El sexo es maravilloso, divertido, fabuloso, satisfactorio, revitalizante, energético, vigorizante, saludable. Allá donde vayas, no oirás cosas feas sobre el sexo (a no ser que vayas a sitios raros).
Pero claro, normalmente hablamos del asunto sin fundamento. Sabemos que nos gusta, que nos da placer y que es divertido; pero ¿cuáles son los beneficios reales del sexo? Te damos una pista: hay un montón.
1. ¡No te dolerá todo!
El clásico “Ay, no, quita que me duele la cabeza” ya no vale. Busca otra excusa; porque gracias a la liberación de oxitocina y al aumento de las endorfinas, el sexo es un potente analgésico.
Y esto se aplica a todo: dolores musculares, de cabeza, del período, de articulaciones... ¡Viva el sexo!
2. Di adiós a la gripe y las alergias
El sexo aumenta la producción de anticuerpos, encargados de protegernos de infecciones virales. Además, actúa como un potente antihistamínico. ¡Tal vez por eso nos deja con ganas de dormir!
3. Y di hola a mover la pelvis
El sexo es ejercicio. Haciendo el amor, fortaleces los músculos de la pelvis, evitando así aquellas fugas tan indeseables. Y no solo eso, estos movimientos de pelvis son superútiles a la hora de dar a luz (para quienes se lo planteen, claro). Y, atención, también son cruciales para disfrutar más aún del sexo.
Si después de leer todos los beneficios de mover las caderas, te mueres de ganas por fortalecer tus músculos pélvicos, te recomendamos que, además de jugar mucho en compañía, te hagas con unas buenas bolas chinas y aceleres el proceso.
4. Cero estrés
El momento de paz infinita que experimentamos con el orgasmo no es ninguna tontería. Nada como jugar con tu pareja para relajarte, olvidar la rutina y dejar de un lado las preocupaciones (al menos durante un ratito).
5. Mejor para el corazón que una copa de vino
Haciendo el amor, nuestro corazón se acelera, aumentando los niveles de oxígeno en sangre. De este modo, disminuye las posibilidades de sufrir un infarto. Si la clave para mantener el corazón fuerte es beber una copa de vino tinto al día y hacer mucho el amor, ¡nos apuntamos!
6. Mens sana in corpore sano
Nada como el sexo para mantener nuestras hormonas a raya. Está comprobado que una vida sexual plena puede ayudar en el tratamiento de la depresión y además disminuye mucho los efectos del terrible síndrome premenstrual.
7. Libido a tope
Resulta irónico que jugar te dé más ganas de jugar. Pero al final es un poco como lo de que “cuanto más duermes, más quieres dormir”. Hacer el amor mejora la lubricación natural de la vagina, así como su elasticidad y el flujo sanguíneo, haciéndote sentir genial y con ganas de más.
8. Disminuye las probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer
Recientes estudios afirman que una vida sexual activa puede disminuir la aparición de algunos tipos de cáncer, como el de próstata o el de mama.
9. Ciao insomnio
Tal vez a Sabina le faltaba un poco de sexo; si hubiera jugado más, no le habrían dado la 1, las 2 y las 3. El orgasmo libera prolactina, la hormona responsable de la sensación de sueño. Zzzzzzz...
10. Es deporte, ¿no?
Para los que odian salir a correr o ir al gym (nos incluimos en ese grupo), volvemos a deciros lo que os dijimos hace un tiempo: el sexo cuenta como deporte (quema alrededor de cinco calorías por minuto). No lo sustituye por completo; pero desde luego, no va nada mal.
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Después de leer todo esto, ¡esperamos que llames a tu compi de juegos para una laaaaarguísima sesión de sexo!