Llega un día en que, tras mucho tiempo diciendo que jamás lo harías, que no ibas a participar de esa pantomima, que no crees en ello, que no es para ti, que no te va ese rollo, que eso es para gente que solo quiere jugar a las cartas, te haces Tinder.

Te lo abres en plan coña. “No, yo esto no lo voy a usar en serio, es para ver qué hay por ahí” –dices tras un par de copas de vino con tus colegas. Y claro, os ponéis a mirar Tinder. Y al final, lo que había empezado como una noche de bromas y risas termina con que te enganchas; porque, no nos engañemos, medio planeta está ahí; y si tú tienes cuenta, seguro que hay gente normal y simpática que también la tienen.

Y es que todo ha cambiado en los últimos años: la manera de comunicarnos, la manera de viajar, de elegir restaurante, de ir de compras y, cómo no, la manera de ligar.

Como no queremos que las ganas de sexo nublen tu juicio, hemos hecho una lista de todos los dramas que pueden surgir durante tu aventura en Tinder, ¡para que los evites con un rotundo NO a tiempo!

 

1. Perfiles extraños

 

 

Gente sujetando peces, te parecerá una locura, pero hay más de los que piensas. Señores de 45 que dicen tener 29. Jóvenes rodeados de gente que podría ser modelo de Victoria's Secret...

Recomendación Platanomelón: nada como tirar por la vía del humor. ¿Que suben fotos con un pez? Pues tú sube una foto con tu conejito favorito ;) ¡Y cuando estés fuera de cámara, disfrútalo un poquito!

 

2. El primer mensaje subido de tono

 

Si creías que a ti esto no te iba a pasar, estabas flipando.

Recomendación Platanomelón: ante un mensaje subido de tono, lo mejor es un unmatch. Si no, te arriesgas a pasar al siguiente drama...

 

3. El que te insulta


No le has contestado. Te ha invitado a pasar una preciosa y encantadora velada en su casa practicando sexo oral y no te has dignado a contestar. ¡Cómo te atreves! Si no haces unmatch rápido, lo más posible es que encuentres una bonita retahíla de insultos cuando vuelvas a abrir Tinder.

Recomendación Platanomelón: aparte de hacerle unmatch, hazte con un buen juguetito que te haga tener orgasmos sin parar, como el estimulador Mambo.

 

4. El chat práctico

Tal vez aún no lo sepas, pero hay gente que paga Tinder para poder buscar ligues de cualquier parte del mundo, así se “organizan” bien las vacaciones antes de llegar. El caso es que esta misma gente es la que te abre un chat claro y conciso: “Estoy aquí hasta el domingo, esta noche tengo plan, ¿quedamos mañana para jugar a las cartas?”

Obviamente, no dice "jugar a las cartas", eso ha sido una licencia poética.

 

5. La primera vez que das tu número

 

Un día hablas con una persona un poco maja y caes en el clásico truco de “¿Me das tu número? Es que el chat de Tinder es una mierda. Jeje”. Tú vas y se lo das y te habla por Whatsapp. Y luego resulta que no te gusta tanto. Y no quieres bloquearlo porque te parece un poco extremo, así que contestas menos y menos a sus mensajes, y entonces llega...

 

6. El primer mensaje pasivo-agresivo

Porque esta persona ya no te gusta, pero tampoco quieres ser borde. Cuando te llega un mensaje suyo lo pasas un poco mal, no quieres mirarlo, por si es un “Vete a la mierda”. Que, si lo piensas fríamente, tampoco debería importarte, pero te importa. Al final, cuando te llega el mensaje tan temido, lo borras directamente. Es el momento del BLOCK.

Recomendación Platanomelón: ni tan mal, en realidad tenías ganas de librarte de esta persona, ¿no? Sus mensajes no deberían afectarte en absoluto. Eso sí, la próxima vez, ¡mira bien a quién le das tu Whatsapp!

 

[lead-capture]

7. La realidad supera a la ficción

En las fotos de Tinder parecía recién sacad@ de un anuncio de Lacoste. En persona... no precisamente. Y es que, tenemos que entender que Tinder es un escaparate en el que nos presentamos, y solo podemos usar un par de fotos y unas líneas; si queremos pasar el primer filtro, más vale que nos vendamos bien.

Recomendación Platanomelón: puede parecer muy superficial, pero si realmente tienes dudas, pide que te envíe más fotos antes de quedar. Tú has sido honest@ con tus fotos, qué menos que esperar lo mismo a cambio.

 

8. La primera cita con un salido

Esa persona que parecía una deidad griega en las fotos ha llegado, no quieres ser superficial, así que, obviamente, no te vas corriendo. Te quedas, por chat parecía amable, os sentáis a tomar algo, habláis de cosas y, a los cinco minutos, saca EL TEMA. Qué tema, te preguntarás. Sexo. Sí, lleváis cinco minutos junt@s y ya te ha propuesto ir a su casa porque le pones mucho, te ha dicho que le gustan tus tetas o cualquier cosa del estilo. ¿Lo bueno de esto? Ya puedes salir corriendo sin parecer una superficial.

Recomendación Platanomelón: si no te sientes a gusto, ya sea en una cita de Tinder o con alguien que te ha presentado una amistad común, o lo que sea, sé clar@. Las citas están para divertirse, no te sientas en la obligación de quedarte. La gente tiene derecho a cambiar de opinión, ¿no? No te inventes una excusa ni des lugar a la duda, termina tu café/copa/lo que sea y di que ha sido un placer, pero quieres volver a casa.

 

9. Esa persona que parece perfecta

Tras una primera cita bochornosa con alguien de Tinder, tardas un tiempo en recuperar la fe en la aplicación. Un día, del aburrimiento, vuelves a entrar y te encuentras con tu personaje Disney de ensueño. Quedáis. Es tan guap@ como parecía en su perfil. Te invita a todo. Es inteligente, tiene conversación. Vas a su casa porque, a ver, ES LA PERFECCIÓN HECHA PERSONA

Te adelantamos el final: no vuelves a saber de esa persona. Has caído en sus redes, Tinderella.

Recomendación Platanomelón: sé práctic@. Solo habéis quedado una vez, puede que pases un par de días con un poco de bajón, pero verás cómo en menos que canta un gallo, lo olvidarás. ¡Lo que se está perdiendo! Y, ante todo, ¡que te quiten lo bailao!

 

10. Ese ligue que ha estado con tu colega

Aparece un persona fabulosa, hacéis match, habláis, vais a quedar. Una tarde con tus colegas, les enseñas a la persona en cuestión y alguien dice “Ostras... estuvimos junt@s hace dos semanas. Aún no me ha escrito, pero me gusta mucho..." Bajón. ¿Lo bueno? Resulta que era otro Príncipe Encantador, ¡así que no tienes que pasar por lo mismo!

Recomendación Platanomelón: no vuelvas a sacar el tema a no ser que lo haga de tu colega. ¿Que te apetece mucho quedar con el ligue? Bueno, ojos que no ven... Eso sí, ya has visto lo que le ha hecho a tu colega, no creas que contigo será diferente.

 

11. Esa persona que no lo pilla

Quedáis y no hay química. No es que haya hecho nada malo, simplemente no hay química, a veces pasa. Termina la cita e insiste en acompañarte hasta tu casa. No tienes muchas ganas, pero insiste. Vais hablando, llegáis a tu portal y tú te despides, sin más. Se acerca a darte un beso. Momento incómodo. Te apartas disimuladamente y le dices que seguís hablando. Lo más seguro es que esto termine desembocando en el punto número 6.

Recomendación Platanomelón: si alguien no te gusta, lo mejor es ser dejarlo claro (sin ofender). Di “Me lo he pasado muy bien contigo, pero ahora mismo busco algo diferente”. Mejor enfrentarse a las cosas a tiempo que hacerlo tarde y con mala leche.

...

Pero claro, ¿acaso no te encontrarías a esta gente también por la calle? ¿No hay salid@s o Príncipes Encantadores en los bares? Sí, pero también hay personas que también merecen la pena. Así que ¡no pierdas la esperanza! Sea lo que sea lo que busques, ¡seguro que lo encontrarás!

Mientras tanto, disfruta de ti mism@, ¡no hay nada más divertido! Ya en su día te contamos los beneficios del autoamor, y hoy aprovechamos para recordarte que ¡existen juguetes estupendos para que no existan períodos de sequía, ¡o para que las ganas de sexo nublen tu juicio! ;)