Microguía conceptual para tener las ideas más claras

 

Tenemos la suerte de vivir en un mundo que es cada vez más inclusivo, aunque sabemos que aún falta mucho trabajo por hacer. Hay muchas maneras de fomentar la inclusividad y de enriquecernos, como aceptar que no todas las personas somos iguales o utilizar un vocabulario inclusivo. Si quieres ser partícipe de esta corriente pero no sabes por dónde empezar, el primer paso es entender y tener claros conceptos básicos como sexo, género, identidad de género y orientación sexual. 

Por esto hemos creado esta pequeña guía para ordenar un poco todas estas ideas. No se trata de una guía definitiva ni estática, ni mucho menos, ya que estas definiciones están en constante cambio y evolución. Se trata de una pequeña ayuda para que sepas diferenciar correctamente estos conceptos y puedas entender mejor toda esta magnífica variedad que tenemos a nuestro alcance, y que nos hace totalmente únicxs. 

  • Sexo biológico

Es el sexo que se nos asigna al nacer basado principalmente en el tipo de genitales externos que tenemos (vulva o pene), aun así, el sexo no es binario (existen personas con caracteres intersexuales etc.) y también incluye otros factores como los cromosomas, las gónadas, hormonas, y órganos internos. A la mayoría de personas se les asigna un un género en función del sexo genital. 

Sin embargo, según los expertos hay aproximadamente un 1,7%  de la población que es intersexual (aunque los datos extraoficiales apuntan a un número más elevado), es decir, que nace con características sexuales que se presentan como una mezcla de femeninas y masculinas. Un claro ejemplo de intersexualidad sería tener vulva y, en lugar de ovarios, testículos.

  • Género

El género es una construcción sociocultural, y origina esos roles arraigados que la sociedad espera que poseas y presentes según tu sexo biológico. A esto último le llamamos “expresión de género”: en función de si tienes vulva o pene se establece un género mujer u hombre pero, al expresar nuestra sexualidad podemos tener una expresión “conforme” (masculina o femenina) o “disconforme” (andrógina). Por suerte, hemos evolucionado para saber que no tiene que ser así. El sexo que te asignan al nacer no tiene que coincidir necesariamente con el género con el que te identificas es decir, tu identidad de género. Eso es algo totalmente personal y la expresión de tu género no tiene porque ir acorde con lo que la sociedad espera de ti. 

  • Identidad de género 

La identidad de género es la percepción personal y vivencia subjetiva del género, con lo que te identificas. Esto puede coincidir o no con el género que te asignaron al nacer. Nacemos con un sexo biológico e inmediatamente nos asignan un género, pero puedes sentir que no encajas en esta pauta establecida por la cis-normatividad (expectativa que todas las personas son cisgénero). Hay que tener una cosa clara: la identidad de género no se escoge, se siente. Y cada persona percibe, vive y siente la identidad de género de una manera distinta. Hay tantas identidades de género como personas en el mundo.

Aquí tienes algunas definiciones de identidades de género:

Cisgénero: te identificas plenamente con el género que te asignaron al nacer. Es decir, si te asignaron género masculino al nacer, y tú te sientes hombre. Seguramente no eras consciente de que había una palabra asociada a esta identidad, porque se considera como la más común. Pero es importante definirla como cualquier otra identidad de género para que todas las personas sean tratadas por igual independientemente del género que sientan.  

Trans*: Sientes que el género que te asignaron al nacer no corresponde con tu identidad de género. Trans* es término paraguas inclusivo que acoge muchas realidades: transexuales, transgénero, drag queens, drag kings, genderqueer, agénero, personas no binarias o de género fluido, entre otrxs.

¿Sabías qué? El origen del asterisco en Trans* es totalmente geek. Cuando pones un asterisco al final de una palabra en tu buscador le estás pidiendo que busque lo que hayas escrito más cualquier terminación de esa palabra. En el caso trans*, ese asterisco haría que los resultados incluyeran -género, -queer, -sexual, etc. Introduciendo este pequeño elemento tecnológico en tu lenguaje conseguirás ser mucho más global e inclusivx.  

  • Orientación afectivo-sexual

Es la atracción que sientes hacia otras personas. Puedes sentir atracción sexual hacia algunas personas y atracción romántica o de otro tipo hacia otras. Aunque siempre lo hemos entendido como algo que va de la mano, no tiene por qué ser así. Un 10% de la población siente discordancia entre orientación romántica y sexual. Distintos investigadores han argumentado que la atracción sexual no es necesariamente un prerrequisito para vínculos románticos y que la atracción sexual se puede dar independientemente de la atracción romántica.

Existen muchas tipologías de orientaciones sexuales, aunque las más conocidas son:

Heterosexual: te atraen personas que pertenecen al género opuesto. 

Homosexual (lesbiana o gay): te atraen las personas que pertenecen a tu mismo género. 

Bisexual: te atraen personas de tu propio género y/o otros géneros, indiferentemente. Para tí lo importante es cómo es una persona, más allá de su sexo, género, orientación, u otra variable afectivo-sexual.

AsexualSe acostumbra a identificar cuando no sientes ninguna atracción sexual por ninguna persona. Eso no quiere decir que no puedas sentir una atracción romántica hacia alguien. De hecho, la mayoría de las personas asexuales coinciden en que existe una neta diferencia entre la experiencia romántica y sexual. Además, la asexualidad tiene muchos matices: demisexual, biromántico, aromántico, homoromántico, entre otrxs.   

...

Remarcar que todos estos términos pueden ser formas útiles de describir tu identidad y tu orientación sexual, si tienes la necesidad de definirlas. Pero es perfectamente lícito utilizar tus propios términos para crear tu propia definición y para que te sientas a gusto contigo fuera de las cajas establecidas. Escoge con lo que mejor te identifiques sin sentir limitaciones y deja lo demás de lado.

Además, si quieres ampliar y tener un vocabulario más inclusivo te puedes dar una vuelta por nuestro glosario LGTBIQ+