Cuando somos pequeñxs nos enseñan, o deberían enseñarnos, a decir que no. Y ¿por qué esto es tan importante? Pues porque aprender a decir que no genera una habilidad para la vida e incluso puede ayudarnos a prevenir una serie de malos entendidos y malos ratos.
La importancia de decir que no
Parte de la importancia de decir no, es que muchas veces no tenemos en cuenta que las demás personas no saben lo que nos gusta y lo que no nos gusta, lo que queremos y lo que no queremos, lo que estamos dispuestxs a hacer y lo que no. Por ello es importante dejarlo claro. De esta manera quienes te rodean podrán llegar a un acuerdo contigo, o saber qué situaciones o temas no te gusta comentar, para no hacerlo.
Tener esta habilidad significa autocuidado, autoconocimiento y aceptación. Si no practicamos el decir que no, nuestra autoestima se verá afectada cada vez más porque estaremos anteponiendo los deseos y necesidades de las demás personas a los nuestros, y eso con el tiempo nos hará sentir cada vez más mal.
Además, todo esto puede acumularse y en algún punto de tu vida puedes explotar, lo que sería contraproducente tanto para ti como para las personas que te rodean.
En este artículo partiremos desde el hecho de que a muchxs de nosotrxs no nos enseñaron a decir esa poderosa palabra: NO. La idea es que conforme nos acerquemos al final veremos que pensaremos dos veces antes de decir “sí” sin una buena razón, solo por no quedar mal, evitar conflictos o por mero compromiso.
¿Por qué no podemos decir que no?
Existen muchas razones por las que una persona no puede decir que no. Después de leerlas, trata de identificar en dónde estás tú para trabajar en lo que te hace falta. ¡No te preocupes! Muchxs de nosotrxs hemos pasado por eso, y es cuestión de irlo trabajando poco a poco.
- Miedo al qué dirán 😣. Tal vez fuimos de las personas que de peques nos hacían saludar a nuestrxs mayores con un beso o un abrazo, aunque quizás no nos gustara, o a realizar algo que no queríamos hacer como bailar, cantar, etc... Si decíamos que no, en automático se nos tachaba de “niñxs fexs” y que por no hacerlo ya no se nos querría o ya no se nos daría algo... “niñx fex, ya no te voy a querer”, “niñx fex, ya no te voy a comprar el dulce que querías”. Si esto fue a lo que nos acostumbramos, es muy probable que ya de adultxs nos pensemos dos veces antes de siquiera pensar en decir que no. Podemos creer que si decimos que no lxs demás van a pensar que somos egoístas o que no somos personas acomedidas, o que no queremos apoyar... “algo seguro dirán”.
- No saber poner límites🚫. Debemos aprender y desarrollar como habilidad, nuestra habilidad para poner límites. Si no sabemos marcar un límite, es muy difícil aprender a decir que no. Para esto debemos irnos un paso atrás y conocernos, es decir, identificar lo que queremos y lo que no. De esta manera será más fácil establecer límites con las personas y dejar en claro hasta dónde puedes aceptar tal o cual cosa o situación. Por ejemplo, en el plano sexual es fundamental pues de esta manera la vas a pasar mejor, estableciendo qué es a lo que estás dispuestx o no a hacer o experimentar.
- No saber cómo saber expresarse con asertividad 😟. Si bien sabemos que el no es una opción que podemos tomar cuando deseemos, lo cierto es que muchas de las veces no sabemos hacerlo de manera asertiva, es decir que nuestra negativa se entienda y no sea recibida como una agresión. Esta es otra de las habilidades que debemos trabajar.
Estas son solo algunas de las razones por las que no sabemos decir que no, pero en definitiva cada persona es un mundo. Tal vez así nos educaron, tal vez nos da miedo el rechazo o hemos tenido malas experiencias. Lo importante, aquí, es que empecemos a desarrollar esa habilidad, que como cualquier otra necesita “entrenarse”. Para eso, te vamos a dar algunas ideas...
Cómo podemos decir que no
- Practicar🏋. Sí, como lo lees: hay que entrenarnos en ello para poder aplicarlo en nuestra vida de manera cada vez más natural. Así que tranqui, en definitiva no nacemos sabiendo estas cosas pero la gran noticia es que nunca es tarde para aprenderlas. Puedes imaginarte en situaciones o recordar alguna que te haya pasado y en la que no hayas podido decir que no. Párate frente a un espejo, observa tus gestos, lo que te genera incomodidad, lo que pasa por tu cabeza; también pon atención a tu tono de voz y qué palabras usas. Piensa todas las posibilidades alrededor de esa situación: si querías hacerlo, si tenías tiempo, si te sentías cómodx, etc.
- Saber cómo🤓. Ya dijimos que parece que decir la palabra “no” es de lo más fácil. Sin embargo, si no estamos acostumbrados o no nos entrenamos en el cómo, aún cuando logremos decirlo podemos hacer sentir mal a las demás personas sin que ese sea nuestro objetivo. Más adelante te damos un gran tip para lograr esto.
Melóntip
La psicóloga clínica, formadora y divulgadora Elia Roca, en su libro Cómo mejorar tus habilidades sociales, explica una manera asertiva para aprender a decir no, que le llama la técnica del sándwich. Su propuesta consiste en aprender a “suavizar” el mensaje que pudiera incomodar a la otra persona diciendo algo positivo inmediatamente antes y justo después del No, envolviendo la negativa en dos panes positivos.
Ejemplo:
Si bien aquí te damos algunas recomendaciones de cómo lograr decir que no, es importante que seas sincerx contigo mismx e identifiques cuáles son tus capacidades. Es decir, si aún con esta información no logras el objetivo, lo mejor será que busques ayuda profesional. Ir a terapia será de gran ayuda, porque puede que la razón sea más profunda y es mejor indagar para poder trabajarlo y de esta manera tener más habilidades para la vida, ¿no suena genial?
Te darás cuenta poco a poco que tomar las riendas de tu vida será maravilloso y eso impactará en todo lo que hagas y, claro está, en tu autoestima.