Actualmente, nos rodean miles de millones de estímulos y vivimos una vida algo acelerada... Tanto es así, que parece que nunca podemos descansar y que nuestra mente siempre está pensando en algo. Y eso nos está afectando, no solo en la calle, sino también en nuestras relaciones sexuales.
Seamos sincer@s, ¿quién no ha divagado, aunque sea un poco, pensando en todo lo que tiene pendiente en el trabajo, en sus peques, en hacer la compra y miles de cosas más mientras intenta disfrutar del dulce amor? Bien, y ¿qué pasaría si fuésemos capaces de concentrarnos al 100% cuando estamos en pareja y solo tener cabeza para ello?
De eso trata esta unión del mindfulness (el acto de tomar conciencia de lo que estamos haciendo y de cómo respondemos a ello) y el sexo: conseguir tomar conciencia solamente de lo que está pasando en ese momento y disfrutarlo.
Seguramente esto te haya sonado muy bien, pero... exactamente, ¿cómo se hace realidad? Porque en la teoría es todo muy bonito pero ¿y en la práctica? Bien, como se trata de controlar nuestros sentidos y ser conscientes de ellos, vamos a aprender a controlarlos uno por uno:
1. La vista
Se trata de estimular visualmente a la pareja y potenciar la excitación a través de la vista y, para ello, te proponemos un juego: escoge tu atuendo preferido y vístete para matar. Nosotr@s te recomendamos este conjunto de lencería sexy que no dejará indiferente a nadie.... ¡Serás totalmente irresistible!
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Bien, ya tienes captada su atención, pero, para despertar y estimular la vista, debes privar a tu compi de sus otros sentidos. Para esto, necesitaréis los mejores ingredientes para que todo salga a pedir de boca. Por ejemplo, unas cuerdas de restricción perfectas para impedir que toques o que tu pareja te toque mientras jugáis con la vista:
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2. El olfato
Ahora, el objetivo es concentrarse en el olfato... Ser conscientes de lo que os rodea, de cómo huele tu pareja ... Y, para ello, lo primero es privaros de la vista y del tacto, ¿cómo? Fácil: atando vuestras manos con las cuerdas de restricción y tapando vuestros ojos con un antifaz como el de la foto para que puedas abandonarte totalmente a la experiencia:
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Escoged a quién le toca olfatear primero y, cuando tú o tu pareja estéis atad@s y no podáis ver dónde estáis, comenzad a olfatear: pon un poco de perfume en tu cuello - por ejemplo - y dale a oler... Tiene que adivinar en qué parte del cuerpo te has puesto el perfume. Quien adivine más partes, gana más besos 💋
3. El tacto
Por fin tienes tus manos libres para explorar, para tocar, para descubrir... Te proponemos un juego diferente: tened a mano distintos ingredientes que os puedan ayudar a explorar el tacto: aceites de masajes, minivibradores, plumeros... ¡Y jugad! Jugad con las distintas texturas y descubrid cómo responde vuestro cuerpo. Para hacértelo todo más fácil, tenemos un kit de los mimitos con todo lo que necesitas y, además, por muy poco. ¿Lo pruebas?
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4. El gusto
Esta es una de nuestras partes preferidas porque el gusto es un sentido prácticamente olvidado en la ecuación del amor, así que vamos a aprender cómo potenciarlo. Se trata de comerte a besos y lametones a tu pareja y descubrir a qué sabe cada rincón de su cuerpo. Poneros cómodo@ y preparaos para devorar vuestros cuerpos. Aderezad un poco la experiencia con un par de gotas del lubricante de sabores.
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Colocad un par de gotas en vuestras zonas íntimas y demostraros mucho amor con una merecida sesión de sexo oral.
5. El oído
Es el momento de la prosa, la poesía, el silencio, los gritos, los gemidos de placer... Haz enloquecer a tu pareja dejándole claro lo bien que te lo estás pasando. Esto hará que la experiencia sea mucho más erótica y que la temperatura suba mucho más.
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Esperamos que hayas tomado nota de nuestros juegos y te atrevas a poner en práctica el mindfulness. Recuerda que experimentarás sensaciones mucho más placenteras al estar conectad@ con tus sentidos.
