Decir que una cosa no te gusta no es algo malo, al contrario, te puede ayudar a alinearte aún más con tu pareja sexual

En ocasiones nos cuesta pedir placer en el sexo, y si lo hacemos, no sabemos cómo decirlo o cómo hacerlo sin herir emocionalmente a la otra persona. En el capítulo 2 de la tercera temporada de Sex Education (cuidado, se viene un spoiler), Adam tiene problemas para explicarle a su nuevo novio Eric qué es lo que quiere en la cama, y eso supone un malentendido. Eric acaba creyendo que su chico no quiere tener sexo con él, aunque es todo lo contrario. Adam explica a la perfección esta frustración en un diálogo con Otis: “No sé cómo decir lo que pienso. Las palabras están en mi cabeza, pero no sé cómo decir lo que quiero decir. Cuanto más lo pienso, peor. La gente me mira, espera que diga algo. Así que, no digo nada. La gente cree que doy miedo o soy un estúpido”. ¿Te has sentido alguna vez así? ¿Te ha pasado algo similar en pareja?

 

No Way Do Not Want GIF by Schitt's Creek 

Lo primero que tienes que tener claro es que es (casi) imposible que todo lo que te haga tu pareja te guste a la primera y que todo funcione a la perfección desde el primer momento, como en las películas. Por eso es importantísimo que desde el inicio intentes comunicarte (asertivamente) en tus encuentros sexuales. Es la mejor manera de conseguir un ambiente cómodo y natural para conectar y disfrutar más. 

Encontrar el momento y las palabras adecuadas para intentar no herir sentimientos no es siempre fácil. Por eso te hemos preparado algunos consejos para que puedas abrirte con tu pareja y explicar lo que te gusta y lo que no en la cama.

Apunte antes de empezar

 

En todo momento, en cualquier situación, tienes el derecho de decir que no quieres o no te apetece tener sexo o alguna práctica sexual en particular. La comunicación, el consentimiento y el consenso son las claves para disfrutar del sexo de manera compartida. Si esto no ocurre libremente, no es consentimiento. Por eso, no quiere decir no, al igual que “He cambiado de idea”, “Ahora no me apetece” “No estoy a gusto” “Estoy insegurx”, “No lo estoy disfrutando” “Estoy confundidx”. Recuerda, el consentimiento es algo que puede cambiar en cualquier momento. Cambiar de opinión es totalmente lícito, ¿o no te ha pasado nunca que querías comer pizza, llegas al restaurante y te apetecen más espaguetis? En el sexo y las relaciones puede pasar exactamente lo mismo.

Saber decir que no es un arte

Hay varias formas de comunicarnos y decir que algo no nos está gustando (las más comunes son la comunicación pasiva, la asertiva o la agresiva), pero no todas son las más adecuadas.

Antes de darte más explicaciones sobre cada estilo de comunicación, te queremos poner un ejemplo sencillo para que lo entiendas mejor: 

 

Tienes una cita con tu pareja y, cuando llegas al restaurante, está con todxs tus colegas; así que tu plan romántico se ha ido al carajo. Tu respuesta podría ser: 

  • Agresiva: “¿Cómo se te ocurre invitarlxs? Era nuestra cita!” gritando en medio del restaurante. 
  • Pasiva: “Bueno... Vale, ya veo que has invitado a más gente...” y pones mala cara toda la noche.
  • Asertiva: “La verdad es que pensaba que cenaríamos a solas, me había hecho a la idea de tener una cita romántica. Ya que han venido cenaremos todxs, el próximo día preferiría que me avisaras con antelación”.
Forma agresiva

Comunicamos haciendo sentir mal a la otra persona, atacándola, sin tener en cuenta cómo se puede sentir. Tiene que ver con las palabras que usas, con tu tono de voz, con tu lenguaje no verbal… En la cama puede ser algo parecido a “Lo estás haciendo fatal” o “Así no se hace, para eso ya me lo hago yo”.

A esto  se le llama también sincericidio, es decir, decir las cosas sin filtros, sin medir el impacto de las palabras y sin ser consciente del dolor que puede provocar lo que se dice a la otra persona. La sinceridad es importante, pero también lo es medir las palabras y tratar a la otra persona con humanidad.

Forma pasiva

No decir nada por miedo a la reacción de la otra persona, esperar que entienda nuestra pasividad como una negativa o decir cosas tipo: “Lo que tú quieras...”, “Sí, hacemos lo que digas…”. Intenta no decir las cosas por decir o pasarle la pelota a la otra persona. No hay que vivir un mal rato porque no nos está gustando algo y solo estamos deseando que acabe. Esta opción tampoco te va a beneficiar porque, aparte de pasarlo mal, te va a acarrear otros problemas, y no estarás del todo a gusto con tu pareja. No esperes demasiado para decir lo que sientes, cuanto antes mejor, y así podréis jugar largo y tendido.

Forma asertiva

And the winner is… ¡la asertividad! Es la capacidad de comunicar de manera adecuada nuestros pensamientos, opiniones, emociones o sentimientos a las otras personas. Esto incluye tanto lo positivo como lo negativo, así que aprender a decir “NO” también nos convierte en personas asertivas. Empieza buscando la manera en que ni tú ni tu pareja sexual os sintáis mal, es decir:

  • Sé directx pero sin atacar, algo así como: "Sube un poquitín más, hazlo más suave, porfa" o "Me encanta de esta manera ¿probamos? Me encantaría guiarte...".
  • Usa el dirty talk para indicar lo que te gusta: “si haces X en mi X moriré de placer”.

Si las palabras no son lo tuyo 

Busca maneras más sutiles. Puedes hacer gemidos o sonidos de placer cuando algo te gusta. Indica que ese ruidito significa que te gusta, a veces un “Uff” o un “Ay” se pueden malinterpretar, los sonidos son muy particulares de cada persona. O también puedes usar tus manos: guiando, frenando, indicando presión o velocidad. En definitiva, enséñale cómo te gusta con una visita guiada por tu cuerpo.

La asertividad se puede usar en muchas situaciones distintas como: 

 

  • Para decir no a tener sexo a alguien que SÍ te gusta: La verdad es que me gustas mucho, pero hoy no me apetece/no estoy preparadx para tener sexo/ir más allá contigo. Espero que puedas entenderme y me encantaría que pudiésemos hacerlo más adelante”, o “Me encantaría que nos conociéramos más íntimamente, pero hoy no tengo el día. Preferiría esperar a un día en que ambxs tengamos ganas y tiempo para disfrutarlo”.
  • Para decir no a tener sexo a alguien que NO te gusta: Gracias por la propuesta, pero no me apetece, seguro que encuentras otras personas encantadas de pasar esta noche contigo” o “Sé por dónde vas y me siento halagadx, pero no me apetece/tengo otros planes/no estoy en este punto/no siento lo mismo”.
  • Cuando has dicho SÍ a tener sexo, pero has cambiado de idea: “Sé que he venido con muchas ganas pero prefiero dejarlo para otro día/prefiero no hacerlo/no quiero hacerlo/se me han ido las ganas/tengo sueño/he cambiado de opinión” o “Mira, me sabe mal porque creo que lo podríamos pasar bien juntxs, pero ahora mismo no tengo el momento/estoy de bajón”. 

Decirlo a posteriori

Puede pasar que en medio de la acción no sepas decir lo que quieres o que te des cuenta más tarde de que algo no ha ido bien, con la cabeza más en calma. Y te puedes encontrar con dos situaciones básicas: 

  • No quieres volver a tener un encuentro con esa persona: valora el tiempo y el esfuerzo y la importancia que tiene para ti decirle que no estuviste a gusto o que no te gustó. Intenta no hacerle ghosting,  la persona que tienes delante o al otro lado del teléfono se merece un mensaje de despedida. Si no sabes por dónde empezar, por qué no pruebas con algo como: “Este tiempo lo hemos pasado muy bien juntxs, pero ahora prefiero concentrarme en mí mismx”. Algo tan simple como esto puede ayudar mucho a dejar los encuentros de una manera positiva.
  • Es una persona con la que te gustaría repetir o bien es tu pareja sexual: en este caso te recomendamos que, en cuanto encuentres un momento, hables del tema con la otra persona. Una buena técnica para explicar lo que quieres es la técnica del sándwich: di algo positivo (ejemplo: el otro día me encantó esto que me hiciste) + una cosa mejorable (ejemplo: pero aquello otro no me generó tanto placer, me gustaría más si me preguntaras primero) + otra cosa positiva (ejemplo: te lo digo porque me gusta mucho tener sexo contigo).

...

No nos cansaremos de repetirlo: la comunicación es la base de todo encuentro sexual, y la asertividad es la clave para que os podáis entender, jugar y disfrutar aún más de vuestros cuerpos. Lleva el sexo al siguiente nivel diciendo qué es lo que te gusta y lo que no y escuchando a la otra persona. ¡Viva la comunicación erótica!