¿Sabías que existen más de 5 tipos de lubricantes? 😱 Sí, sí, como lees. Mucha gente piensa que cualquier lubricante sirve para cualquier práctica: ya sea para sexo anal o para usar bajo el agua. Pero, sintiéndolo mucho, nos vemos en la obligación de decir que esto es, ni más ni menos un error garrafal. 

Todo sobre lubricantes

¿En serio? Sí, en serio. 

 

¿Por qué usas el que usas? ¿Crees que has elegido bien? Es importante que sepas que usar uno u otro cambia mucho el tema. ¡Sal de dudas de una vez por todas!

 

Pero antes... un cuadro resumen:

Aunque siempre hay matices, con esta pequeña tabla puedes hacerte una idea (rápida) sobre para qué sirve cada uno (de los principales) y cuáles son sus diferencias, grosso modo. 

A partir de aquí (y de las explicaciones que vienen a continuación), tú decides cuál es el ideal para ti:

 

Características Agua Silicona Aceite
Efecto ultraduradero
Compatible con juguetes eróticos de silicona
Compatible con el látex
Para jugar bajo el agua
Para masajes
Sexo anal ❌*
 ✅*
Sexo oral
Fácil de limpiar
Respetuoso con el pH

 

*El lubricante a base de agua también puede usarse para sexo anal. Lo único es que deberá aplicarse más cantidad y más veces, ya que se absorbe y evapora más fácilmente que los de aceite o silicona.

*El lubricante de aceite va genial para sexo anal porque es muy deslizante, pero siempre y cuando el preservativo no sea de látex. En este caso, puedes usar preservativos de poliuretano.

 

Lubricantes a base de agua

Pros ✅

Un básico fundamental en tu mesita de noche. Te sirve para cuando te desvelas por la noche y quieres usar tu juguetito favorito o por si necesitas que te eche una mano en la lubricación y hay un preservativo de por medio (sea cual sea su material).

Además son ideales porque se pueden utilizar con la mayoría de prácticas sexuales (anal, vaginal, oral)... ¡Todo en uno!

 

 

Como ves, es un tipo de lubricante muy versátil. Pero, además, al ser de agua es uno de los más respetuosos con los genitales, es decir, es ideal para personas con la piel sensible o las que sufren a menudo irritaciones de la piel o vaginales, por ejemplo. Y no te lo pierdas, hay lubricantes que al contener ciertos químicos afectan a la calidad de los espermatozoides. ¿Qué significa eso? Pues que puede dificultar el embarazo, si es que ese es vuestro objetivo. Pero con el lubricante de agua no hay nada que se interponga 🎉 

¡Eh! Que por si fuera poco, además no manchan y son superfáciles de limpiar. No son ese típico pegote que se te queda impregnado durante horas y horas...  

 

Contras ❌

No podía ser perfecto, ¿no? Uno de los pocos hándicaps de los lubricantes a base de agua es que no se pueden utilizar bajo el agua porque se diluyen.

Y, por otro lado, se absorben bastante rápido, o al menos más que los de silicona. Además, al evaporarse con más facilidad, lo más seguro es que necesites aplicar lubricante más de una vez para evitar fricciones. 

 

Lubricantes a base de silicona

Y ya que los hemos mencionado, vamos a continuar con ellos, los especialistas en sexo anal: los de silicona.

Pros ✅

A diferencia de los de a base de agua, la fórmula de estos lubricantes hace que duren, duren y duren (más o menos como las pilas Duracell). En otras palabras, se caracterizan por su efecto ultra duradero (no se evaporan ni absorben).

Es por ello que son ideales para prácticas que requieren muchísima lubricación, como el sexo anal, para sesiones de sexo que no tienen prisa e incluso para sexo en el agua.

  

A pesar de ser, claramente, mucho más densos, resultan igual de agradables a la piel, ya que tienen una textura sedosa y deslizante (más que los de agua). ¡Ah! Y otra ventaja: son compatibles con los preservativos (excepto los de silicona). 


Contras ❌

Al ser tan densos son más difíciles de limpiar, así que cuidado con las sábanas y las superficies como la madera o el mármol, (nunca se sabe 😋).  Y, si estás en modo "uno rapidito" te recomendamos usar otro lubricante que se limpie más fácilmente, ya que para quitar el de silicona necesitarás pasar por la ducha. 

También debes evitar usar lubricantes de este tipo con juguetes sexuales si están fabricados con silicona, ya que (Dios no lo quiera) pueden dañar su material. Si, en cambio, los juguetes son de otro material (vidrio, metal, plástico duro...) ningún problema.

Y como decíamos antes, tampoco son compatibles con los preservativos de silicona. Así que si vas a usar condón, mejor usa de látex, de poliuretano o de poliisopreno.

 

Lubricantes a base de aceite

¡Ajá! ¿A que no sabías que este tipo de lubricantes existía? Como decíamos, este artículo tiene sorpresas. 

Elegir lubricantes

¿Qué me dices? 

 

Pros ✅

Estos lubricantes, igual que los de a base de agua, también son muy versátiles. Para empezar, son compatibles con la silicona, así que disfruta de tus juguetes sin preocuparte por dañar su material. Al ser de larga duración, puedes usarlos bajo el agua sin problema, porque además ¡no se van a diluir!

Además, son superdeslizantes, lo cual los convierten en el complemento perfecto para hacer masajes. Hablando de masajes eróticos... ¿sabrías dar uno?

 

Contras ❌

El aceite, en general, puede dañar o disolver el látex (preservativos, diafragmas/anticonceptivos de barrera, guantes y juguetes de látex). Como ves, es muy importante comprobar antes el material de todo (tanto del lubricante como de lo que vayas a usar). 

Por otro lado, como imaginarás, estos lubricantes de aceite manchan con facilidad y son más difíciles de limpiar que los de a base de agua, por ejemplo. Y, por ello, como ocurre con los de silicona, también te recomendamos no usar este tipo para encuentros rapiditos. Si lo haces, es muy probable que luego necesites una ducha. 

Y como última desventaja, pero no por ello menos importante, al usar el lubricante a base de aceite es posible que se altere el pH vaginal y también se provoquen irritaciones en la vagina y en la uretra (y más si tienes alguna predisposición). Así que piensa bien cómo vas a usarlo. 

 

Otros tipos de lubricantes menos usuales

Lubricantes híbridos

No, no solo hay coches híbridos, también hay lubricantes con estas características. Y es que, a veces, en el punto intermedio está la virtud. Este tipo de lubricantes son una mezcla de lubricantes a base de agua (suele ser un 90%) y a base de silicona (un 10%, más o menos). 

Lubricantes hibridos

Así que híbridos, eh... 

El hijo de esta unión (el lubricante híbrido) ha sacado lo mejor de cada parte: su ventaja principal es que es mucho más deslizante y su efecto es mucho más duradero que el de agua. Como con los lubricantes a base de agua, los híbridos no suelen dañar los juguetes de silicona (por si acaso, siempre es mejor probar una pequeña cantidad antes de su uso). Y, como los de agua, manchan mucho menos y son mucho más fáciles de limpiar (no como los de silicona o los de aceite). 

 

Lubricantes efecto frío-calor

Solo unas aplicaciones de estas te hacen ver las estrellas. Bueno, quizás las estrellas no, pero te crean sensaciones que con el cuerpo humano no se pueden conseguir. Casi nada, ¿verdad? Pues es importante que sepas que puedes conseguir sensaciones parecidas con los lubricantes con efecto frío-calor y, así, tienes 2 en 1 👌

 

Este tipo de lubricante normalmente es a base de agua. Y, además, suelen tener mentolo o capsaicina (un componente activo de los pimientos picantes). ¿Picantes? Sí, sí, como lees. Estos actúan estimulando los nervios térmicos de la zona y el flujo de sangre. Es por ello que, a los segundos de aplicarlo las sensaciones son mucho más intensas.

¡Ojo! Algunos lubricantes con efecto frío-calor tienen espermicida en su composición, así que si estás buscando un bebé, es mejor buscar otro que no tenga. 

 

Cosas que debes tener en cuenta (con cualquier lubricante)

Como cualquier producto cosmético, antes de utilizar un lubricante en los genitales es recomendable probarlo en otra zona de la piel para ver cómo reacciona. Y, si se produce deshidratación o irritación, es mejor dejar de utilizarlo porque puede haber más riesgo de contraer ITS. ¡Siempre es mejor prevenir que curar!

Probar lubricantes antes de usarlos

Pruébalo antes que nada, pero con cabeza

 

Por otro lado, y por último (ya terminamos con este artículo tan extenso pero importante), los lubricantes tienen un nivel de pH. "¿Y a mí de qué me sirve saber esto?" Todo el mundo (en especial la gente con tendencia a sufrir candidiasis, infecciones genitales o irritaciones) debería consultar este dato a la hora de comprar un lubricante. ¿Por qué? Pues porque si el pH del lubricante es mucho más alto o más bajo que el de la vagina o el recto, hay más riesgo de contraer infecciones e irritaciones.

Para que te hagas una idea, el pH de la vagina es ácido y normalmente oscila entre un 3,8 y un 4,5; mientras que el del recto es básico, alrededor de un 7. Por lo tanto, se recomienda utilizar un lubricante con un pH similar (en torno a un 4,5 para el uso vaginal y en torno a un 5,5-7 para el uso anal), y así evitarás el riesgo de irritaciones e infecciones.

Si usabas un lubricante cualquiera y solías sufrir irritaciones o infecciones, ahora ya sabes el porqué. ¡Más vale tarde que nunca! 

 

...

 

Igual que no usas el gel de cuerpo para el pelo, la crema de pies para las manos o la pasta de dientes como jabón; no uses el lubricante para cualquier cosa.

¡Disfrutarás mucho más y evitarás esos incidentes que te cortan el rollo! El lubricante como el limón, nunca será suficiente.