Aprende a mover las caderas en la cama

Aprende a mover las caderas en la cama

El movimiento de cadera es clave a la hora de tener sexo: te enseñamos las claves para moverla a la perfección

Los movimientos que podemos practicar con nuestra pareja sexual son infinitos si nos atrevemos a explorar y nos dejamos llevar. Aquí la imaginación juega un papel importantísimo: sobre gustos no hay nada escrito y los movimientos deberán amoldarse al disfrute de ambxs. No olvidemos que, en el sexo, buscar la compenetración y la conexión con la otra persona y saber escuchar a nuestros cuerpos es esencial.   

Dicho esto, lo cierto es que unos consejillos de movimiento para el sexo con penetración nunca están de más… Aquí es donde entran las caderas, de cuyo movimiento dependerá cualquier postura que quieras practicar. Ni que decir tiene que se trata de la pieza clave para movernos en la cama. Sin ella, nos moveríamos como palos agitados por el viento: a lo loco y sin ritmo alguno. 

Pasos para aprender a mover la cadera 

La clave para moverse bien en la cama es moverse bien fuera de ella. Por eso, lo primero y principal es aprender a mover la cadera sin mover el resto del cuerpo, lo que se conoce como disociar la cadera, una práctica que te será muy útil para dominar el arte del amor vertical con penetración. 

Paso 1: Rotación de caderas 

Lo primero que tienes que aprender es a rotar la cadera. ¡Es muy sencillo! Ponte de pie con las rodillas estiradas y bloqueadas, es decir, que no se muevan. Se trata de llevar la cadera hacia delante, primero de un lado y luego del otro. 

Para ello, gira la cadera hacia delante con las rodillas rectas y sin mover el tronco ni los hombros. Comienza despacio... Primero de un lado y luego del otro. Así: 

Ve practicando este movimiento hasta que lo domines. Recuerda: comienza poco a poco y, cuando lo tengas bajo control, prueba a aumentar la velocidad. 

Paso 2: Dibuja un cuadrado 

Este paso es muy sencillo y seguro que lo conoces. Coloca las manos en la cadera y flexiona las rodillas. Una vez aquí, lleva la pelvis hacia delante, luego hacia un lado, hacia atrás, hacia el otro lado y vuelve a comenzar. Y ahora todo junto: delante, izquierda, atrás, derecha, delante. ¿Lo tienes? 

Este movimiento te ayudará a tomar conciencia de tu cadera y a moverla independientemente del resto del cuerpo. 

Paso 3: Eleva la cadera 

Ahora que ya dominamos los movimientos más básicos, y aprovechando lo que ya hemos aprendido, subimos un poquito la dificultad. Se trata de mover la cadera de arriba abajo, sin mover el resto del cuerpo. 

Comienza con ambas rodillas flexionadas. Una rodilla se estira, elevando la cadera, mientras la otra se mantiene flexionada: 

Si lo haces de forma correcta, la cadera debería moverse prácticamente sola. Y cambiamos la pierna. 1, 2. 1, 2. 

Si te apetece ir más allá, prueba a volver a la posición de inicio antes de cambiar la pierna, en lugar de pasar directamente de una pierna a otra: una rodilla se estira elevando la cadera. Vuelve al centro, con ambas rodillas flexionadas, y luego estira la otra rodilla. 1, centro, 2, centro. 

Pues bien, esto es todo lo que necesitas saber para aprender a disociar tu cadera. Ahora, si quieres aprender a llevar estos trucos a la cama para explorar sus posibilidades, no dejes de leer. 

Cómo mejorar en la cama si tienes vulva 

Hay ciertos movimientos que pueden ser muy placenteros si los llevas a la cama.  

Antes de comenzar, puedes pedirle a tu pareja sexual que te sujete por la cadera para ayudarte a mantener el equilibrio y evitar una posible caída... ¡No queremos que te hagas daño! 

Movimiento 1: En círculos 

Bien, estás encima... Hay que sacarle provecho a eso, así que puedes comenzar moviéndote en círculos. Apóyate en su pecho o brazos y gira ligeramente en la dirección que desees. Debes asegurarte de tocar todos los puntos: derecha, izquierda, adelante y atrás. 

Si tu pareja sexual tiene pene, con este movimiento estarás dando un masaje a su miembro, que a su vez estará estimulando todos los rincones de tu vagina y estimulará indirectamente tu clítoris. Aquí ganáis ambas partes. ¿Y si tu pareja sexual también tiene vagina? ¡Prueba y verás! El roce de las vulvas estimulará las terminaciones nerviosas de ambos clítoris. Placer asegurado. 

Movimiento 2: El gusanito 

Cuando os canséis del anterior movimiento, prueba a moverte como un gusanito, desplazando las caderas de adelante hacia atrás. Esto te dará más control a ti y más placer a ambas personas. 

Movimiento 3: Bubble 

Y, por último, si quieres marcarte un “Rihanna” en la cama, aprende el paso básico de twerking para deleitar a tu pareja sexual tanto si estás encima como si estáis disfrutando de la postura del perrito. 

Para practicar y dominar esto, puedes comenzar fuera de la cama. El movimiento aquí es sencillo: colócate con las piernas abiertas y flexionadas, manos encima de las rodillas, bajas todo lo que puedas y sacas un poco el trasero hacia atrás. Y entonces: fuera, dentro, fuera, dentro. 

Intenta mover únicamente la cadera, porque si no, puedes hacerte daño. Una vez lo tengas controlado, puedes aumentar poco a poco la velocidad. 

Cómo mejorar en la cama si tienes pene 

Prepárate para aprender unos cuantos movimientos que sorprenderán a tu pareja sexual.  

Antes de comenzar, y para poder desarrollar mejor los movimientos, pídele a tu pareja sexual que se ponga en la posición de perrito y que se abrace a una almohada, manteniendo el pecho en la cama. 

Dato interesante

La forma de tu pene podría influir en un mayor disfrute de tu pareja sexual según la postura que adopte, es decir, si tienes una curva pronunciada hacia arriba, es probable que tu pareja sexual sienta más placer si está boca arriba. 

Movimiento 1: Profundo 

Ponte detrás de tu pareja sexual con las rodillas en la cama. Lo primero que tienes que hacer es arquear la espalda y luego levantar las caderas y llevarlas hacia delante, para después retirarte arqueando la espalda, como un movimiento ondulante. Recuerda que lo que se mueve son tus caderas, no tus brazos. Así que mantenlos firmes. 

Movimiento 2: Puntita 

Este movimiento es perfecto si quieres estimular las terminaciones nerviosas que se encuentran en la entrada tanto del ano como de la vagina. Es básicamente como el anterior pero al revés, es decir, entras con la espalda recta, y luego te retiras bajando la pelvis y sacando el trasero hacia atrás. 

Movimiento 3: Remolino 

Para este paso, adoptaremos una postura diferente: la persona con pene se situará de pie al borde de la cama y se acercará a la otra persona. Se trata de hacer círculos alrededor de su ano o vagina. 

Para facilitar este movimiento puedes ayudarte alternando la planta de los pies, de manera que el movimiento quede mucho más marcado.  

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Con estos trucos, no solo mejorarás las relaciones con tu pareja sexual, sino que ampliarás tu abanico de movimientos para conocerte y disfrutar (y hacer disfrutar) de tu sexualidad. Recuerda: no es algo que se domine de un día para otro, sino que requiere de paciencia, mucha práctica y comunicación. Así que pon tu música preferida, échale imaginación y, ¡disfruta aprendiendo! 

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