“¿Por qué mi pareja se masturba, cuando sabe que puede estar conmigo?”, es una de las preguntas que con más frecuencia leemos en las redes sociales o escuchamos en pláticas con amigxs o conocidxs, respecto a la masturbación cuando se tiene pareja. Pero se nos olvida que son temas independientes.
La masturbación forma parte del autoerotismo, del autoconocimiento y de ese momento que cada quien se regala a si mismx, porque claro, ¿quién mejor que tú, para darte amor y cariño?
La masturbación es la estimulación de los genitales para obtener placer, y esta se realiza principalmente con la mano, aunque también se puede hacer con un juguete sexual. A través de ella nos conocemos y descubrimos un mundo nuevo lleno de sensaciones y de diversión.
Desde temprana edad vamos descubriendo nuestra sexualidad y masturbarnos nos brinda información valiosa sobre nuestro cuerpo y cómo reacciona.
Lamentablemente no a todas las personas les dicen que la masturbación es ese momento con unx mismx y que es una forma de amarse, sino todo lo contrario: muchas veces nos enseñan que es algo malo y que por hacerlo pueden suceder “cosas malas”, haciéndonos sentir que no somos “normales”.
Pero te tenemos increíbles noticias: en la sexualidad no existe la normalidad. Puede que para ti sea “normal” masturbarte 3 veces por semana, pero para otra persona hacerlo solamente una vez al mes sea normal y suficiente, y no por eso significa que una persona esté mal y la otra bien, ¿nos explicamos?
Ahora: tener pareja no es sinónimo de ya no necesitar auto erotizarnos, pues como vimos, esto forma parte de nuestra vida, y nos ayuda a conocernos mejor. Además, tiene otros beneficios: nos relaja, reduce el estrés y nos ayuda a dormir mejor.
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Para ejemplificar el hecho de tener pareja y seguir auto erotizándonos para que podamos comunicar mejor lo que nos gusta y lo que no, utilizaremos a un personaje de la serie Sex Education (spoiler alert): en la primera temporada, cuando Steve y Aimee tienen relaciones sexuales nos muestran cómo, en repetidas ocasiones, Aimee no está disfrutando de ellas aunque su novio le guste mucho y tengan relaciones con consentimiento.
Su novio se da cuenta y le dice que no le hace sentir bien que ella no lo disfrute. Por eso, Aimee busca ayuda con Otis y gracias a la plática, la chica descubre que no se ha masturbado. Entonces pone manos a la obra probando posiciones, texturas, intensidades, cambiando el ritmo, tocando todo su cuerpo.
Y de esta manera descubre su mapa del placer, es decir, descubre cómo le gusta ser tocada; después, corre a contarle a su novio esta información, y posteriormente se les ve poniendo en práctica la teoría y disfrutando de sus encuentros sexuales.
Entonces, ¿por qué no debe sorprendernos que nuestra pareja se siga masturbando? O incluso ¿que tú te sigas masturbando? La respuesta es sencilla. Porque forma parte de nosotrxs y de nuestra sexualidad: esa intimidad que cada quien tiene consigo mismx definitivamente no se encuentra en otra persona.
Y que claro, como lo hemos hecho a solas durante mucho tiempo, pareciera que solo recurrimos a ella estando solterxs, pero cuando estamos en pareja descubrimos que no es así. Aquí cabe decir que descubrir esto nos pone enfrente retos mentales, pues comenzamos a hacernos preguntas como:
¿Masturbarse aún teniendo pareja es infidelidad?
¿Si ya tengo pareja, para qué masturbarse?
¿Si mi pareja se masturba es porque ya no le gusto?
Si aceptamos que la masturbación es un medio para conocernos a nosotrxs mismxs y darnos placer, podemos llegar a la conclusión de que no es una infidelidad, sino una manera de indicarle a nuestra pareja lo que nos gusta y lo que no, y disfrutar juntxs.
También debemos entender que en definitiva masturbarse no es lo mismo que estar con otra persona pues se trata de intimidades distintas. Pero ojo: una no excluye a la otra y también nos ayudará a pensar que no necesariamente es por problemas de pareja, pues al igual que la infidelidad va más allá: cada pareja deberá hablar de los problemas que surgen y claro, si el masturbarse es uno de ellos hay que ponerlo sobre la mesa y siempre buscar llegar a un acuerdo, es decir, a un ganar – ganar, entendiendo que la masturbación formará parte de nuestra vida siempre.
Y como siempre les recomendamos: hablen con su pareja. La comunicación siempre será la clave.