¿Te ha pasado alguna vez que te han dado un azote bastante fuerte y, muy lejos de enfadarte, has acabado queriendo más? ¿Por qué?
Hay una manera científica de explicarlo y lo haremos de la forma más sencilla: la dopamina (la hormona del bienestar y felicidad) se libera cuando tenemos mucho placer y, también, cuando nos sometemos al dolor. Entonces, esto quiere decir que hay una barrera muy fina entre el placer y el dolor.
Después de darle una oportunidad al BDSM no podrás parar
En esto se centra el BDSM. Se trata de conocer nuevas formas de disfrutar de manera sexual a través de ataduras, azotes, roles de dominación y sumisión, mordiscos, castigos...
Y, en este artículo, aprenderás a sacarle partido a una de las siglas del BDSM: la B de bondage. Es una práctica erótica que consiste en inmovilizar a la pareja usando cuerdas, telas, corbatas, esposas... Aquí, el juego del placer está en la vulnerabilidad de la persona sumisa, en la presión de las cuerdas y su roce con zonas... picantonas. A continuación, conocerás lo que necesitas para amarrar bien a tu pareja sexual.
¿Qué necesito para practicarlo?
- Seguridad: lo primero es lo primero y, antes de aventurarte a atar, debes tener muy en cuenta qué cosas debes hacer y qué cosas no:
- No ates muy fuerte las cuerdas.
- Nada de atar el cuello.
- Ten unas tijeras a mano por si la persona que está atada se agobia y quiere parar.
- Ten una palabra clave para parar el juego. Es decir, si se pronuncia “ornitorrinco”, por ejemplo, el juego se para ¡DE INMEDIATO!
- No realices suspensiones si no tienes experiencia.
- Vigila el tiempo que la persona está atada en una misma postura... Podrías hacerle un daño no deseado.
- Cuerdas: ahora sí, ya tienes todo el tema de seguridad controlado, ¡es hora de comenzar! Hazte con unas cuerdas para atar o que te aten ;)
- Lo ideal es que sean largas, pero no demasiado... Es decir, de 3-5 metros para que no se acaben enredando entre ellas.
- Que tengan 5-8 mm de ancho. Si son muy anchas, se te será más difícil manejarlas y hacer nudos con ellas.
- Puedes escoger el material que prefieras. Entre fibras naturales o sintéticas. Lo que debes de tener en cuenta es la textura: si quieres que sean suaves o más bien ásperas.
- Antifaz: Sí sí, puedes practicar el bondage sin un antifaz, pero... ¿y lo que mola privarle la vista a tu pareja mientras está atad@ a tu merced? Os recomendamos este antifaz de satén para hacer vuestros juegos mucho más picantes.
¡Manos a los nudos!
Ahora que ya sabes qué necesitas para jugar, es hora de aprender cómo inmovilizar a tu pareja. Te explicamos cómo hacer el nudo conocido como 'As de guía' para que te adentres en este mundo del bondage:
1. Toma la cuerda a unos 40 cm de la punta y haz un aro, pasando el lado corto por delante.
2. Luego pasa la punta de la cuerda por dentro del aro (entrando desde detrás) y haz que salga por delante.
Vídeo resumen sobre cómo iniciarse en BDSM
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Esperamos que hayas aprendido mucho, que hayas tomado nota y, ahora, ¡a amarraros!