Nos gusta jugar, pasarlo bien, disfrutar de nuestra sexualidad… pero también hacerlo bien y sin sorpresas, ¿verdad? Cuando se juntan dos (¡o más!) personas puede haber millones de sorpresas.
¡Son muchas, pero controlables!
Una verdad como un templo 😌
Allí están las ITS, esperando su oportunidad. ¿Y si producimos óvulos y “aparece” un escuadrón de espermatozoides…? ¡Un espermatozoide puede vivir dentro de la vagina hasta 5 días! Días enteros correteando con una sola misión en la cabeza…
Pero, tranqui, es posible divertirse sin riesgos, ¡aquí te lo contamos!
El “método” de la abstinencia pura y dura
Algo que no falla para evitar las ITS, así como la posibilidad de embarazos es la abstinencia. Salvo que sea porque apetece abstenerse o porque no tenemos más remedio (sí, todxs pasamos épocas de sequía forzada), dejar de mantener relaciones sexuales para evitar problemas es una opción bastante radical. ¡Hay medios para disfrutar! ¿Dónde queda la diversión?
Que no pare la fiestaaa 🎈
La abstinencia total, dejar de mantener relaciones sexuales con otras personas, es la única forma de obtener una seguridad del 100%.
Claro que hay trampa: si compras todos los billetes de lotería, seguro que te toca. Pero lo dicho, ¡es una elección personal!
El problema de este “método” es que podría fallar si cualquier día apetece pasarlo bien y no hay un plan B.
De calendarios y termómetros
Si lo que se busca es evitar un embarazo no deseado, hay métodos llamados abstinencia periódica o planificación natural. Estos consisten en no usar ningún tipo de barrera, dispositivo u hormona.
Hay cuatro métodos importantes... 👀
Dentro de estos métodos está el Billings o método del moco cervical, que se basa en la observación de la lubricación de la vagina y la consistencia del fluido. Si el moco es más abundante, fluido y resbaladizo, será una fase fértil… en teoría. Muchos cambios externos pueden hacer variar el moco, ¡incluidos un montón de medicamentos!
También es conocido el método de la temperatura basal. Los grados de la vagina aumentan durante la ovulación y disminuyen en los periodos menos fértiles. Sin embargo, la temperatura basal no es perfecta: ¡puede variar por distintos factores!
El método Ogino-Knaus (o método del ritmo) está marcado por un calendario de fertilidad, y el método sintotérmico es una especie de mezcla de los métodos anteriores más el control del cuello uterino.
El método sintotérmico es muy complejo. Funciona siempre que haya ganas y tiempo de llevar una complicada tabla diaria con el control de diferentes variables. Si te produce curiosidad puedes preguntar a tu gine para que te cuente cómo funciona y de paso conocerte un poco más (y no, aunque lo aprendas no te convalidan la carrera de Medicina).
Eso sí, recuerda que estos métodos ofrecen porcentajes de natalidad no deseada más altos... ¡y no evitan los riesgos de infecciones!
Las opciones hormonales
A finales de los años 50 se empezó a popularizar la píldora, un concentrado de hormonas que evitaba que se produjera la ovulación.
Su uso se extendió rápidamente. Fue una revolución para evitar embarazos no deseados, pero no ayudó precisamente a frenar las ITS.
Actualmente hay métodos hormonales basados en la píldora que funcionan de manera muy similar, como es el caso del anillo vaginal, donde las hormonas se liberan de forma directa en el interior de la vagina de forma progresiva.
También existe el parche hormonal o la inyección anticonceptiva (una inyección cada mes o cada tres meses… ¡y listo!).
La píldora y similares son métodos muy seguros para evitar embarazos. Además, en ocasiones se recetan si hay reglas muy irregulares o muy dolorosas, endometriosis, etc. ¡Recuerda que esto siempre deben valorarlo especialistas de la salud! Actualmente hay otras opciones efectivas y cómodas 😊
¿Lo peor? Estos métodos no son aptos para todos los cuerpos ni niveles hormonales; por ejemplo, si hay facilidad para que se formen coágulos en la sangre o si se tiene la tensión ya de por sí alta, las hormonas podrían ser un problema.
¡Mejor consultar! No pierdes nada.
Dispositivos intrauterinos
¡Su nombre lo dice todo! Se colocan en el útero e intentan que los espermatozoides no lleguen a juntarse con el óvulo.
El DIU (dispositivo intrauterino), que puede ser de cobre u hormonal, es uno de ellos. Tiene forma de “T” curvada. Es una opción muy eficaz y dura hasta 10 años, pero puede conllevar alguna contraindicación.
Ante la duda, acude a la gente que más sabe: ¡pregunta a tu gine qué efectos adversos podrían darse en tu caso para tomar la mejor decisión!
Métodos de barrera
El diafragma es un método de barrera menos intrusivo en comparación con el DIU. Es flexible, tiene forma de pequeña cúpula y se coloca al final de la vagina, cubriendo el cuello uterino. Es mucho más fiable si se usa junto a algún espermicida (productos específicos que acaban con los espermatozoides).
¿Sabías que el diafragma existe desde hace mucho tiempo? En el antiguo Egipto ya se usaba (aunque eran otros modelos, claro) 😊
Entre los pros: es barato, no libera hormonas, tiene pocas contraindicaciones y es relativamente fácil de poner. Puedes colocarlo hasta 2 horas antes (no más porque luego el espermicida pierde eficacia) y se deja durante al menos 6 horas después de la última relación sexual.
Los contras: no nos olvidemos… ¡ni el DIU ni el diafragma protegen de las ITS!
Preservativos: lo simple triunfa
Los preservativos son una gran opción, ya sean para penes o para vaginas. Son muy baratos, son sencillos de llevar, de poner, ¡y encima protegen contra la mayoría de ITS! Y, por si fuera poco, se les puede sacar partido para que protejan diferentes partes del cuerpo.
Preservativo para penes 🍌 ... y para vaginas 🍓
Probablemente ya conozcas su funcionamiento: forman una barrera total que impide que los fluidos entren en contacto con el cuerpo de otra persona. Bien usados, son casi infalibles, y más con estos consejos que te pueden ser de utilidad:
- No hay excusas: ¡hay un preservativo para cada persona! Los hay de diferentes diámetros, grosores, texturas y materiales. Si tienes alergia al látex, también hay alternativas hechas de materiales como el poliisopreno y poliuretano. ❌
- Sí, caducan. El preservativo de la suerte que yace en tu cartera desde 2012 no te protege ni del mal rollo. Dependiendo del tipo de preservativo suelen caducar entre tres y cinco años tras su fabricación. Vamos, que el del 2012 está cadáver. 🥀
- Fresco, seco y con poca luz. ¿Te suena? Son las instrucciones para conservar un aguacate o un preservativo. Recuerda: la cartera no es el mejor sitio, y la guantera del coche hará que queden más secos que la mojama y podrían romperse (los preservativos, no los aguacates). 🌹
- Es MUY difícil que se rompan (siempre que hagas caso al punto anterior). Es casi imposible si son de una marca reconocida, pero se pueden rasgar si se dañaron previamente. Una pequeña raja en la superficie hará que se rompa. ¿La solución? Nada de abrirlo con los dientes ni pellizcar con las uñas, ¡y mucho menos unas tijeras! ✂️
Y un último tip: nos encantan los preservativos porque son perfectos para combinarlos con juguetitos sexuales compartidos. Pruébalos. ¡Evitarás otros problemas! 😉
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Para finalizar, recuerda: más que malos o buenos sistemas de protección, hay malas y buenas formas de usarlos. ¡Anímate a conocerlos todos y encontrar el ideal para ti!
Lo que es válido para una persona no tiene por qué serlo para otra. Y si debes confiar en alguien… que sea en profesionales de la salud. ¿Quién mejor para ayudarte a decidir? 😊