Fetiches sexuales

Fetichismo: ¿Qué son los fetiches sexuales y cuáles son los más comunes?

De la misma manera que en otras ocasiones hemos desmentido mitos sobre el sexo, hoy vamos a hablar de prácticas que tal vez te parecerán surrealistas pero que son más comunes de lo que crees. Y es que, aunque puedan parecer de Marte, los fetiches sexuales son una expresión más de la sexualidad y tienen que ver con nuestros gustos y preferencias.

 

Fetiche sexual. ¿Y esto qué es?

El deseo sexual es tan diverso como las personas mismas, y en ocasiones puede dirigirse hacia escenarios que pueden resultar curiosos. Los estímulos que lo despiertan no son universales, y cuando estos se alejan de lo considerado como “normal” dentro de lo socialmente aceptado, hablamos de “parafilia”.

 

Lo que entendemos por “normal” depende de la cultura y evoluciona con el tiempo, por eso la idea de que ciertas preferencias o deseos sexuales sean “anormales” resulta tan controvertida.

 

Dentro del amplio mundo de las parafilias, el fetichismo es de las más conocidas. Definirlo con exactitud no siempre es sencillo, pero podemos entenderlo como la atracción hacia objetos inanimados (como zapatos, accesorios de cuero o incluso velas), hacia ciertos comportamientos (morderse las uñas, practicar boxeo o juegos de rol BDSM) o hacia partes específicas del cuerpo (manos, nariz, mandíbula) e incluso modificaciones corporales como tatuajes. Eso sí, dejando fuera los genitales.

En principio, desear algo atípico no debería preocuparnos... De hecho, todo lo que enriquezca nuestra sexualidad (y nuestro bienestar en general) y la oriente a actitudes positivas debería ser bienvenido. Por supuesto, si alguno de tus fetiches te genera malestar, consulta con una especialista.

 

 

Los fetiches más comunes: 4 tipos de fetiches sexuales

Aunque la lista de fetiches eróticos puede ser interminable porque la imaginación es el límite en el sexo, hemos seleccionado aquellos que creemos que pueden interesarte, así que atención a estos ejemplos de fetiches sexuales.

El consentimiento es una pieza clave a la hora de llevar a la práctica nuestros fetiches! Debemos respetar los límites de la otra persona y asegurarnos de que esta práctica no le supone ningún malestar.

 

Si alguna vez te da curiosidad probar uno de estos fetiches, lo único que necesitas es abrirte a la experiencia: sin juicios hacia tu pareja y, mucho menos, hacia ti. Al contrario, animarse a explorarlo puede ser una forma divertida de fortalecer la confianza y la complicidad entre los dos. ¡Una aventurilla que vale la pena!

 

1. Juego de roles y BDSM

El juego de roles y el BDSM son los fetiches por excelencia y cada vez ganan más popularidad. No es raro que alguien quiera probarlos desde el primer encuentro sexual, así que no te asustes: relájate y disfrútalo. Si a ti o a tu pareja les apetece experimentarlo, hablen antes de sus límites y reglas para que todo sea seguro y más placentero.

Además del placer de sentirte dominante o que te dominen, otra ventaja de los roles de dominación/sumisión es que para llevarlos a la práctica no necesitas nada más que tu imaginación. Si se hace bien, puede ser muy excitante, pero para ello es importantísimo no tener vergüenza y concentrarse en el papel🤓

Para este último requisito, concentrarse en el papel, es mucho más fácil hacerlo con juguetes pensados para ello, como por ejemplo un látigo o una paleta para castigar a quien se porte mal 😠; una mordaza para cerrarle el pico a quien hable demasiado 🤐... O directamente aprovechar un kit bondage que lo tenga todo y se adapte a cualquier escena sexual en la que tú seas protagonista 🎬

 

Ciérrale al pico a quien hable demasiado  

 

2. Tickling o fetichismo de cosquillas

Seguro has escuchado que los adultos “ya no tenemos cosquillas”. ¡Mentira! Porque, ¿a quién no le gusta una caricia o un lamido suave que haga erizar la piel? Tus terminaciones nerviosas serán tus mejores aliadas para despertar esos escalofríos de placer en tu pareja.

Las orejas, el cuello, los labios, las manos, el abdomen, las nalgas, los pies... Recorre estás zonas tan sensibles con tu boca y tus dedos mientras inmovilizas a tu pareja con unas esposas. ¡Será mucho más divertido!

 

3. Sexo con los pies

Los pies son una de las partes del cuerpo con más terminaciones nerviosas. Es más, ¿sabías que hay estudios que demuestran que podemos excitar cualquier parte del cuerpo a partir de los pies? Pero por desgracia, los pies son los grandes olvidados en el sexo. Y es que el pudor nos impide disfrutar del placer que pueden llegar a darnos.

Para que puedas darle placer a tu pareja sin tener que pasarla mal  te recomendamos hacerlo en la ducha o justo después ;) Si quieres darle un punto más de excitación al asunto, te recomendamos usar un aceite para masaje comestible que también podrás usar por otras partes del cuerpo.

 

 

4. Prendas y accesorios

En este fetiche, el tacto y el olor son los protagonistas. Tal vez te exciten prendas o accesorios como lencería, tacones, relojes, camisas o pendientes… Encuentra tu favorito y deja que se convierta en el centro de tus juegos eróticos, ¡dentro y fuera de la cama! Es la excusa perfecta para dejar volar tu imaginación y fantasear todo lo que quieras.

Nota: si tienes una relación a distancia no dudes en intercambiar ropa interior (o ropa en general, como por ejemplo una sudadera), ¡les encantará!

 

¡El fetichismo sexual es normal! Si con ellos amplias tu repertorio erótico y sientes más placer, son bienvenidos. En el momento en que tus preferencias o tus fetiches te controlan a ti en vez de tú a ellos, esto deja de ser una preferencia y pasa a ser un problema que es mejor trabajar de la mano de profesionales de la sexología.