A veces para dar en el blanco ¡está bien no empezar siempre con un tiro directo al centro! Pues, aunque sea obvio que nuestros puntos máximos de placer suelen concentrarse entre las piernas, es importante y muy seductor tener presente aquellas zonas erógenas del cuerpo que a menudo quedan relegadas a un segundo plano a pesar de la gran estimulación y gozo que estas nos proporcionan.
Por eso, y porque desde Platanomelón apostamos por una vida sexual activa y fuera de la monotonía, hoy exploramos 10 zonas erógenas para disfrutar del buen sexo, solx o acompañadx, desde nuevas y sugerentes perspectivas. ¡A disfrutar!
Estas son las 10 zonas erógenas que jamás deberíamos olvidar:
- La boca
Tan próxima y a la vez tan alejada a medida que van pasando los años en una relación de pareja. ¿Cuánto tiempo le dedicas a la boca de tu compi de juegos? A su labio inferior y superior, a su lengua, a sus curvas, a sus formas, a sus texturas, a mirarla... Parece que a veces en el plano sexual solo usamos nuestras bocas para besarnos y sin embargo estamos ante un punto erógeno tan seductor que se nos olvida el placer que nos da en sí misma, sin olvidar su papel fundamental también en el sexo oral.
Por eso, te proponemos que te tomes tu tiempo para redescubrirla y disfrutarla de nuevo, para juguetear, frotar tus labios con fuerza y volver a sentir aquel ímpetu de la adolescencia con el que la usábamos en nuestros primeros besos, para darle el protagonismo que siempre se ha merecido.
- Tras las rodillas y los codos, áreas de piel fina
Estas zonas suelen ser extremadamente sensibles y excitantes cuando las acariciamos ya que en ellas circulan bastantes vasos sanguíneos y proporcionan mucho cosquilleo y placer. En todos los cuerpos podemos encontrar este tipo de zonas tan sensibles entre los muslos internos, en los arcos de los pies, en la zona interna de los brazos y bíceps y en los omoplatos.
Acariciarlas, besarlas, pasar una pluma sobre ellas o, por ejemplo, deslizar un sensual aceite sobre ellas puede convertirse en una experiencia mágica. Como idea para llevarlo a la práctica de un modo súper sexy puedes utilizar las yemas de tus dedos. Siempre es un placer.
- Pies y tobillos
Como bien es sabido, en los pies tenemos un sinfín de terminaciones nerviosas directamente relacionadas con todo nuestro cuerpo. De aquí que los masajes en los pies puedan convertirse en una experiencia relajante y erótica de lo más placentera.
Para disfrutar de ello puedes ir a una sesión de reflexología o experimentar por tu cuenta y descubrir cuáles son tus puntos más sensibles y después hacer lo mismo con los de tu pareja: presiónalos y acarícialos con cariño.
- Los lóbulos de las orejas
A veces un mordisquito, un beso o hasta un cálido susurro inesperado en el oído puede convertirse en uno de los escalofríos de placer más excitantes del mundo despertando el instinto más sensitivo de nuestro cuerpo con la proximidad y reacción instantánea que conlleva este juego que no tiene por qué limitarse al dormitorio o la intimidad.
¿Por qué no hacerlo en una fiesta, cena o paseo? Hay gente que se vuelve literalmente loca cuando se lo haces sin que se lo espere.
- Los pezones
Los pezones representan una zona tan erógena y de reacciones tan altamente placenteras que algunas mujeres y personas con vulva hasta pueden llegar al orgasmo solo con su estimulación. Eso sí, a cada persona le gusta de un modo distinto, a su ritmo, con diferente presión, factores que puedes ir descubriendo ya sea preguntándole a tu pareja o basándote en sus gemidos y reacciones al acariciarle.
Ya sea a solas o durante las relaciones de pareja, esta zona es algo que debes experimentar en algún momento del encuentro sexual.
- La zona lumbar (parte baja de la espalda)
La zona lumbar puede resultar muy erógena si se estimula con caricias y masajes. Aunque puede producir cosquillas, ¡vale la pena intentarlo! ¿Has probado poner una almohada en la zona baja de la espalda mientras tienes relaciones o juegas a solas? Una almohada, una toalla o un cojín, el hecho es elevar esta parte de tu cuerpo para aumentar de manera natural el grado y ángulo de penetración durante el coito o durante la inserción de un vibrador como Lucas. De este modo estimularás mucho más fácilmente la Zona G. Una vez que lo pruebes seguro que se convertirá en uno de tus trucos favoritos.
- Sobre la piel, jugando con cambios de temperatura
El efecto frío/calor no es ningún mito; la sensación que nos produce tal contraste térmico puede suponer un gran estímulo para todo el cuerpo en general, creando una experiencia de lo más excitante en el que las sensaciones de más a menos juegan un papel fundamental al incrementar la sensibilidad de la piel... ¡Irresistiblemente sensual!
- Las nalgas y los muslos
A veces una buena nalgada en el trasero puede estimularte de manera sorprendente en cuanto a excitación sexual... Ideal para despertar la sensación de placer/dolor que tanto puede llegar a gustar y subir la temperatura ambiente.
Aquí cabe aclarar que, aunque se trate de una zona erógena no todo mundo va a disfrutar de recibir nalgadas: siempre se debe tener consentimiento de ambas partes para comenzar esta práctica e ir poco a poco: primero una leve nalgadita para ver si a tu compi de juegos le gusta y se siente cómodx.
- Las muñecas y las manos
Inmovilízalas, átalas o sujétalas. El hecho es que jugar con ellas en pareja, y sentirte atrapadx, a su merced, también significa dejarse llevar y experimentar a partir de la sujeción, atreverte a ir más allá. Un juego bondage que seguro te hará sentir más que nunca, desde nuevas perspectivas. Recuerda siempre hacerlo con consentimiento.
- Masajes siempre, no solo al principio
¿Por qué muchas parejas solo se dan masajes al principio de su relación? ¡Esto no puede ser, nunca deberíamos dejar de hacerlo! ¡Hay que dejarse querer!
Es súper importante no dejar de practicar esos deliciosos masajes, desde el cuello hasta los glúteos, deslizando nuestras manos con suavidad y acompañándolo con ondeantes movimientos, distintas presiones, y todo el cariño y creatividad del mundo. Porque un buen masaje, siempre, SIEMPRE, es un gran estimulante para comenzar a jugar con el pie derecho.
Ahora, dinos, ¿cuál es la zona de tu cuerpo que despierta tu lado más sensual y ardiente?
¡Tenemos algo para ti!
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