Apaga el piloto automático: consejos para saborear cada momento de tu práctica sexual 


Vivimos en la era de la sobrestimulación, una era en la que recibimos de forma constante bombardeo de notificaciones y en la que estamos siempre en conexión con lo que ocurre en todo el mundo. Esto nos provoca distracciones, ansiedades y estrés. Lidiar con tal cantidad de estímulos satura a cualquiera, y más a nuestra libido. Nuestra intimidad se ha separado del aquí y el ahora. Parece que la búsqueda de conexión sexual y satisfacción se desarrolla con más frecuencia en las pantallas que en nuestros cuerpos, ya sea a través de aplicaciones, redes sociales, sexting o pornografía.

Es algo que nos ocurre en todos los aspectos de nuestra vida, por esta razón mucha gente se refugia en la meditación para frenar y volver a ser conscientes de lo que les rodea. La revolución en medios sobre este concepto es algo de este mismo siglo, surgió a partir de un especial del magazín Time llamado The Mindful Revolution. El artículo fue el pistoletazo de salida definitivo para el mindfulness, pero ¿sabías que esta práctica tiene su origen hace unos cuatro mil años? Los brahamanes (sacerdotes hindúes) tenían que memorizar cientos y cientos de escrituras. Para lograrlo necesitaban una capacidad de concentración única, sin distracciones. Este duro trabajo supuso el principio de la meditación que se practica hoy en día y que es la base del mindfulness (atención plena). El profesor de medicina Jon Kabat-Zinn se percató de su utilidad, llevándolo al terreno de la psicología conductual. Con su trabajo demostró, por ejemplo, que las recaídas en depresiones disminuían un 50% tras usarlo como terapia “novedosa”. Enseguida se puso en práctica en consultas psicológicas de todo el mundo, y la historia llega hasta hoy.  

La práctica del mindfulness se centra en el Ahora, con mayúsculas, para que dejes de juzgarte y puedas disfrutar más y mejor de las pequeñas cosas del día a día. Se ha demostrado su eficacia contra el estrés, el insomnio, los ataques de pánico; sirve para todo esto y mucho más, y también se puede aplicar al sexo. El mindful sex (sexo consciente) es la aplicación de técnicas de mindfulness en la práctica sexual. Se trata de un grandísimo aliado para volver a disfrutar plenamente del sexo y conseguir grandes resultados en terapias sexuales. Visto así, el sexo también puede ser una forma de meditar.  

La práctica del mindful sex tiene como objetivo que dejes de lado el piloto automático durante el sexo y vuelvas a disfrutar cada parte del placer sexual, empezando por el autocuidado y el redescubrimiento de tu cuerpo y utilizando la respiración como ancla para volver al aquí y el ahora si tus pensamientos te llevan hacia otro lugar. Se trata de una poderosa herramienta para dejar de juzgarte durante cualquier práctica sexual, con la que puedes descubrir una forma de placer mucho más consciente y plena.

Esta práctica tiene muchos beneficios y aquí te queremos explicar unos pocos: 

  • Conecta contigo y/o con tu pareja 

Practicar mindful sex te permite centrarte en todos los aspectos del encuentro sexual, sin estar pensando en otras cosas. Te ayuda a volver a conectar con tu cuerpo y luego con el de tu pareja, si lo deseas, construyendo un lugar y un espacio para ir sin prisas y poder desconectar del mundo disfrutando del sexo lento y consciente. Dejarás de lado tus expectativas para saborear el placer en todas sus facetas.

  • Encuentra el punto medio entre “deseo y placer”

El deseo son las expectativas, imaginar, fantasear, y es sinónimo de velocidad y ritmo. Este deseo nos puede llevar a la frustración si no conseguimos lo que deseamos. En cambio, el placer es gozar de los 5 sentidos; escuchar, sentir, disfrutar de las sensaciones del momento presente, dejarse fluir... Esto va muy de la mano con la calma y la lentitud. Si vas demasiado despacio, el acto puede acabar en solo cariño y si vas demasiado rápido puede generar frustración. La práctica del mindful sex está aquí para equilibrar la balanza.

  •  Ayuda a tratar dificultades sexuales 

Es más común de lo que pensamos pasar por dificultades sexuales como la dificultad de controlar la erección o la eyaculación o la imposibilidad de llegar al orgasmo. El mindful sex aporta un cambio de paradigma a nuestra sexualidad y puede ser de gran ayuda. Deja de lado la idea preconcebida de que el sexo tiene que ser algo rápido y genital, ese fast food sexual que no nos deja estar presentes. Uno de los grandes enemigos del sexo es la presión por cumplir y llegar rápido al orgasmo. Hacer un cambio de chip, ralentizar la práctica e introducir la respiración como factor de concentración te proporcionará un mayor control sobre tu cuerpo y tu respuesta sexual. Esto se consigue aprendiendo a gestionar y orientar la atención moviendo el pensamiento, para que el cuerpo sea el centro de esa atención.

  • Disfruta del camino hacia el orgasmo 

Vive el momento presente olvidándote de las expectativas, los juicios, los deseos y, sobre todo, no te obsesiones con el orgasmo como finalidad última. Goza del recorrido para llegar al clímax. Este es el cambio de mentalidad que necesitas para disfrutar plenamente del sexo, en su conjunto y totalidad. Ten presente la necesidad de conectar contigo, estimular tus sensaciones y salir del modo automático.

  • Sé consciente de tu respiración

Cuando se trata de sexo e intimidad, la respiración puede ser un catalizador importante para que conectes contigo y/o con tus parejas. Trabajar la respiración es trabajar el control consciente del ritmo. La respiración es de esas cosas que hacemos sin darnos cuenta, pero luego son vitales para mantenernos con vida. Anatómicamente, el corazón está ligado a los pulmones, y nuestros órganos sexuales se vuelven más sensibles cuando el corazón bombea y aumenta el flujo sanguíneo (todas nuestras células dependen del oxígeno que transporta la sangre). Pues la respiración consciente aumenta esa cantidad de oxígeno. La oxigenación del cerebro y el cuerpo activa el sistema nervioso parasimpático y estimula la liberación de hormonas como la oxitocina, relacionadas directamente con la felicidad, la resistencia y la relajación de todo el cuerpo. ¿Qué puede ser mejor para llevar un encuentro íntimo al siguiente nivel?

  • Alarga tu orgasmo

El orgasmo es relajante, aunque a veces nuestra obsesión para conseguirlo puede provocar frustraciones y estrés. A través de los ejercicios de mindful sex la idea es relajarse antes, llegar al acto sexual en paz y tranquilidad. De esta manera conseguirás disfrutar del recorrido y llegar al orgasmo de manera gradual y mucho más intensa. Si no llegas, no pasa nada, habrás gozado del viaje. La idea es que abras la mente para potenciar los sentidos en distintas partes de tu cuerpo. No todo el placer es genital y tampoco hay necesidad de penetración para recrearse en el placer.  

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Ahora ya sabes algunos de los principales beneficios que puedes conseguir practicando el mindful sex. Suenan bien, ¿verdad? Seguro que ahora mismo estarás pensando: “Todo esto me parece genial, pero ¿cómo se práctica? ¿Qué necesito?”. No te preocupes, te hemos preparado una pequeña guía y una playlist para que puedas introducirte en esta práctica tan placentera y, quién sabe, incluso que la termines incorporando en tu vida cotidiana. ¡Es justo lo que esperamos!