareja (o tus compis) de juegos.
Antes de iniciarte en el BDSM es necesaria una entrevista… ¡Ya, dicho así suena muy frío! Pero se trata de hablar para pasarla muy bien. Intenta imaginar lo agradable que puede resultar platicar sobre fantasías y límites, alcanzando un grado de excitación que apenas puedan controlar.
Es fundamental que esté pactado todo en un contrato (sí, sí… un contrato, como suena). El objetivo es establecer una relación sana y consensuada, puesto que los límites pueden ser flexibles y generar situaciones desagradables. ¡Y no queremos eso!
Todo pactado o si no... ¡que ni sueñe!
Hablando surgirán tus deseos más íntimos, empezará a crearse el argumento necesario para que las fantasías se hagan realidad… Recuerda consensuar qué les gustaría experimentar y qué no desean en absoluto. ¿El límite? Solo ustedes lo saben 😉
¿Por dónde empezamos?
Una buena forma de comenzar es echar un vistazo a los accesorios (déjanos echarte una mano): correas, látigos, muñequeras, grilletes, lencería, arneses, máscaras… Solo contemplar aquello que te hará pasar horas de placer ya pondrá en marcha la imaginación. Si tanto tú como tu pareja se están iniciando, puede ser un buen momento para hacer una lista y planificar cuánto desean experimentar.
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¡En el BDSM los complementos son una parte casi indispensable!
El lugar
Aunque nos pueda servir casi cualquier lugar, lo ideal es dedicar un espacio exclusivamente a sus juegos. Un sitio cómodo, decorado a su gusto y, de ser posible, algo insonorizado o apartado de vecinxs.
Puede parecer una tontería, pero con las paredes modernas se escucha casi todo… No serías la primera persona que tiene que dar explicaciones a la policía por un exceso de ruido.
¡Después te reirías, pero imagina la situación!
No todos tenemos un cuarto de juegos, Grey...
Primeros pasos: juguemos con los sentidos
Parte del chiste de una sesión de BDSM es la intriga, no saber a ciencia cierta qué va a ocurrir. Empieza por algo muy ligero, por ejemplo usar un cómodo antifaz para no ver qué está ocurriendo… ¿Da un poco de miedo? Esa es la gracia 😉 ¿Sabías que lo que sientes cuando ves una película de terror y el gustillo de la excitación sexual son similares? Como decíamos: ¡hay placeres “dolorosos”!
Las sujeciones se sujetan
Pensarás que esto es una redundacia, pero es fundamental. Si vas a jugar con cuerdas o esposas, procura que se puedan atar a algo.
¿Quién ata al que ata? 🤔 VER MÁS ❯
Una habitación minimalista y muy zen con un tatami en el suelo te dejará pocas opciones para el bondage, salvo que lo tengas previsto. Te facilitamos la tarea con nuestro kit Sao
Agárrate que ahí te voy🙅♀️😅 VER MÁS ❯
¿A que no pensabas que el BDSM incluiría una sección de manualidades casero?
Jugar en público
A veces jugar en público puede consistir en introducir elementos como vibradores manejados a control remoto… pero también pueden incluir objetos simbólicos que solo ustedes conocen. Un collar, una pulsera… un objeto que identifique a la persona sumisa y a la persona dominante. Encontrarás un poco de todo entre los complementos y accesorios que tenemos disponibles. Arnés, brazaletes… ¡Tú eliges!
Por si te quedas con ganas de más…
¿Quieres saber cómo sería tu primera cita? ¿Técnicas para iniciarte? ¡Te esperamos en la segunda parte de nuestro artículo sobre BDSM para principiantes!
¿Te estás iniciando en el BDSM? Aquí encontrarás consejos para una primera cita. Disfruta de la segunda parte de “...
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¿Te estás iniciando en el BDSM? Aquí encontrarás consejos para una primera cita. Disfruta de la segunda parte de “BDSM para principiantes” (puedes consultar la primera parte, aquí).
Antes de nada… ¡Recuerda! Todos los juegos propuestos deben cumplir con el requisito básico de ser consensuados, de mutuo acuerdo. Cualquier acción no consentida ya no sería un juego.
"No", esa palabra tan mágica.
Tres roles, dos roles efectivos
Se pueden interpretar tres roles (dominación, sumisión o un rol intercambiable - switch), pero dos roles iguales en el mismo momento serían incompatibles.
¿Te imaginas un partido de tenis en el que ambxs contendientes saquen desde el mismo lado de la cancha? Una locura, ¿verdad?
"Estemmm... lo siento. Me he confundido"
Pues esto es algo parecido: una persona dominante dando órdenes a otra persona dominante que, a su vez, también ordena… No funcionaría. Por eso nos debe quedar claro: ¡se pueden intercambiar los roles, pero siempre respetando la dualidad que equilibra el BDSM!
Antes de la cita
Una buena manera de calentar motores es ir preparando el terreno con instrucciones previas antes de verse físicamente. Por ejemplo, se le puede pedir a la persona que interpreta el rol sumiso que acuda a la cita sin ropa interior o quizá con algún juguete puesto como Oh!. Incluso darle un toque salvaje con Rita… Créenos, hay mucho donde escoger.
Rita es nombre de salvaje, ¿no crees? 😏 VER MÁS ❯
Solo hay que echar a volar la imaginación. Jugamos con los deseos y los dejamos reflejados en mensajes al celular. ¿Qué se te ocurre? Saca tu lado más travieso.
En las instrucciones también se incluye el lugar donde van a encontrarse. ¿Un hotel apartado? ¿Un depa rentado…? ¡Las sorpresas lo hacen aún más excitante!
“Ponte esto”
Una buena manera de empezar es entrar en situación con un atuendo apropiado. Una persona dominante con experiencia (o información) lo tendrá todo previsto, a fin de cuentas, se trata de “controlar”, de disciplina. Todo comienza con una cita… y quizá un regalo.
Ya sea un conjunto de lencería, un disfraz o un atuendo BDSM (échale un ojo aquí); unos grilletes, un plug… La persona que juega el rol dominante puede “imponer” una vestimenta ya preparada o algún tipo de juguete que se haya pactado.
Este sí que es Bad Bunny... 😈
“Quiero que te pongas esto” es más que una orden, es el pistoletazo de salida a un rato de diversión 😊
El BDSM es menos sutil
¡Ya habrá otros momentos más cariñosos! El BDSM funciona de otra manera. Y es que el juego del poder y la imposición forman parte de la sensualidad. Podemos empezar, si lo deseamos, por besos largos y profundos para dejarse llevar (estés en el rol de dominación o sumisión). Deja a un lado las sutilezas y disfruta.
Pues es verdad; no encuentro "sutileza" en mi diccionario de BDSM...
Quiero verte
La persona que juega el rol dominante reafirma su autoridad preguntando “¿Vas a obedecerme?”. Todo forma parte del rol, y puede pedir lo que le se te antoje (dentro de lo que se haya establecido por ambas partes) ya sea que su pareja se arrodille, se desnude, se ponga en unas posturas determinadas o que se siente en sus rodillas… ¡El cielo es el límite!
¡Vaya paisaje! 👀
Quiero tocarte
Llega el momento de sentir el cuerpo de la persona sumisa, de tocar levemente su cuerpo, de rozar los senos, la espalda, las nalgas… La persona dominante tocará lo que quiera y podría verbalizarlo. ¡El uso de las palabras adecuadas es muy poderoso!
Si la persona sumisa parece excitada, se le puede hacer notar comentándolo en voz alta.
"Oye, tienes una piel súper suave... ¿Qué crema hidratante usas?" 😜
Inmovilizaciones
Pueden empezar las primeras ataduras. Deberían ser lo suficientemente fuertes como para que no se pudieran quitar con facilidad, pero también que no resultaran tan molestas como para cortar la circulación o causar quemaduras por el roce. ¡Hay una vida real a la que regresar cuando terminemos!
Sé un poco Indiana Jones... si las ataduras te hacen daño, ¡libérate!
Y sobre esto último: ¡es fácil que queden marcas! Sería bueno tenerlo en cuenta antes de empezar para que una vez nos dejemos llevar no nos tengamos que arrepentir al día siguiente. Es mejor usar las diferentes técnicas en zonas que no sean muy visibles o que no lo vayan a estar en los días próximos. Recuerda, la comunicación es muy importante. Si algo te hace daño, fuera del límite esperado, es mejor decirlo y parar.
Juguetitos
Dependiendo de lo pactado, la persona dominante puede empezar a usar juguetitos, quizá con plugs anales como Pim metal. Dentro del contrato establecido y mientras no se pronuncie la palabra de seguridad. ¡Recuerda! Tú pones los límites.
Este es Pim, pero cuando lo pruebes tu cabeza hará "¡BOUM!" 💣 VER MÁS ❯
Spanking, el arte de un buen azote
Muchxs ya lo practicábamos antes de saber que tenía un nombre propio específico. La zona de los glúteos es muy sensible, pero al mismo tiempo está “diseñada” para sufrir impactos. ¡Por algo es nuestro cojín portátil en el que nos sentamos!
En castellano al spanking se le conoce como azote. Se puede recurrir a los azotes con la mano abierta o usar un instrumento adecuado, ligero y cómodo, como la paleta Bam Bam.
Se llama "Bam bam" porque "Oh por Dios qué cosa tan increíble" quedaba largo 😳 VER MÁS ❯
Depende de cada persona habrá una motivación psicológica, física o la mezcla de ambas; pero lo cierto es que para mucha gente hay pocas cosas más excitantes que azotar o que te azoten.
Dolor y “dolor”
Ahora que estamos en pleno juego, recuerda: el BDSM se basa, en parte, en el dolor y la humillación.
Sí, a algunas personas puede parecerles raro, ¡pero así es el juego!
Tienes dos opciones ☝🏽
El dolor, en diferentes grados, puede resultar agradable. Por ejemplo, la cera que se derrite de las velas sobre la piel produce una sensación de comezón instantánea, pero tan pronto aparece como desaparece… Y no deja de ser un ligero susto. ¿Has probado el wasabi? Es un poco como ese tipo de picante, muy intenso, pero tan rápido que apenas da tiempo a sufrir.
Algo parecido pasa con “las humillaciones”. Según el acuerdo que hayan alcanzado. ¡A disfrutar!
Un antes y un después
Cuando finalicemos pasaremos al aftercare, los cuidados tras su sesión de juegos. Sería algo así como la “convalecencia”.
Es importante volver a la vida real poco a poco. En ocasiones la experiencia vivida es tan intensa que es fácil entrar en un estado casi de shock.
La persona dominante aquí cambia totalmente de comportamiento y se debe dedicar a cuidar y, de algún modo, mimar a la persona sumisa. Debe interesarse, abrazar u ofrecer ayuda. ¡El juego ha terminado!
Después de los azotes, las órdenes y el dolor, tocan chiqueos, cariñitos y mimitos 😇
No te preocupes si te has quedado impactadx, es normal sentirse especialmente vulnerable al finalizar. ¡Tranqui! Las emociones intensas forman parte de la experiencia.
...
Y hasta aquí la segunda parte de nuestra primera guía para principiantes en el BDSM… ¡Recuerda! Es solo una primera guía. El mundo del BDSM es muy amplio y diverso y se disfruta mucho más cuanto mayor es la experiencia. ¡La práctica lxs hará maestrxs!😉
Aunque no te lo creas, igual que Teruel, el fetichismo de cosquillas también existe. Sí, sí, no pongas esa cara. Al...
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Aunque no te lo creas, igual que Teruel, el fetichismo de cosquillas también existe. Sí, sí, no pongas esa cara. Algunas personas (quizás tú te encuentras entre ellas) se excitan e incluso pueden llegar al orgasmo solo con cosquillas, ya sea haciéndolas, recibiéndolas u observando cómo las hacen. Pensabas haberlo visto todo, ¿eh?
Todo el mundo tiene cosquillas
Seguramente cuando piensas en cosquillas te vienen a la cabeza las típicas que te hacían de peque y, claro, no lo recuerdas como algo placentero precisamente. El contexto es muy importante. Dales otra oportunidad teniendo en cuenta los consejos que te proponemos, es muy probable que te sorprenda y descubras que las cosquillas pueden ser muy eróticas. Y si no, como mínimo pasarás un buen rato 😉
En qué consiste el fetiche de cosquillas o knismolagnia
Sorprendentemente, el fetichismo de cosquillas, también conocido como knismolagnia, forma parte de la infinita lista de prácticas de BDSM (bondage - que significa atar -, dominación, disciplina, sumisión, sadismo y masoquismo). Esto no te lo esperabas, ¿verdad? Pues sí, y es que si lo piensas bien tiene todo el sentido del mundo. Al realizarle cosquillas a alguien, o viceversa, se ejerce control/dominación sobre la otra persona. Y, de hecho, esto es lo que lo convierte en una práctica erótica.
Esta práctica siempre se ha usado como técnica de tortura, así que imagínate el nivel de BDSM de esta. Pero, calma, ahora es una práctica segura que se hace con el objetivo de generar placer. Y claro, como toda práctica de BDSM este fetiche también requiere de un 'contrato' de consentimiento por ambas partes antes de nada.
Otro aspecto que lo hace muy interesante es ver los cambios que puedes producir en esa persona: ver cómo reacciona, qué partes de su cuerpo son más sensibles, cuánto aguanta... ¡Es toda una experiencia!
5 maneras de elevar las cosquillas a un nivel erótico
Hacer cosquillas parece muy fácil. Pero, si el objetivo es dar placer (como es el caso), debes tener en cuenta varias cosas, como por ejemplo el ritmo. Empieza poco a poco y ve aumentando la intensidad de estas. Descubre también si le inquieta más que lo hagas con la yema de los dedos o con las uñas. ¡Es muy distinto!
Pero no solo se pueden hacer cosquillas con los dedos. Hay distintos juegos y maneras de llevar a cabo este fetichismo. ¡Reinventa las cosquillas!
Pero antes de empezar, pon una norma clave
Antes de nada, explícale a tu compi de juegos que hay una norma que no se puede saltar: si se mueve demasiado, harás que pare con unas esposas como Mía. Eso sí, siempre con su consentimiento.
Y es que inmovilizar puede ser parte del juego, excitante y un poco sádico, donde la persona atada cede completamente el control a la otra. Además, al hacerlo, podrás conocer cuáles son sus puntos más sensibles. Suena divertido, ¿verdad?
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Ahora sí, ¿empezamos?
1. Tápale los ojos y dispara su sensibilidad
Cuando cierras los ojos, el resto de tus sentidos se ponen alerta, aumenta tu sensibilidad y la atención se focaliza totalmente en tu cuerpo. Por unos instantes, ignoras los estímulos externos. Una muy buena manera de empezar, ¿no crees? Tápale los ojos con un pañuelo o un antifaz como Veo Veo y asegúrate de que no ve absolutamente nada. Hazlo con la típica pregunta tonta pero eficaz de "¿Cuántos dedos ves?"
Ahora empieza a acariciar su cuerpo con los dedos o con un plumero como Pío. Empieza por el cuello y pasa a la espalda, luego recorre la barriga, los muslos... Despacio. Se pondrá un poco tens@, pero debería aguantar, ¡hay mucho más por delante!
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2. Activa las vibraciones
Eleva las caricias/cosquillas a otro nivel, en concreto al de las vibraciones, con la bala Neo Plus. Juega con sus intensidades y diviértete descubriendo cuáles son las zonas más sensibles del cuerpo de tu pareja. Depende de cómo y dónde, un vibrador como este puede poner la piel de gallina, incluso generar cosquillas en los pechos, en la zona perianal, en la parte externa de los genitales... Eso sí, ¡deja lo mejor para el final!
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3. Continúa con otro tipo de vibraciones
No abandones las vibraciones, como puedes comprobar, ¡dan resultado! Pero ahora hazlo de otra forma que, como mínimo, le erizará la piel. Se trata del vibrador líquido. Sí, sí, es real: existe un líquido que vibra.
A los pocos segundos de aplicarlo, tu pareja sexual notará sensaciones electrizantes, algo completamente nuevo. A continuación, esparce la crema estimulante con tus dedos, el cosquilleo será mayor. Y, para rematar, sopla suavemente en la zona, notará un efecto frío/calor que l@ descolocará.
Comprobado: ¡los dedos no son lo único con lo que se puede hacer cosquillas!
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4. Humedece la zona
¿Es posible potenciar aún más los sentidos? La respuesta es sí. Lleva el juego a un nivel todavía más sensorial con los lubricantes. Así es. Los lubricantes son perfectos para muchas cosas, pero ¿a que no se te había ocurrido que podían usarse para esta práctica?
Prueba a humedecer una parte del cuerpo particularmente vulnerable y verás como de golpe amplificarás las sensaciones en la otra persona. Y, con ello, las risas.
Así que busca una zona límite y experimenta poco a poco. ¿Por qué no con sus pies, por ejemplo? A medida que veas que lo tolera, sube la intensidad.
5. Combina cosquillas y azotes
Un látigo como Flash se adapta a cualquier práctica BDSM, y esta no podía ser menos. Piénsalo: es perfecto para hacer cosquillas y contrastarlas con un azote de vez en cuando. Cosquillas y azotes en un mismo juguete. El 2 en 1 que necesitas para llevar a cabo este fetiche.
Cosquillas y azotes, todo en 1 VER MÁS ❯
Y es que ¿qué mejor manera de recordarle a tu pareja sexual quién tiene el control? Asociar sensaciones distintas como cosquillas y dolor puede ser de lo más potente. Así, además de jugar, estás estimulando sus nervios y su cerebro con sensaciones distintas y, sobre todo, inesperadas.
Todo en 1
Si lo que quieres es tener un kit completo con el que no te falte de nada para disfrutar de la knismolagnia, lo que necesitas es a Sasha.
Con él podrás atar, castigar con un látigo, callar con la mordaza, acariciar con el plumero y taparle la vista a quien tú quieras. Justo lo que necesitas para dar rienda suelta a las sensaciones.
Dale rienda suelta al fetiche de cosquillas VER MÁS ❯
La clave de esta práctica es encontrar las partes del cuerpo más sensibles e intercalar progresivamente distintas sensaciones, jugando con la intensidad y llevando los límites siempre más lejos. Recuerda que es un juego psicológico muy potente, por lo tanto la comunicación es indispensable.
¡Ah! Quizás no quieras oírlo, pero ¿sabías que muchas personas llevan a cabo este fetiche con insectos? Este ya es otro nivel al que tú decides si llegas o no.
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¿Quién ha dicho que las cosquillas son solo para peques? Retoma eso que tanto te gustaba y dale una vuelta erótica.
El cambio de estaciones influye en nuestro día a día. No solo en el cambio de armario y en nuestro estado de ánimo,...
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El cambio de estaciones influye en nuestro día a día. No solo en el cambio de armario y en nuestro estado de ánimo, también en el sexo. ¿O acaso lo haces igual en invierno que en verano?
En nada y menos la primavera ya está aquí 🌸 y con ella el vaivén de cambios de temperatura. Pero... ¿quién ha dicho que no puedes controlarlos? No, no vamos a darte una master class de meteorología (principalmente porque no tenemos ni idea 🙊), pero sí te ofrecemos unos consejos para jugar con la temperatura en la cama y que puedas darle la bienvenida como se merece a la estación que nos altera las hormonas.
¿A quién no le gusta la primavera? Aparte de a la gente con alergias...
Pero... ¿qué tiene de excitante jugar con la temperatura? Además de lo increíblemente sexy que es derretir un cubito de hielo en el cuerpo de tu compi de cama o en el tuyo propio, disfrutarás de sensaciones nuevas en cuerpo y mente.
Un consejo para profesionales: Tanto si estás a solas como si tienes compañía, utilizar una venda para los ojos hará que la sensación de frío o calor sea más intensa.
Después del consejo, una pequeña alerta ⛔ Ten en cuenta que vas a jugar con temperaturas extremas, así que antes de aplicar un elemento en cualquier parte del cuerpo comprueba con el dedo que está listo para jugar. Siguiendo con el ejemplo del cubito de hielo, no querrás que se te quede pegado ahí abajo, ¿no?
1. Goteo de helado o crema batida
Comer es un placer, ¿no? Pues ¿por qué no juntar 2 placeres en 1? Mezclar la comida con el sexo es muy excitante: imagínate degustando sushi servido en el pecho de tu pareja o untando nata o chocolate por su espalda... Es el juego perfecto para aumentar vuestro deseo sexual y lamer con más ganas que nunca.
Y ¿cómo puedo combinar el alimento con la temperatura? Muy fácil. Coged vuestro helado favorito o una crema batida que haya estado un buen rato en la nevera y dejad que se derrita por el cuerpo para poneros la piel de gallina.
Calma, ¡no devores el helado!
Eso sí, es muy importante que la comida (sea la que sea) no entre en contacto con los genitales. Si os decantáis por el dulce, además de ser pegajoso, el azúcar podría causar infecciones... Así que tened cuidado.
2. Calienta tu boca
El sexo oral es maravilloso. Pero ¿por qué no le das un aire distinto? Súbele la temperatura al tema para que tu pareja explote de placer. ¿Cómo? Muy fácil. Tanto como tomarte un té, un café o lo que quieras, pero que esté caliente. Bien caliente.
Sea a la hora que sea, practícale sexo oral justo después de tomártelo para que el efecto sea mayor. ¡Alucinará pepinillos!
3. Cubito de hielo
Este es, quizás, uno de los juegos más conocidos y versátiles. Pero es muy probable que no le hayas sacado el máximo provecho o que directamente aún no lo hayas probado. Y es que aquí la creatividad juega un papel muy importante.
Colócate el cubito en la boca y dale besos escalofriantes. A continuación, lame su cuello y luego restriégalo por su espalda. Frota el hielo alrededor de los pezones y termina haciéndole sexo oral con el cubito derretido en tu boca. ¡imaginación al poder! 🤭
Imagínate que eres tú...
¡Ah! Y no dudes en probarlo en tus sesiones de masturbación en solitario: recorre tus pezones, cuello y barriga con un hielo mientras juegas ahí abajo. ¡No te imaginas lo excitante que puede llegar a ser!
En cualquier caso, ten en cuenta que si el cubito está muy frío puede pegarse a la piel o a tus genitales y, créenos, no te va hacer ni pizca de gracia. Para asegurarte de que todo va bien, saca el cubito del congelador y déjalo a temperatura ambiente durante 2 minutos, aproximadamente. Después comprueba con tu dedo que no hay peligro.
¡Psst! Si lo del cubito no va contigo pero esta sensación de frescura te llama la atención, puedes hacer sexo oral con un toque fresquito de una manera muy fácil y eficaz con las mentas para placer oral.
Dele frescor y sabor a tu lengua VER MÁS ❯
4. Al calor de las velas
Vamos a jugar con las velas, sí, pero no con unas cualquiera. ¡No cojas las primeras que encuentres por casa! La cera caliente de una vela normal puede llegar a provocar quemaduras graves.
Hazte con una vela especial para jugar en la cama y, 20 minutos después de encenderla, verás que la cera se ha convertido en un aceite para masajes MUY caliente.
Lejos de quemarte, con esta vela conseguirás relajar los músculos y disfrutar de un buen masaje subido de tono 😉 y de temperatura.
Sube la temperatura de vuestros cuerpos VER MÁS ❯
5. Enfría tu lubricante
¿Eres fan de usar lubricante? De sabores, natural, anal... Juega con la temperatura corporal con el mejor aliado: tu lubricante favorito. Mételo en la nevera durante unos 20 minutos aproximadamente y sácalo cuando notes que está frío. Conseguirás elevar tus sensaciones a otro nivel 👆
¡Ñam! VER MÁS ❯
6. Calienta con tu boca
Soplar es un recurso que tenemos muy a mano pero que casi nunca usamos. Y realmente es supersencillo y, lo más importante, muy eficaz. Pero no vale hacerlo de cualquier manera.
Crea una sensación de calor muy gustosa al aplicar aceite afrodisíaco comestible en la zona que quieras (también en los genitales, ya que no contiene azúcar) y sopla allí. ¡Verás qué caliente!
Truquito profesional: Si lo haces en las zonas más sensibles, como el cuello o pezones, se va a derretir de placer.
Para todo y para tod@s VER MÁS ❯
7. Al agua patos
¿A quién no le gusta tener un orgasmo o varios 😏 bajo el agua? Con o sin juguetes sexuales sumergibles, estarás de acuerdo con nosotr@s que en la ducha o en la bañera las sensaciones son muy distintas. Y, claro, si pones el agua caliente no es igual que si la pones fría.
Regula la temperatura según lo que quieras conseguir. Si buscas erecciones más potentes, decántate por bajar los grados del agua, ya que el frío mejora la circulación de la sangre.
Si lo que quieres es relajar los músculos y tener orgasmos tranquilos y moderados, utiliza agua caliente, que disminuye la presión sanguínea.
Ajusta la temperatura del agua a tu gusto y ten un orgasmo con tus manos, con tu pareja o con un juguete sumergible como el vibrador conejito Mila o el Satisfyer Men Vibration.
¡Psst! ¡Que se mueve solo! VER MÁS ❯
¡Ah! Si te decides por tener sexo en la ducha, pero no quieres morir en el intento, aquí tienes algunos truquitos 😉
8. Cremas estimulantes efecto frío y calor
Aunque haya remedios caseros para jugar con la temperatura (como el agua, el helado o el té), no hay nada como asegurarse el éxito del momento con productos especializados en esta materia.
Estamos hablando de las cremas estimulantes como la Crema Dragón o el Gel Orgásmico Intense. Unos segundos después de su aplicación notarás como se combina el efecto de frío y calor. No sabrás como describirlo, ¡parece magia!
Es MUY intensa VER MÁS ❯
9. Juguetes con efecto calor
Otro tiro asegurado son los juguetes que incluyen esta función de efecto calor de la que llevamos hablando todo el rato. Además de ser especialistas en el placer que tú elijas, le dan un toque especial a la masturbación, ya sea en solitario o en pareja. Tanto los vibradores conejito Morgan y Lucas como el masturbador con vibración para penes Satisfyer Men Heat Vibration lo tienen todo para hacerte derretir de placer.
Además de gozar del maravilloso poder de arroparte con su calor, estos juguetes son sumergibles. No hace falta decir nada más, ¿verdad?
¿A que no parece un juguete? VER MÁS ❯
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La mayoría de los ingredientes para jugar con la temperatura los tienes en la cocina. Así que no hay excusa que valga para no darle a la primavera la bienvenida que se merece 🌼
De la misma manera que en otras ocasiones hemos desmentido mitos sobre el sexo, hoy vamos a hablar de prácticas que...
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De la misma manera que en otras ocasiones hemos desmentido mitos sobre el sexo, hoy vamos a hablar de prácticas que tal vez te parecerán surrealistas pero que son más comunes de lo que crees. Y es que, aunque puedan parecer de Marte, los fetiches nos ayudan a conocer nuestros límites y a disfrutar del sexo de una manera distinta a la que conocemos. ¿Te atreves? 😏
Fetiche sexual. ¿Y esto qué es?
En la cama hay cosas que te gustan más y otras que no tanto, ¿no? Pues un fetiche sexual también consiste en sentir una excitación muy fuerte por algo. Con la diferencia de que ese 'algo' es una parte del cuerpo supuestamente NO erógena, como pueden ser los pies👣; o bien un comportamiento socialmente NO reconocido como excitante, como por ejemplo compartir ropa íntima o sentir dolor.
Pero, precisamente por el hecho de ser algo poco conocido, o supuestamente poco practicado, los fetiches resultan aún más excitantes para quienes los practican.
Llevar los fetiches en secreto resulta más excitante
La filia o parafilia, primas hermanas de los fetiches
Ojo, no debemos confundir fetiches con filias o parafilias, ya que, aunque la relación entre estos es muy estrecha, son dos cosas muy distintas:
Explicado de manera sencilla, hablamos de filia o parafilia cuando alguien necesita el fetiche (lamer un pie, por ejemplo) para excitarse. Es decir, que si la persona que padece esta filia no lame el pie de su pareja sexual, no se va a excitar. Como ves, la diferencia no es menor.
Ahora que ya está todo más claro, ¡vamos allá! 👇
5 tipos de fetiches
Aunque la lista de fetiches puede ser interminable porque la imaginación es el límite en el sexo, hemos seleccionado aquellos que creemos que pueden inspirarte y conseguir excitarte como nunca. Y es que no conocer estas prácticas no es un argumento suficiente para no probarlas.
Pero, antes que nada, debes saber que para llevar a la práctica cualquier tipo de fetiche solo tienes que dejarte llevar, no juzgar a tu pareja sexual ni, por supuesto, a ti mismx. Es más, probarlo será una muestra de confianza que lxs unirá aún más. ¡Una travesura!
Probar fetiches en pareja no significa que deje de quererte
1. Juego de roles y BDSM
El clásico juego de roles y el BDSM son los fetiches por excelencia que con el tiempo van ganando popularidad. Es más, no es nada raro encontrarte con alguien que quiera practicarlos en el primer encuentro sexual. Así que no te asustes si te pasa y disfrútalo.
Además del placer de sentirte dominante o que te dominen, otra ventaja de los roles de dominación/sumisión es que para llevarlos a la práctica no necesitas nada más que tu imaginación. Si se hace bien, puede ser muy excitante, pero para ello es importantísimo no tener vergüenza y concentrarse en el papel🤓
Para este último requisito, concentrarse en el papel, es mucho más fácil hacerlo con juguetes pensados para ello, como por ejemplo un látigo o una paleta para castigar a quien se porte mal 😠; una mordaza para cerrarle el pico a quien hable demasiado 🤐... O directamente aprovechar un kit bondage que lo tenga todo y se adapte a cualquier escena sexual en la que tú seas protagonista 🎬
Ciérrale al pico a quien hable demasiado
2. Tickling o fetichismo de cosquillas
Puede ser que te creas lo que dicen por ahí que las personas adultas no tenemos cosquillas. Eso es MENTIRA. Y es que, ¿a quién no le gusta un suave lamido o caricia que le ponga los pelos de punta? 🤤 Las terminaciones nerviosas serán tus aliadas principales para conseguir erizar la piel de tu pareja sexual.
Las orejas, el cuello, los labios, las manos, el abdomen, las nalgas, los pies... Recorre estás zonas tan sensibles con tu boca y tus dedos mientras inmovilizas a tu pareja con unas unas esposas. ¡Será mucho más divertido!
3. Lamer los pies es más placentero de lo que parece
Los pies son una de las partes del cuerpo con más terminaciones nerviosas. Es más, ¿sabías que hay estudios que demuestran que podemos excitar cualquier parte del cuerpo a partir de los pies? 😱 Pero por desgracia, los pies son los grandes olvidados en el sexo. Y es que el pudor nos impide disfrutar del placer que pueden llegar a darnos.
Para que puedas darle placer a tu pareja sin tener que pasarla mal 🤢 te recomendamos hacerlo en la ducha o justo después ;)
4. Compartir ropa interior
El tacto y el olor son los sentidos por excelencia en este fetiche. El tocar unas pantis usadas o ponerte los boxers de tu pareja es muy excitante. Y es que tener una prenda de tu compi sexual es perfecto para darle juego a tu imaginación y fantasear tanto como quieras. ¡Si cierras los ojos parecerá que está a tu lado! 🙈
Nota: si tienes una relación a distancia no dudes en intercambiar ropa interior (o ropa en general, como por ejemplo una sudadera), ¡les encantará!
Si pueden ser más sexys que la braga-faja de Bridget Jones, mejor
5. Jugar con líquidos
En el sexo sudamos, desprendemos líquidos viscosos al eyacular... Por lo que ensuciarnos, a veces, es inevitable. Pero si eres de esas personas a las que les gusta explorar y jugar con estos líquidos, este fetiche te va como anillo al dedo.
Saliva, semen, flujo, sudor... Si no lo has probado nunca y te da un poco de vergüenza, puedes dar el primer paso tirándole un hilito de saliva en la boca mientras están en la cama, tú arriba. Y si a ambxs les gusta, prueben en otras zonas y con otros fluidos 😋
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Como en la vida, también en el sexo podemos probar y aprender cosas nuevas cada día. Que la vergüenza no te impida disfrutar de tu sexualidad.
¿Te ha pasado alguna vez que te han dado un azote bastante fuerte y, muy lejos de enfadarte, has acabado queriendo ...
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¿Te ha pasado alguna vez que te han dado un azote bastante fuerte y, muy lejos de enfadarte, has acabado queriendo más? ¿Por qué?
Hay una manera científica de explicarlo y lo haremos de la forma más sencilla: la dopamina (la hormona del bienestar y felicidad) se libera cuando tenemos mucho placer y, también, cuando nos sometemos al dolor. Entonces, esto quiere decir que hay una barrera muy fina entre el placer y el dolor.
Después de darle una oportunidad al BDSM no podrás parar
En esto se centra el BDSM. Se trata de conocer nuevas formas de disfrutar de manera sexual a través de ataduras, azotes, roles de dominación y sumisión, mordiscos, castigos...
Y, en este artículo, aprenderás a sacarle partido a una de las siglas del BDSM: la B de bondage. Es una práctica erótica que consiste en inmovilizar a la pareja usando cuerdas, telas, corbatas, esposas... Aquí, el juego del placer está en la vulnerabilidad de la persona sumisa, en la presión de las cuerdas y su roce con zonas... picantonas. A continuación, conocerás lo que necesitas para amarrar bien a tu pareja sexual.
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¿Qué necesito para practicarlo?
Seguridad: lo primero es lo primero y, antes de aventurarte a atar, debes tener muy en cuenta qué cosas debes hacer y qué cosas no:
No ates muy fuerte las cuerdas.
Nada de atar el cuello.
Ten unas tijeras a mano por si la persona que está atada se agobia y quiere parar.
Ten una palabra clave para parar el juego. Es decir, si se pronuncia “ornitorrinco”, por ejemplo, el juego se para ¡DE INMEDIATO!
No realices suspensiones si no tienes experiencia.
Vigila el tiempo que la persona está atada en una misma postura... Podrías hacerle un daño no deseado.
Cuerdas: ahora sí, ya tienes todo el tema de seguridad controlado, ¡es hora de comenzar! Hazte con unas cuerdas para atar o que te aten ;)
Lo ideal es que sean largas, pero no demasiado... Es decir, de 3-5 metros para que no se acaben enredando entre ellas.
Que tengan 5-8 mm de ancho. Si son muy anchas, se te será más difícil manejarlas y hacer nudos con ellas.
Puedes escoger el material que prefieras. Entre fibras naturales o sintéticas. Lo que debes de tener en cuenta es la textura: si quieres que sean suaves o más bien ásperas.
Antifaz: Sí sí, puedes practicar el bondage sin un antifaz, pero... ¿y lo que mola privarle la vista a tu pareja mientras está atad@ a tu merced? Os recomendamos este antifaz de satén para hacer vuestros juegos mucho más picantes.
¡Manos a los nudos!
Ahora que ya sabes qué necesitas para jugar, es hora de aprender cómo inmovilizar a tu pareja. Te explicamos cómo hacer el nudo conocido como 'As de guía' para que te adentres en este mundo del bondage:
1. Toma la cuerda a unos 40 cm de la punta y haz un aro, pasando el lado corto por delante.
2. Luego pasa la punta de la cuerda por dentro del aro (entrando desde detrás) y haz que salga por delante.
3. Pasa la punta por detrás del lado largo.
4. Gira la punta, entra por el aro y.. voilà! Nudo hecho, sumis@ atad@.
Vídeo resumen sobre cómo iniciarse en BDSM
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Esperamos que hayas aprendido mucho, que hayas tomado nota y, ahora, ¡a amarraros!
Soñar es gratis, ¿pero para qué conformarse con soñar pudiendo cumplir todas nuestras fantasías sexuales a golpe de orgasmo?
Y es que todo el mundo tiene su fetiche, esa fantasía secreta que por algún motivo nos da vergüenza compartir, nuestros sueños más húmedos que guardamos bajo la almohada. Pero esto no puede ser, que es 2016, ya va siendo hora de sacar nuestras fantasías más sexys de donde quiera que las tengamos escondidas y cumplirlas.
Porque, al fin y al cabo, las fantasías sexuales son la mejor manera de encender nuestra vida sexual; de romper con la rutina y de volver a despertar aquel deseo que se había adormilado un poquito. Y, aunque hay miles de fantasías, venimos a contaros las más comunes, para que veas que, muy posiblemente, tu pareja tenga las mismas ganas que tú de cumplir tus sueños.
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Soñar es gratis, ¿pero para qué conformarse con soñar pudiendo cumplir todas nuestras fantasías sexuales a golpe de orgasmo?
Y es que todo el mundo tiene su fetiche, esa fantasía secreta que por algún motivo nos da vergüenza compartir, nuestros sueños más húmedos que guardamos bajo la almohada. Pero esto no puede ser, que es 2016, ya va siendo hora de sacar nuestras fantasías más sexys de donde quiera que las tengamos escondidas y cumplirlas.
Porque, al fin y al cabo, las fantasías sexuales son la mejor manera de encender nuestra vida sexual; de romper con la rutina y de volver a despertar aquel deseo que se había adormilado un poquito. Y, aunque hay miles de fantasías, venimos a contaros las más comunes, para que veas que, muy posiblemente, tu pareja tenga las mismas ganas que tú de cumplir tus sueños.
1. 82% de los hombres cis: el trío
Quién dijo que tres son multitud. El trío, aunque demos por hecho que se trata de la fantasía sexual típica de los hombres cis, es común también entre las mujeres (aunque menos). ¿Por qué? Fácil. Combina muchos placeres prohibidos: jugar con alguien nuevo, tener a dos personas dedicándose a darte placer; o lo contrario, dedicarte a dar placer a tu pareja junto con alguien más. Así que no es de extrañar que el 85% de los hombres cis haya fantaseado con un trío en alguna ocasión.
Ahora bien, para realizar un trío con tu pareja es muy importante que haya sinceridad en todo momento, que digáis lo que queréis y lo que no, que marquéis los límites antes de llevarlo a cabo; ya que la implicación emocional que conlleva un trío es muy fuerte. Una vez hecho todo esto, solo queda una cosa: ¡disfrutar!
2. 83% de los hombres cis: ¿Vienes mucho por aquí?
El clásico de los clásicos. Bar sofisticado, te sientas en la barra, pides un cóctel y una apuesta persona extraña se te acerca y te hace la tan esperada pregunta: ¿Vienes mucho por aquí?
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Y a ver, objetivamente, como frase para ligar un “¿Vienes mucho por aquí?” es algo bastante sosillo. La gracia de esta fantasía es que engloba muchas cosas: el glamur y la sofisticación del bar, tu atuendo, el sentirte desead@ por una apuesta persona desconocida, salir de la rutina, probar algo nuevo... Es por eso que nada menos que el 83% de los hombres cis y el 66% de las mujeres cis fantasean con acostarse con alguien que no sea su pareja.
Ojo, esto no quiere decir que casi tod@s seamos (o deseemos ser) infieles, ya que esta fantasía se puede solventar rápidamente con un juego de roles, sin necesidad de ser infiel. Es más, si siempre has tenido esta fantasía sexual, te recomendamos que pilles a tu pareja por banda y se la propongas, ¡seguro que estará encantada!
3. 66% de las mujeres cis: 50 Sombras de Pepito
Esta va para las mujeres cis. El 66% de estas ha fantaseado con que su pareja las domine en alguna ocasión. ¿Por qué? La manera sencilla de explicarlo es con un “porque es divertido”. Así que ata a tu pareja, dile cosas sucias, hazla sentir completamente dominada por ti; y verás cómo pasáis una de las noches más intensas... hasta la fecha.
Si quieres ahondar un poquito más en este asunto, te recomendamos que eches un ojo a nuestro post sobre iniciación al BDSM.
4. 79% de las mujeres cis: Practicar un francés
Puede parecer muy básico; pero tanto recibir sexo oral como darlo son fantasías sexuales muy comunes para todo el mundo (el 88% de los hombres cis y el 79% de las mujeres cis sueñan con sexo oral). Con estos datos, ¡parece increíble que haya tantos chistes sobre lo poco que le suele gustar a la gente practicar el sexo oral con su pareja!
Ahora en serio, nada para cumplir vuestras fantasías como una sesión de sexo oral inolvidable. ¿Cómo? Te lo contamos:
Dale a la lengua: como si de un beso francés se tratara, usa tu lengua sin miedo. Lame, chupa, sorbe, mueve tu lengua en círculos; ¡lo que quieras!
Usa la mano: la mano es de gran ayuda en el sexo oral. Usa la mano para ayudarte en el ritmo y hacer llegar antes a tu pareja. Y esto se aplica a todo el mundo, ¡así que no olvides usar tus dedos para hacer llegar a tu compi!
No pierdas el ritmo: ¿por qué no pruebas a poner música sexy y jugar al ritmo? Te resultará mucho más fácil y te entrarán muchas más ganas de seguir practicando sexo oral.
Prestad atención a nuestro blog porque dentro de muy poco publicaremos una guía maravillosa para el sexo oral.
5. 82% de la gente: salir de la cama
Otra fantasía sexual muy común para todo el mundo es la de practicar sexo en lugares un poco salidos de la norma, el 82% de las personas encuestadas han fantaseado con salirse del tiesto alguna vez.
La cama ya la conocemos tod@s, así que por qué no probar en otros sitios de la casa como te contamos en nuestro post “El Feng Shui del sexo”? O, qué narices, juega fuera de casa. Una noche de hotel, travesuras en el baño de una discoteca, en la casa del pueblo después de una cena familiar, en la playa una noche de verano... ¡El mundo es demasiado grande como para solo jugar en la cama!
…
Así que, sea cual sea tu fantasía sexual, ¡atrévete a compartirla con tu compi de juegos! Seguro que no te arrepentirás ;)
Sí, 50 sombras de Grey dio a conocer el BDSM al mundo y despertó la curiosidad de muchas personas que nunca se habían planteado probar las prácticas sexuales que engloba el BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo).
Es importante partir de una base fundamental, y es que la mayoría de nosotr@s practicamos el BDSM en distintos grados sin darnos cuenta. Vale, igual ahora estás flipando y no nos crees, pero piensa en esta situación: estás jugando con tu pareja, le besas, le acaricias... y de repente se mueve para intentar tocarte, pero tú le dices que no de forma autoritaria, que no puede moverse hasta que tú no se lo permitas. En esta situación, tú estás siendo claramente dominante y tu pareja está siendo sumis@.
Y es que, no vamos a negarlo, el BDSM puede llegar a ser muy sensual y excitante; y una gran manera de encender la relación con tu pareja. Así que, si estabas pensando en iniciarte en este conjunto de técnicas sexuales, estás en el lugar indicado; porque queremos indicarte las bases de estas prácticas y la mejor manera de iniciarse.
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Sí, 50 sombras de Grey dio a conocer el BDSM al mundo, y despertó la curiosidad de muchas personas que nunca se habían planteado probar las prácticas sexuales que engloban estas siglas: bondage, dominación, disciplina, sumisión, sadismo y masoquismo.
Es importante partir de una base fundamental, y es que la mayoría de nosotr@s practicamos el BDSM en distintos grados sin darnos cuenta. Vale, igual ahora estás flipando y no nos crees, pero piensa en esta situación: estás jugando con tu pareja, le besas, le acaricias... y de repente se mueve para intentar tocarte, pero tú le dices que no de forma autoritaria, que no puede moverse hasta que tú no se lo permitas. En esta situación, tú estás siendo claramente dominante y tu pareja está siendo sumis@.
Un azote deseado, una venda en los ojos, unas esposas en las muñecas... ¡Todo esto (y mucho más) es BDSM!
No vamos a negarlo: el BDSM puede llegar a ser muy sensual y excitante, y una gran manera de encender la relación con tu pareja. Así que, si estabas pensando en iniciarte en este conjunto de técnicas sexuales, estás en el lugar indicado; porque queremos explicarte las bases de estas prácticas y la mejor manera de comenzar a realizarlas.
Primeros pasos del BDSM
Practica el BDSM en condiciones
No importa si vas a probar el BDSM con tu pareja con la que llevas solo 3 meses, con tu prometid@ o con quien sea. Hay ciertos puntos que no puedes saltarte a la hora de empezar una relación de dominación-sumisión con alguien.
Para empezar, tendréis que firmar un contrato. Sí, como te lo contamos. Puede parecer aburridísimo según lo lees, pero en realidad la redacción y la firma del contrato son partes fundamentales y muy excitantes del juego. Marcando vuestros límites, tendréis que hablar también de vuestras fantasías y de lo que sí queréis hacer. Cuando firméis, estaréis muriendo de ganas de empezar a divertiros.
Además, es muy común (y recomendable) que, si vais a meteros de lleno en este tema, cada miembro de la pareja tenga un nuevo nombre. De este modo separaréis lo personal del juego.
Descubre tus límites
Es muy importante que, antes de lanzarte de lleno al mundo del BDSM, sepas hasta dónde quieres llegar. Para ello, te recomendamos que pruebes un kit como el Kit BDSM SAO.
Con este pack, no solo podrás atar a tu pareja, sino que también comenzarás a descubrir dónde están vuestros límites. Ataos, azotaos, tapaos los ojos... Y, sobre todo, averiguad si el mundo en el que acabáis de entrar os apasiona: si este kit se adapta a lo que necesitáis o si, después de un tiempo, queréis ir más allá...
Busca tu rol en el BDSM
Seguro que ya tienes una idea acerca de qué te gusta más, si dominar o que te dominen, pero hasta que no lo pruebes todo no sabrás qué es lo que realmente quieres. Algunas personas son claramente más sumisas, otras son indudablemente más dominantes y otras muchas son versátiles y pueden disfrutar de ambas partes del juego.
Eso sí, nunca pienses que ser dominante te convierte en una persona sádica ni que la sumisión te convierte en masoquista. ¡No es así! Es un juego y nunca determinará qué tipo de persona eres. Simplemente puede ser una interesante puerta de acceso a algunas fantasías que podréis experimentar tu/s pareja/s sexual/es y tú...
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B, D, S, M
Empieza con el bondage
Comenzamos con la B de BDSM. El bondage es, sin lugar a dudas, la técnica más extendida del BDSM. De hecho se suele practicar con mucha frecuencia. ¿Cuántas veces te han atado en tus encuentros sexuales? ¿A qué no sabías que eso era BDSM?
Sin embargo, lo que conocemos del bondage es, generalmente, la punta del iceberg. De forma muy resumida, es cualquier técnica que permita inmovilizar o limitar la movilidad de la otra persona. Cuando te sujeta fuerte de las muñecas, te ata al cabecero de la cama, cuando te agarra del pelo o de la cadera para que no te muevas, cuando usáis esposas...
Te recomendamos que empieces usando materiales suaves, que no os hagan daño en las muñecas ni en ninguna parte del cuerpo. Y, más adelante, podréis pasar a técnicas de bondage más avanzadas y superexcitantes.
Pon normas para practicar el BDSM
Pasamos a otras dos letras englobadas en BDSM, la D y la S. Es hora de dominar y someterse y, para ello, es hay que establecer unos códigos de conducta.
Veíamos un ejemplo en 50 sombras de Grey, cuando Christian le decía a Anastasia que, si volvía a morderse el labio, le daría unos azotes. Podéis poner tantas normas como os apetezca. Y crear los castigos que más os exciten: azotes, usar una fusta, atar a tu pareja a la cama con unas esposas, causarle un poquito de dolor con las pinzas para los pezones...
“¿Acabas de levantarte de la mesa sin recoger tu plato? Uy, Pepe, te van a caer un par de cachetes.”
Ojalá todos los castigos fueran así...
Aprende a disfrutarlo
Terminamos con la M de BDSM, el masoquismo –y el sadismo –. Como hemos ido diciendo a lo largo de este artículo, el BDSM implica obtener placer a través del dolor y del control. Puede que suene extraño en un principio, pero piénsalo bien. ¿Acaso no disfrutas de los mordiscos? ¿No te encanta cuando te agarra fuerte de la cintura o cuando te dice cosas sucias al oído?
¡Todo el mundo lleva dentro una parte sumisa y una dominante, la cuestión es animarse a sacarlas a la luz!
Nunca está demás remarcar que este conjunto de técnicas se da de forma sana y segura siempre y cuando haya consenso y consciencia de los sujetos involucrados.
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Sabemos que 50 sombras de Grey fue uno de los fenómenos del cine y la literatura eróticos de los últimos años, pero no es el único. Existen infinidad de películas que convertirán tu noche de peli y mantita en una noche muy sexy en la que te sobrará la manta y probablemente también la peli ;)
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Sabemos que 50 sombras de Grey fue uno de los fenómenos del cine y la literatura eróticos de los últimos años, pero no es el único. Existen infinidad de películas que convertirán tu noche de peli y mantita en una noche muy sexy en la que te sobrará la manta y probablemente también la peli ;)
El diario de Noah
Tod@s nos enamoramos de Ryan Gosling gracias a esta adaptación a la gran pantalla del best seller más conocido de Nicholas Sparks. Y todo el mundo sentía envidia sana de la pasión que sentían Noah y Allie.
No hay nada de lo que tener envidia, siéntete como Allie entre los brazos de Noah jugando en la ducha. De hecho, será mejor que la escena más icónica de la famosa película, ya que el agua estará calentita.
La vida de Adèle
La sensibilidad y el realismo con el que Adèle Exarchopoulos interpreta a la joven Adèle ya son sobrecogedores de por sí. Pero si además tenemos en cuenta el hiperrealismo con el que esta película plasma los inicios del primer amor y la pasión de la primera vez, tenemos el resultado esperado: un inevitable aumento de la temperatura general del hogar.
Y es inevitable, el sexo entre dos mujeres/personas con vagina es la fantasía, así aproximadamente, del 90% de hombres y personas con pene heterosexuales del planeta (por no decir el 100%); y es la fantasía secreta de muchas personas con vagina.
Crueles intenciones
Peli de culto de los 90, protagonizada por l@s jóvenes de moda en Hollywood, que no estuvo exenta de polémica. Tensiones sexuales no resueltas, relaciones de poder, traiciones... Una combinación que te dejará con ganas de jugar.
Nada como ver esta peli con quien tú quieras a la luz de una vela de masaje con aroma que creará la atmósfera perfecta para que terminéis temblando.
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Nueve semanas y media
No puede faltar en esta lista la historia que, sin lugar a duda, inspiró la trilogía de 50 sombras. La sórdida historia de dominación-sumisión entre el apuesto hombre de negocios y la joven inocente que dejó a todo el mundo en los años 80 enamorado de Mickey Rourke.
¿Y por qué no probar algunas de las escenas más calientes de la peli con tu pareja? Nada como un striptease para reavivar la pasión, o como privarte de uno de tus sentidos para agudizar el resto. Hazte con un kit como el Tickle Me, de Shunga y déjate llevar.
50 Sombras de Grey
Cómo no, la primera parte de la trilogía más hot de la década no podía faltar. Engánchate a la ardiente relación entre el atractivo y poderoso Christian Grey y la frágil Anastasia Steel. No hay nada como ver esa peli con tu compI de juegos para asegurarte una noche de lucha de poder entre las sábanas.
Si queréis jugar como Christian y Anastasia en la cena en casa de su madre, e incluso llevarlo a otro nivel, nuestra recomendación es que pruebes a llevar puestas unas bolas chinas como las Ada, de Platanomelón, durante una cena de empresa, familiar o con colegas. Depende de lo travies@s que podáis llegar a ser. Oh my...
Match Point
La pasión entre Scarlett Johansson y Jonathan Rhys-Meyers en Match Point es más que palpable, y el encuentro en el campo de trigo solo es un ejemplo de ello. Para muestra, esta escena en la que ella tiene la sartén por el mango ;)
Si te apetece jugar y llevar todo el control, prueba a tapar a tu compi los ojos con un pañuelo de satén, átale las muñecas al cabecero de la cama y disfruta de dominar la situación. No poder ver ni moverse le hará enloquecer... por ti.
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Ahora es tu turno: cuéntanos, ¿qué película consigue siempre ponerte a cien?