El gatillazo... Ese “Eeh, te juro que es la primera vez que me pasa” que viene acompañado de una mirada de culpabilidad tremenda por su parte - como si hubiese matado a alguien - y, casi siempre, por un “No pasa nada” y una mirada de lástima por parte de la pareja - como si le estuviera perdonando la vida, ¿no?-.
Pues bien, en realidad es más común de lo que parece. Es probable que no sea su primera vez y realmente no pasa nada. El 50% de los hombres y personans con pene tendrá un gatillazo al menos una vez en su vida. Por si todavía te lo estás preguntando, el gatillazo o disfunción eréctil es cuando el pene no “se levanta”.
Antes de continuar, hay que hacer una aclaración más que necesaria: hablamos de gatillazo cuando ocurre de manera transitoria y esporádica, es decir, que no es recurrente. Y se trata de disfunción eréctil cuando pasa cada dos por tres.
Las causas pueden ser:
- Angustia por destacar en el encuentro sexual, es decir, que la persona que lo sufre esté más focalizado en si le está gustando a su pareja que en disfrutar del momento.
- Estrés, ya sea por la relación sexual en sí, por el trabajo o por alguna situación que le pueda estar afectando.
- Adicciones a sustancias como el tabaco, el alcohol o drogas estropean BASTANTE el rendimiento sexual.
- Enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto.
Pasó, llegó, el gatillazo está aquí. ¿Qué hacemos?
Supongamos que pasa. Que estabais muy a gustito con el juego previo y, cuando queréis ir más allá, llega el temido “gatillaaaazo”... :( ¿Qué tenéis que hacer?
Lo primero, quitadle todo el peso y la atención al TEMA. Es algo que pasa y ya está. No es motivo para enfadarse. La cuestión es que seguimos teniendo un ADN un poco cavernícola y, cuando estamos sometidos a situaciones de estrés, toda la sangre se va a las piernas, para que puedas ¡SALIR CORRIENDO! Vamos, que, tienes todo el riego sanguíneo concentrado donde no deberías tenerlo. Por eso es muy muy importante relajarse.
Parad un momento y calmaos. Sentaos un@ enfrente de otr@ y respirad a la vez. En este caso, el miembro de la pareja que esté más calmado debe guiar la respiración. Concentraos en respirar a la vez de forma nasal, inhalando durante 5 segundos y exhalando lentamente hasta conseguir un ritmo de respiración pausado. Esto hará que toda la ansiedad y el estrés que pueden estar bloqueando la excitación desaparezcan.
- Cuando estéis a gusto otra vez, volved a jugar. Regalaos besitos y caricias que vayan encendiendo la pasión poco a poco. Eso sí, no bajéis la mirada cada dos por tres para ver cómo evoluciona el tema... Lo único que conseguiréis es añadirle más presión al asunto.
- Un masajito con el aceite adecuado siempre puede ayudar a que las cosas suban de temperatura... Haceos con un buen aceite de masaje y regalaos una sesión de caricias sensuales.
- Si el ambiente está empezando a calentarse, poned los motores a toda máquina con una sesión de sexo oral. Podéis probar a hacer el 69 para conseguir el doble de placer.
- Y si después de intentar esto la situación sigue igual, recordad que podéis incorporar a un amiguito como el vibrador conejito Lucas para que os ayude a magnificar las sensaciones... Seguro que amb@s disfrutaréis.
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Recordad: tenéis todo el tiempo del mundo para disfrutar, así que no os estreséis.