Tener un orgasmo es algo complicado, algo que requiere concentración, conocimiento, tiempo y ganas. Roma no se hizo en un día, y el orgasmo no es cosa de cinco minutos.
Y sí, somos muy insistentes con el tema, pero es que los preliminares son fundamentales a la hora de alcanzar el orgasmo; especialmente para las mujeres y personas con vagina. También hemos hablado de lo sanísimos que son los preliminares. Hemos reivindicado mil veces lo geniales que son, pero nunca hemos ahondado en el asunto. Hasta hoy, que te contaremos qué son los preliminares, y podrás ver por qué son tan geniales.
Qué son los preliminares
Los preliminares son todo lo que pasa desde que empieza el tonteo hasta que comienza el acto sexual en sí. Algunas personas solo cuentan los besos, las caricias, el sexo oral y todos los juegos que ocurren inmediatamente antes del coito, pero para nosotr@s, eso solo es la punta del gigante iceberg. Es más, te vamos a dar ejemplos de preliminares que harán que suban mucho la temperatura y las ganas de jugar.
Di NO
No hay nada más sexy que incitar y decir no. Caricias pacientes, tomándote tu tiempo para llegar a sus puntos clave. Haz que se acerque a besarte y, cuando esté a punto, aleja tus labios. Son torturas dulces que solo hacen que nos entren más ganas.
Tonteos bajo la mesa
Estáis de copas y empiezas a acariciar su entrepierna con tu pie descalzo o a juguetear con la pajita entre tus labios. Detalles que hacen enloquecer.
Cine hot
Estáis en el cine y, de la que vas a coger palomitas, le rozas descaradamente la entrepierna o un pecho. O directamente volvéis a la adolescencia y aprovecháis la peli para besaros y hacer manitas. A la salida lo único que podréis decir será “¡Taxi, llévenos a casa!”.
Comida picante
Estáis tranquilamente en casa comiendo y empiezas a jugar con la comida: darle de comer de manera sugerente, pedirle que coja la onza de chocolate directamente de tu boca. Todo lo que haga falta para que el gran postre ocurra en la cama.
WhatsApps sugerentes
¿Aún no ha vuelto a casa y tienes ganas de guerra? Las palabras son afrodisíacos naturales. Nada para aumentar la temperatura corporal como contarle qué te apetece hacerle o lo caliente que estás. O, qué narices, dicen que una imagen vale más que mil palabras, ¿no? Mándale una selfie sugerente o una foto de vosotr@s dos junt@s un poco subida de tono. Ya verás lo que tarda en volver a casa.
Dirty Dancing
De fiesta con colegas, vais a un bar y salís a la pista. Bailad bien pegad@s, besaos, sed mal@s, y veréis cómo solo podréis pensar en lo que pasará al llegar a casa.
Preliminares tradicionales
Y por supuesto, no podemos olvidar los preliminares tradicionales. Los primeros en los que pensamos, y que tanto nos saltamos (hasta hoy):
- Sexo oral. Divertido, sexy, excitante y la puerta a orgasmos increíbles.
- Caricias. Por todo el cuerpo. Cara, cuello, hombros, pechos, abdomen, muslos... Tómate tu tiempo y verás cómo las ganas no paran de aumentar.
- Mordiscos. Cuello, orejas, labios, pezones... Descubre los puntos más sensibles de tu pareja y vuélvela loca.
- Besos. Nunca sobran besos. Los besos hacen de cualquier momento algo mucho más íntimo; así que no dejéis de besaros mientras jugáis.
- Control. Ata a tu pareja a la cama y asegúrate de hacerla disfrutar sin que pueda hacer nada. Más tortura dulce de la que tanto nos gusta.
...
¿Ha quedado claro? Dejemos de ver los preliminares como “las cosas aburridas que pasan antes del sexo” y veámoslos como lo que en realidad son: la parte más juguetona y caliente del sexo. ¿O es que jugar no es también hacer el amor?
*Ojo. En realidad ¡los preliminares no existen! Nada es preliminar a algo mejor en el sexo. Aún así las búsquedas en Internet apuntan a esta palabra y, aunque no nos guste, confiamos en que en un futuro muy cercano se hable simplemente de sexo.