Un lujo bajo una sombrilla.
Se sirve en copa y lleva jugo de naranja, jugo de arándanos, licor de durazno y vodka. Este es el “Sex on the Beach” más habitual, o al menos del que podemos disfrutar la mayor parte del año.
El sexo en la playa (ya sea por frío, falta de tiempo o… lo más importante, ¡falta de playa!) es menos habitual de lo que nos gustaría.
Cuando el calor es más intenso y surge la posibilidad, es el momento de preguntarnos “¿Por qué no?” y quitarnos la vergüenza para disfrutar de juegos sensuales en la playa, con el ruido de las olas de fondo.
Hace calor, los cuerpos se ponen morenos y la temperatura se eleva… ¿Te gustaría disfrutar del sexo en playa? Sigue leyendo, te damos algunos consejos para pasarlo de 10.
Antes de empezar… recomendaciones específicas para el sexo en la playa
En la playa hay gente
Sí, hay personas. El primer consejo es evidente, aunque no tanto como el segundo que encontrarás un poco más abajo.
No queremos ser aguafiestas pero… antes de iniciarnos en el noble arte de jugar en la playa, lo ideal es buscar un lugar apartado y, preferiblemente, poco visible. Y mucho mejor, en el caso de que no sea una zona aislada, si estamos a oscuras. No tanto por las posibles ofensas o multas (que puede haber), sino porque no te gustaría salir en alguna página de memes ¿o sí?
Eso sí… recuerda que en el mar hay mareas y el mar se va, ¡pero también vuelve! No protagonices la segunda parte de Náufrago, todavía no están planeando la secuela (jeje).
La playa tiene arena
Y dirás “¡No! ¿Apoco?”. Pues sí, si algo caracteriza a la playa es que hay arena para regalar. Lo compruebas cada vez que pasas un día entre las olas y al ponerte bajo la regadera aparece media playa bajo tus pies.
Y es que, es fácil que la pasión nos haga olvidar lo molesto que resulta si diminutas partículas entran en sitios en los que no deberían estar. Mantener la cabeza fría con el cuerpo caliente es difícil, pero no imposible.
En todo caso, lo mejor es evitar la arena, mantener la distancia, y así evitarás piel roja y escozores.
¡Mejor que no sea improvisado!
Aunque muchos de nuestros mejores encuentros son casuales; la improvisación está muy bien para un taller de teatro, pero no tanto para tener sexo en un entorno con arena, insectos, turistas, vendedorxs de elotes cocidos y medusas.
¡Pero nada nos detendrá! Podemos solucionar casi todo con un simple kit de piscina: crema solar y una toalla (o manta). Necesitamos “una barrera” para sentirnos más a gusto y protegidos. Si es tamaño XXL, ¡que mejor! 😉
Con dos toallas la armamos: podemos taparnos, jugar de forma disimulada o echarnos una siesta… También es una técnica genial para disimular que estás durmiendo si te intentan vender un elotito (otra vez).
La otra barrera que aconsejamos es usar un condón adecuado. Mucho mejor si los condones son compatibles con lubricación a base de silicona (los de látex no son ideales para el agua).
¡Quiero diversión! ¿Cuáles son las mejores posturas?
En general, deberemos adaptar la postura a las circunstancias. ¡Eso lo dejamos a tu elección! Aunque te recomendamos tres que tienen: placer máximo, discreción y mantienen la arena alejada. ¡A disfrutar! 🥳
Vigía
Un clásico en el que una de las dos personas se relaja acostada sobre la arena. La otra opta por mirar el horizonte y dejarse llevar por la brisa marina o bien vigila en la dirección opuesta, por si alguien les sorprende.
Con la ayuda de una toalla es fácil simular un inocente juego…
La playera Flor de Loto
Volviendo a nuestra insistencia de “La playa tiene arena, mejor pon algo debajo”, prueba la clásica postura de flor de loto. Les encantará por varios motivos: se sentirán más cerca, se pueden besar, quedará un recuerdo imborrable con el mar de fondo ¡y podrán tener sexo de un modo bastante discreto!
Una de las personas se sienta con las piernas cruzadas sin lesionarse en el intento, no es indispensable poner los talones encima de la rodilla opuesta como en yoga. ¡No todo el mundo tiene la misma elasticidad! La otra persona se sitúa encima, cruzando las piernas por detrás y abrazando a su pareja.
Con la sincronización adecuada disfrutarán como nunca…
La cucharita on the beach
Hay parejas que hacen de la cucharita una forma de arte: son capaces de disfrutar del sexo sin inmutarse, incluso rodeados de gente. Solo tienen que simular una relajante siesta en compañía.
Con movimientos lentos, sinuosos y mucho disimulo puedes acariciar a tu compi de juegos o iniciar una penetración.
Si nunca has hecho la cuchara en la playa, no has vivido del todo una playa… 😉
¡Dos últimos consejos para completar una gran experiencia!
El húmedo verano
Además del lado excitante, de novela erótica, está el lado molesto. Si tanto tu compi de juegos como tú no quieren recordar aquella maravillosa experiencia en la playa con un final que no se merecen, intenten llevar una muda de ropa o un traje de baño extra para mantenerse secxs después del ajetreo.
¡Casi todxs conocemos el efecto traje de baño húmedo durante horas! Irritación, crecimiento de bacterias y palabras tan poco bonitas como “cistitis”. ¡Con un cambio de ropa, todo estará mejor! 😊
Si decides cruzar la orilla…
Si decides cruzar la orilla y sumergirte en el mar; antes de disfrutar del agua te conviene conocer algunos importantes detalles, como lo mal que lubrica el agua… La ventaja del agua marina es que cuida más la piel que el agua clorada de piscinas o jacuzzis, pero sigue siendo una pésima ayuda para pasarlo bien. El pH del interior de nuestro cuerpo es distinto y es posible que haya alguna irritación.
Si necesitas más recomendaciones sobre lubricación en el agua (y algunas posturas interesantes), te recomendamos nuestro artículo Aquasutra.
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Ahora, llega el momento de poner todo esto y mucho más en práctica 😉
¿Se te ocurren otras posturas? ¿Tienes alguna historia que contarnos en la playa? En Platanomelón siempre nos encanta que nos relates tus aventuras…