Hay un tipo de sexo especial, único… y muy seguro (tanto, que el único medio de barrera es un protector de pantalla). La distancia —escogida o forzada— no tiene por qué ser un impedimento, ¡puede ser una motivación extra para excitarse! El sexting a través de mensajes, fotos o videollamadas puede ser MUY divertido. Se establece un juego de roles, un cúmulo de sensaciones que hace vibrar a distancia a dos personas o a tres… ¡o a cuatro!

Montarte tu propia peli puede hacer que todo sea más intenso, que se creen fantasías y se use la imaginación… ¿Te imaginas cuánto morbo cabe en una pantalla?

¿Aún no lo has probado? ¡Anímate!

Y es que, aunque no lo creas, ¡el sexting tiene sus ventajas! El riesgo para la salud es nulo, salvo que contraigas un virus informático. Las fantasías amplían sus horizontes y nos llevan a nuevos lugares. Eso sí, siempre hay que tomar precauciones.

Sigue leyendo y te daremos todos los tips para que tu compi y tú disfrutéis del mejor sexting. ¡Estamos segurxs de que disfrutaréis al máximo!      

 

Sexting, tips indispensables

Salvo que seas telépata, ¡cuidado!

Estás en un momento de subidón. Notas una necesidad que te recorre desde el cuero cabelludo hasta el dedo meñique del pie. Se te eriza el vello y te preparas para hacer una llamada muy picante, de esas que echan chispas…

En el otro extremo, tu cómplice se encuentra en una reunión, discutiendo con clientes. O quizá está en el supermercado, pesando unos aguacates. Aunque presumas de “conexión” con otra persona, un contacto a destiempo puede conseguir el efecto contrario al deseado. Así que… ¡asegúrate de que sea el momento correcto para ambxs!

 

¡Que no te vigile el Big Brother!

Recuerda la “mala costumbre” de las aplicaciones de quedarse abiertas… También puedes sufrir una intrusión en tu ordenador (a todo el mundo le puede ocurrir).

Ten cuidado y apaga la cámara. Para mayor seguridad, si no usas la webcam, cúbrela con su tapa o con un poco de cinta aislante. ¡Hasta Zuckerberg lo hace!

Una sesión de Skype que creías haber cerrado puede convertirse en la mayor pesadilla/risa de tus conocidxs.

 

Consentimiento, sobre todo

Tenemos muy claro que el sexo debe ser consentido, ¿verdad? Pues el sexo en imágenes no es una excepción. Una foto subida de tono, de esas que se reciben pasadas las doce de la noche, puede ser un motivo de alegría. Pero no lo es si “la sorpresa” te llega por parte de alguien que no tiene nada que ver con tu vida o de una persona que conociste en su momento y elegiste dejar atrás.

Hay pocas formas de bajar la libido de manera más rápida que una foto sexual inesperada y fuera de contexto. Para iniciarse en el sexting, como en toda relación, también debe estar consensuado.

 

La letra pequeña

Internet es como un patio de vecinxs tamaño XXXXL en el que podría estarte espiando un matrimonio. Pero no el típico que observa por una mirilla, sino uno que mira un vídeo tuyo desde Hong Kong mientras come palomitas ☹

Si no conoces de verdad a tu compi de juegos, piensa: ¡lo que haces en las redes, ahí se queda, visible! Debes tener absoluta confianza en la persona con la que compartes tus placeres más íntimos porque si algo es reproducible, también es grabable. Alguien que tenga un poco de mala fe (o más bien mucha) puede hacer que una foto llegue hasta el infinito y más allá, aunque sea un delito muy serio.

En las instrucciones no escritas del sexting aparece lo siguiente: “MUCHO CUIDADO”.

 

Sexting bien

¡El poder de tu mente!

El órgano más poderoso para conseguir orgasmos (¡con permiso del clítoris!) es el cerebro. Aunque no es habitual, la estimulación puramente neuronal puede llevarte al clímax. ¿Qué te parece? En EE. UU. surgió el movimiento “Thinking Off”, donde terapeutas conseguían que algunas personas llegasen al orgasmo simplemente con imaginación y ejercicios de respiración.

En el sexting, además de los estímulos físicos, influye la forma en la que tu cerebro procesa la información. ¡Déjate llevar! Él sabe lo que hace.

 

Palabras, palabras, palabros

Si te gusta la literatura erótica, ya sabes a qué nos referimos. No solo es lo que decimos, sino cómo lo decimos. Todo el mundo ha dicho alguna vez: “¡Qué sexy me parece esta persona por teléfono!”.

¡Pero ojo! No solo es una cuestión de inflexión o tono. Hay que usar bien las palabras, ¡cuidado con “los palabros”! Debemos ajustar nuestro lenguaje a lo que nos excita a nosotrxs, pero tanteando con cuidado los límites de nuestrx compi de juegos. La excitación, en lo que al lenguaje se refiere, también va por barrios.

 Para algunas personas las palabras “dulces” empalagan, las “duras” echan para atrás ¡y los diminutivos aplicados al pene suelen llevarse mal! (por lo que sea…). Todo es cuestión de ponerse de acuerdo, conocerse y establecer las reglas del juego para disfrutar sin preocupaciones.

    

Un remake a la altura

La fantasía se alimenta de recuerdos. Con una pareja de hace tiempo, con la que has vivido mil y una situaciones sensuales, podrás iniciar tu propio guion que recoja la mayoría de los capítulos del Kamasutra. “¿Recuerdas aquella vez que…?” será el inicio de una nueva aventura basada en algo ya vivido.

¡Admítelo! El simple hecho de pensar en “aquella vez que…” ya te está dando ideas y justo en este mismo momento… El poder de los recuerdos.

 

Estás dirigiendo tu propia película

En una videollamada, además del guion, te encargas de la fotografía, el sonido, la iluminación, el vestuario… y tienes el papel protagonista. ¡Disfruta tu momento!

Podrás llevar la dirección de “tu obra” hacia la creatividad más absoluta. Piensa en todas las posibilidades que te ofrece una buena videollamada. Juega con el plano, los ángulos, los filtros, la posición de la cámara, las posturas… Desata tu lado más presumido y voyeur. ¡Eres una estrella de cine!

 

Lo que nunca verás en Instagram

¿Te has quedado con las ganas de protagonizar una buena sesión de fotos, de esas que Instagram censura? Saca partido a tu teléfono móvil con la función de cuenta atrás. Explora tu lado más artístico/y atrévete a ir más allá de los selfies picantes… Eso sí, con mucho cuidado. ¡Aquí te lo explicamos todo!

Además, piensa que el hecho de quedar bien en una foto resulta estimulante para la persona que recibe el regalo; pero, sobre todo, te hará sentirte mejor a ti. ¡Te hará sentir deseadx!

Prepara tu cámara, encuentra la pose en la que te sientas más a gusto… ¡Y dispara! Eso sí: mejor solo de una parte del cuerpo o con un ángulo en el que seas difícilmente reconocible. Por mucha confianza que tengas… ¡Nunca se sabe dónde pueden terminar las fotos!

 

No hay límites

Recuerda: tú tienes el protagonismo y el control. Puedes incorporar lo que desees y compartirlo con quien quieras (pero que sea de confianza). No temas a dónde te pueden llevar tus fantasías, ya que solo estás jugando un rol diferente. Es un buen comienzo para explorar ideas que podrás llevar a cabo más adelante en vivo, en directo… y en carne 😉

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Y si necesitas atrezo, en Platanomelón te lo ponemos en bandeja. Ya sea con juegos, lencería o juguetitos… ¿Preparadx? Cámara… ¡Acción!