El sexo en el cine tiene el mismo efecto que el de terror: sabemos que lo que vemos es mentira, pero nos lo creemos igualmente.
Embassy Pictures
Una de las grandes problemáticas del sexo tiene mucho que ver con el golpe que supone la diferencia de las expectativas versus la realidad. Es decir, hemos visto ya muchas escenas de "sexo" en pantalla antes de tener sexo con alguien por primera vez. Y claro… el resultado, siempre, siempre, es decepcionante. Una de las reacciones más comunes es: el sexo está sobrevalorado, ¿no?
No es que las expectativas sean demasiado altas debido a las películas, sino que la tierra prometida simplemente no existe. De hecho, hay un estudio muy interesante realizado por la plataforma médica Zava que compara el sexo que tiene la gente en la vida real con escenas sexuales de 50 películas, entre las que están Titanic, Cisne Negro, En terreno vedado (Brokeback Mountain) y La vida de Adèle. En general, el estudio concluye que el sexo de las películas se aleja mucho de la realidad en tres aspectos: en la representación de los orgasmos femeninos, la práctica inexistente de los mal llamados preliminares (forman parte del sexo) y el uso de protección (solo el 2% de las escenas analizadas muestran, explícita o implícitamente, el uso de preservativo).
River Road Entertainment
Sin embargo, son muchos más los aspectos que hacen que el sexo en la ficción sea enormemente dañino. Según el psiquiatra Ravi Shah, es una pescadilla que se muerde la cola: “la baja autoestima y la comparación con el sexo que vemos en las películas y la pornografía alimentan la ansiedad sexual, tanto en hombres como en mujeres”.
Si la representación de las relaciones sexuales fuera fiel a la realidad, no tendríamos tantas inseguridades en el sexo. No sentiríamos que tenemos que estar a la altura. Sin embargo, el periodista Stuart Heritage apunta que, si las películas mostraran el sexo tal y como es en la vida real, nadie tendría interés en verlo. Por ejemplo, imagina la escena de Titanic. Rose le pide a Jack que la lleve a las estrellas, pero claro, dentro del coche el espacio es muy pequeño, tienen que encontrar la posición en la que lxs dos estén cómodxs, les dan calambres porque no son suficientemente flexibles... Para colmo, todo está impregnado de sudor. Con este panorama, aunque sea con Leonardo DiCaprio, de repente ese viaje a las estrellas ya no es tan atractivo como antes.
Paramount Pictures
Tener sexo en un coche (encima de un barco) no es tan fácil como lo pintan en Titanic. Aunque pueda ser excitante, es enormemente incómodo. Por culpa de esta romantización del sexo en las películas, podemos tardar mucho tiempo en darnos cuenta de que el sexo no tiene por qué ser perfecto. Tiene que ser real.
El sexo real está lleno de situaciones que, cuando nos ocurren por primera vez, tendemos a pensar que somos nosotrxs quienes tenemos el problema, que somos las únicas personas a las que les pasa esto. A continuación, te contamos algunos momentos incómodos durante el sexo que son de lo más comunes, pero que no salen en las películas (¿a lo mejor resultan incómodos precisamente porque no salen en las películas?).
Cuando tu flexibilidad tiene un límite
No todo el mundo lleva haciendo gimnasia o yoga desde los siete años. Si bien la flexibilidad se puede entrenar, también entran en juego factores como la genética o la edad. No te apures y llega hasta donde te sientas a gusto. Si una postura en concreto te exige demasiado, no te fuerces porque puedes hacerte daño. Ten en cuenta que en el sexo se puede retroceder en cualquier momento.
Cuando te das cuenta de que tienes un pelo púbico en la boca
En el mundo de la pornografía o en el cine mainstreams no se ve ni un pelo, pero en la vida real esto no es así. Por este motivo, es muy posible que cuando le practiques sexo oral a otra persona te encuentres algún que otro pelo púbico en tu boca. No pasa nada, son gajes del oficio.
Cuando tu cabeza está pensando en otras cosas
Es muy común tener pensamientos intrusivos en medio de un encuentro sexual: cosas que nos han pasado durante el día, tareas que tenemos pendientes o hasta pensamientos negativos sobre nuestro propio cuerpo. A todo el mundo le ocurre. Cuando detectes uno de estos, intenta concentrarte en el sexo: establece contacto visual con tu pareja y céntrate en tu cuerpo.
Cuando empiezas a notar el ácido láctico en tus músculos
Llevan mucho rato con la misma postura e intensidad y tus cuádriceps lo notan de tanto ir arriba y abajo, pero tu pareja está a punto de llegar al orgasmo y te grita que no pares. Tienes dos opciones: o intentas seguir, llorando de dolor, o pides cambio de postura. Por algo se queman tantas calorías durante el sexo.
Cuando se escapa un pedo vaginal
Cualquier persona con vagina ha experimentado alguna vez, durante el sexo, un pedo vaginal. No huelen nada y es natural tenerlos, ya que se producen por el aire acumulado en el interior de la vagina (como consecuencia de la penetración de un pene, un juguete o los dedos). Cuando te pase, no pidas perdón porque es un fenómeno totalmente natural e involuntario. Lo mejor que puedes hacer es reírte.
Cuando la otra persona no quiere usar protección
Esto es una red flag más grande que un campo de fútbol. Lo mejor que se puede hacer en esta situación es ¡bomba de humo! O sea, ¡corre!
Cuando te duele la mandíbula de tanto hacer sexo oral
Si eres una persona comprometida y disfrutas tanto recibiendo como dando placer, seguro que te has encontrado en esta situación. Tienes la sensación de que llevas horas allí abajo, pero sabes que la meta está muy cerca. Aunque sea el último sprint puedes parar cuando quieras.
Cuando chocan sin querer o te pegas un buen golpe
A veces el sexo puede ser un deporte de riesgo. Si nadie ha salido gravemente heridx, que siga el partido.
Cuando pierdes el interés en hacerlo justo cuando lo están haciendo
Pensabas que te apetecía y que conseguirías ponerte a tono, pero no hay manera. Si las ganas de sexo se han desvanecido, es recomendable hablarlo y dejarlo para otro rato. No pasa nada, estas cosas pasan. ¿Netflix?
Cuando te cuesta llegar al orgasmo
Estás a punto de llegar al clímax todo el tiempo, pero nunca llega. Y empiezas a obsesionarte con llegar. Esto es lo más anticlímax que te puede pasar. Vuelve a la casilla de salida y disfruta del viaje.
Queremos sexo basado en hechos reales
No es que tratemos de ridiculizar el sexo en las películas, sino que buscamos un retrato realista. Por suerte, cada vez están apareciendo más series de televisión y películas que no tienen miedo de mostrar el sexo tal y como es. Por ejemplo, tanto Sexo en Nueva York (HBO) a finales de los noventa como Girls (HBO) durante la década del 2010 son dos series de televisión que ayudaron mucho a normalizar el sexo y a retratar la sexualidad de manera realista.
Más recientemente, Netflix ha producido otros proyectos que destacan por su sexpositivismo y que han tenido un gran éxito de audiencia. Así que, señor periodista Stuart Herige, parece que la gente sí tiene interés en ver sexo realista. Un ejemplo de ello es Sex Education, que se ganó rápidamente el estrellato dando todos los mensajes correctos y necesarios, tratando temas como la masturbación femenina, las lavativas, la normalización del aborto, el vaginismo, las parafilias, el consentimiento o el vagina shaming (ni chocho ni chichi: vagina). Se trata de una serie ideal para educar sexualmente a lxs más jóvenes (y no tan jóvenes).
HBO
Sexo en Nueva York y Girls abrieron el camino, y poco a poco se va ampliando la lista de películas y series que nos representan y con las que podemos sentirnos identificadxs sexualmente. Algunas no tienen pérdida, como por ejemplo Big Mouth, una serie de animación para jóvenes y adultxs sobre el descubrimiento de la sexualidad en la adolescencia con mucho humor. O la serie Normal People (Hulu), que es una historia de amor que vale la pena solo por ver la escena en la que lxs protagonistas lo hacen por primera vez y se lo que nunca se ve: como Connell se pone el condón. La premiada Fleabag (Prime Video) nos regala una escena donde la protagonista se masturba al lado de su novio viendo un vídeo de Barack Obama. También cabe mencionar Shameless, Special, Easy, Euphoria, Orange Is The New Black, Master Of None, Queridos blancos… La lista es bastante larga y no para de crecer. Será que algo estamos haciendo bien.