Ghosting… o cómo desaparecen sin dejar rastro

Ghosting… o cómo desaparecen sin dejar rastro

Le faltaba tiempo para decirte cuánto te echaba de menos. Cualquier momento era bueno para estar a tu lado, y de repente… ¡desaparece! Como si se lx hubiera tragado la tierra. 

No contesta a las llamadas, su contacto de WhatsApp aparece bloqueado, en Instagram tampoco existe y te quedas con cara de “¿Hola?”. Miras por la ventana y ves rodando un arbusto del desierto. Sí, te han dado plantón sin explicaciones, de buenas a primeras.

Otra cosa que ya predijeron... 😳

 

Pues te acaban de hacer un ghosting de libro (un “fantasmeo”, lo que antiguamente se llamaba “Se fue a comprar tabaco y no volvió”).

No, por aquí tampoco hay ningún mensaje...

Vamos a contarte todo sobre este modo de despedida, por llamarlo de alguna forma… Verás que es mucho más fácil de gestionar de lo que pensabas 😉

 

¿Por qué yo? ¿POR QUÉ?

Es la primera reacción y lo más doloroso. ¿Qué habré hecho yo para merecer esto?

Quizá haya algún motivo, pero es más que probable que no hayas hecho nada. Alguien ha decidido que ya no formas parte de su vida y te ha borrado de un plumazo.

Lo mejor es no comerse la cabeza y buscar otro tipo de pistas para saber si esa persona tan especial era demasiado especial (pero en el mal sentido…); tanto que ha sido capaz de esfumarse sin dejar rastro, como si hubiera lanzado una bomba de humo a lo ninja.

No te enfades; ¡te vamos a enseñar cómo gestionarlo para no sufrir!

Para empezar: no insistas. Si por más que lo has intentado, pasa de ti; no es el fin del mundo, ¡ni mucho menos! Simplemente, no funcionó. Y es normal que te sientas mal por no obtener una respuesta o un cierre, pero no le des más vueltas de las necesarias.

 

¿Había señales previas…?

Lo mismo hace tiempo que te amenazaba con un “Hasta nunca”¿Vuestro deporte favorito era la discusión? ¿Te había comentado algo tipo: “Alguien va a dejar a alguien… Necesito espacio?"

Quizá era evidente, pero las hormonas del amor te dejaron con menos visión que un topo. Es posible que hubiera más de una señal, pero no las veías en su día; tu atención estaba en lo bonito de la otra persona y lo bien que te hacía sentir.

Tíx, mira que te lo he dicho veces... 

Ponte “las gafas de la verdad” y mira tu relación desde fuera, con más objetividad. Aunque recuerda: no te rayes más de lo necesario, solo conseguirás pasarlo mal.

 

Si no está justificado, está injustificado

A veces justificamos lo injustificable (por el bien de la relación). ¡Es habitual! Pero no deberíamos olvidar que ser comprensivx no debe estar reñido con ser asertivx (defender tus propios derechos).

Todxs tenemos algo que nos hace especiales. ¡Que no apaguen tu magia!

Sé fuerte, valórate y pasa página. ¡El mundo está lleno de personas que sí merecen la pena! 

¿Por qué pasa esto? ¡Porque sí!

No te fustigues. Ármate de valor y piensa cómo has llegado a esto.

Como decíamos: salvo excepciones, lo más seguro es que tu fantasma haya desaparecido sin un motivo real. ¿Vida paralela, persona “de repuesto”, comportamiento tóxico…? ¡Qué más da! No te comas la cabeza, no te va a ayudar.

¡Y distráete haciendo otras actividades! 🤗

Hay muchas personas que viven una realidad propia, a lo “Peter Pan”, sin terminar de hacerse adultxs. A veces ni siquiera son conscientes de hacer daño. Son muy protagonistas de su misma historia. Piensan que si te borran de las redes sociales se quitan “un problema”.

 

Reflexión…

Has conocido a alguien que no ha terminado de madurar, una persona cargada de inseguridades. A ti te toca interpretar el papel de adultx en esta historia 😊

¡Celébralo! Créenos, aunque en el momento no lo parezca, estarás mejor así.

Nadie que desaparezca de forma voluntaria sin dar ningún tipo de explicación merece estar en nuestras vidas. Al decirte adiós de este modo se están retratando. Puede que no lo veas así de inmediato (es normal), pero a medio plazo te darás cuenta del favor que te ha hecho.

Al principio de este artículo no pensabas que el ghosting podía ser motivo de celebración, ¿eh? 😉

Además, cuando te hacen un ghosting sin ningún motivo, te acaban de dejar muy claro algo entre líneas:

“No te merezco, tu vida estará mucho mejor sin tener una persona como yo en ella”.

Estás de suerte, las personas que escogen desaparecer de esta forma están mucho mejor así, desaparecidas. Serás mucho más feliz 😊 Di: ¡Hasta nunca!

 

Bonus: ¡Eh! Un momento. ¡Pero si soy yo quien hace ghosting…!

Acabas de llegar al final de este artículo y una sospecha ronda tu interior:

“Sí, me han hecho ghosting… pero creo que yo también lo he practicado un poquito. Así como sin querer…”.

Y sí, aquella persona con la que solo tuviste tres citas y bloqueaste en WhatsApp para evitarte explicaciones, también cuenta. Lo más seguro es que lo hicieras por inseguridad. ¡Y tiene solución!

Plantéate: ¿por qué lo practicas y por qué no has dejado de hacerlo? El “Ojo por ojo, diente por diente” no suele salir rentable, y menos con alguien que no te hizo nada. Te estás “vengando” de ghostings pasados.

Ya lo dicen: "para aprender, lo principal es querer".

En ocasiones, justificamos nuestros actos diciendo “Es que a mí me hicieron lo mismo”. ¡Con más motivo deberíamos haber aprendido! Si te lo hicieron a ti, estás repitiendo algo que te hizo daño. ¡Rompe la cadena y ya verás qué bien!

La próxima vez sincérate: “Creo que no quiero seguir con esto, gracias por el tiempo que hemos compartido”.

 

“En el fondo soy muy tímidx”

Por mucho que crezcamos y nos enfrentemos a la vida adulta… a todo el mundo le pasa: en ocasiones nos sentimos muy pequeñitxs y la vida se nos hace grande. Se juntan problemas externos e inseguridades con la persona tímida que fuiste.

Ya sabes cómo se combate la timidez, ¡llevas haciéndolo toda la vida! Coge aire, afronta el momento y ten coraje. Ser valiente no significa dejar de sentir miedos o inseguridades, sino tragar saliva y afrontar el mal trago.

Corta con todo lo que te impide dar esos pasos que dan miedo, pero qué bien sientan 😀 

¿Prefieres un único mal momento o la sensación continua de malestar?

Prueba con un: “Me cuesta expresar mis sentimientos. No quiero seguir conociéndote, pero tampoco sé darte explicaciones concretas. Prefiero dejarlo aquí y no hacernos falsas ilusiones”.

 

“Tengo otra relación” (¡o decenas!)”

¡Estás inmersx en un gran lío! Y seguramente te apetezca que sea así. Nadie te está juzgando, no te preocupes.

Puedes llevar la vida como mejor te plazca, pero es mejor poder quitarse peso de encima y respirar con tranquilidad. Tampoco hace falta ser la persona más sincera ni hacer más daño del necesario. Usa las palabras con sabiduría 😉

Evita palabras que puedan herir a la otra persona. Empatía 🙌

 

Se agradecería una discreta dosis de realidad con extra de tacto.

“El caso es que… ¡no sé cómo decirlo!”

Antes de decidir la forma de decir adiós, ten en cuenta cómo no deberías hacerlo: ni vía email, ni WhatsApp, ni mensaje de texto, ni señales de humo...

Lo mejor es hablarlo cara a cara. Si realmente no te ves capaz, como mal menor, puedes hacer una llamada telefónica (aunque siempre será mejor de forma presencial).

La mejor manera de afrontar los problemas es "a la cara".

Empieza por evitar excusas y cortinas de humo: “No eres tú, soy yo…”, “Soy una persona complicada”, “Ahora mismo no es el momento, tengo mucho trabajo”. No montes un espectáculo y evitarás un cortocircuito neuronal.

Explica los motivos sin dejar dudas, pero sin explayarte para no alargar una situación incómoda. Comenta que te resulta difícil, que entiendes si haces daño y cómo te sientes. Explica que, aunque puedas quedar mal, has escogido no seguir viendo a esa persona y eres consciente de ello.

Si es necesario, ordena en un papel o en tu móvil el mensaje que quieres transmitir para facilitarte la tarea. 

Si tienes motivos claros y evidentes para dejar la relación (reales, por favor), explícalos haciendo el mínimo daño posible; y si sientes que no deseas volver a tener contacto, déjalo meridianamente claro. ¡No fomentes falsas esperanzas! A ti tampoco te gusta que te lo hagan, ¿verdad?

Piensa una cosa: si te expresas, a la otra persona le harás un favor cerrando una puerta, y a ti te harás otro (y muy grande) sabiendo que has conseguido comunicarte sin dejar cabos sueltos.

...

¡Con la conciencia tranquila se vive mucho mejor!

Así que, en esto del ghosting, ya sea que lo hagas o te lo hayan hecho (y como siempre decimos) ¡la comunicación es clave! 😊

 

 

 

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