Sabemos que has oído hablar del punto o zona G, y si no es el caso y aún crees que no existe, o que es algo mitológico, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro artículo sobre el tema. Pero no nos desviemos: hoy venimos a hablar de los otros puntos erógenos en la vagina. ¿Otros? ¿Existen más? Pues sí. Y vamos a descubrirlos juntos, empezando por... el punto K.
¿Qué es el punto K?
Esta zona fue identificada hace ya casi 20 años, concretamente en 1998, por la sexóloga americana Barbara Keesling. El punto K, o punto Keesling, es uno de los puntos de placer más intenso de los cuerpos con vagina. De hecho, las personas que ya lo han encontrado y han logrado estimularlo aseguran que han experimentado los mejores orgasmos de su vida gracias a él. Incluso aseguran haber conseguido orgasmos múltiples increíbles.
Vaya... Parece que la cosa va en serio, ¿no? Pues sí, pero aunque estemos hablando de una de las zonas más interesantes de las personas con vagina, el punto K sigue siendo un gran desconocido para mucha gente. Y esto se debe principalmente a su compleja ubicación. Al estar en una zona de difícil acceso, las probabilidades de estimularlo satisfactoriamente durante la penetración son limitadas. De hecho, esta inaccesibilidad le ha merecido el sobrenombre del pasaje misterioso. Un rincón recóndito y enigmático... ¿Te atreves a encontrarlo?
Dónde encontrar el punto K.
¿Dónde se encuentra el Punto K?
El punto K se encuentra al final de la vagina, cerca del cérvix o cuello del útero. Su peculiar posición limita el acceso a este punto, haciendo que sea prácticamente imposible de alcanzar a menos que tu pareja tenga un juguete sexual, un pene muy largo, o que te ayudes de un vibrador como Nico. Y aun así, puede resultar complicado, ya que esta zona suele estar tapada por el propio útero, debido al peso del mismo.
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Dicho esto, existen dos maneras de facilitar el acceso a este punto. La primera, aunque no es la más efectiva, es la excitación. Durante la excitación la vagina se dilata y el útero se eleva unos centímetros, revelando así el punto K.
La segunda forma de facilitar el acceso a esta zona tan placentera es ejercitando el suelo pélvico. Al tonificar los músculos del suelo pélvico, especialmente el músculo pubococcigeo, el útero se levanta y deja al descubierto el punto K. La mejor forma de ejercitar el suelo pélvico es con los ejercicios Kegel y las bolas chinas.
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Como ya hemos explicado en otras ocasiones, tener un suelo pélvico en forma es de vital importancia para la salud sexual, ya que además de las múltiples ventajas fisiológicas, también ayuda a disfrutar de unos orgasmos más intensos y duraderos.
¿Cómo estimular el punto K?
Como ya hemos visto y a diferencia del punto G, no es tarea fácil estimular esta zona. Aun así, si quieres intentarlo, la mejor forma de estimular este maravilloso punto es mediante la penetración con el pene, tras una intensa excitación, o utilizando un juguete erótico.
Y seguro que te estarás preguntando... ¿Qué posturas son las ideales para estimularlo?
Mejores posturas para estimular el punto K
Para finalizar, te enseñamos las tres mejores posturas para alcanzar una estimulación increíble gracias al punto K. Recuerda que buscamos una penetración profunda, ya que la zona es de difícil acceso.
Piensa que no necesitas un pene para estimularlo, puedes hacerlo con un juguetito ideal para ello como Zipi, Zape o bien disfrutar en pareja con el vibrador de doble penetración Isa.
1. La L
2. El 5
3. El perrito
...
¡Y hasta aquí la aventura de hoy! En las próximas semanas iremos desvelando otros puntos erógenos en personas con vagina. Esperamos que te haya gustado esta primera parte :)