¿Quién lo diría? Hace algunos meses, muchas personas estábamos acostumbradas a ir a la ofi de forma presencial. Quizás había algunas que tenían algún día de teletrabajo, y muy pocas trabajaban 100% desde casa. Ahora, la mayoría de las personas que pueden hacerlo tienen que trabajar desde casa principalmente (excepto que puedas viajar y hacerlo desde otro sitio lejano… Pero eso es otra historia).
👀 Ahí van algunos trucos para que no se de esta escena en vuestras casas 👀
Este cambio puede ser difícil, pues cambia nuestra rutina y nuestra forma de relacionarnos, comunicarnos y sentirnos.
Por eso, antes de que el teletrabajo se vuelva un obstáculo, os compartimos algunos consejos para hacerlo más llevadero.
Mantén una rutina
Aunque a veces no lo queramos aceptar, necesitamos una rutina, y este caso no es la excepción. Lo ideal es mantener un horario que nos permita acostumbrarnos a esta nueva situación. Así nuestro cuerpo y nuestra mente no se volverán locos, y podremos entrar en modo trabajo de forma más fácil. También, necesitamos mantener una higiene adecuada, además de cambiarnos de ropa. Puede que nos resulte más cómodo trabajar en pijama, pero esto no nos permite hacer el cambio de chip necesario para empezar a trabajar y no sentir que aún estamos en la cama (además de que quizás alguien te pille así en una videollamada…).
Si te cuidas te sentirás mejor y lo notarás en el trabajo 🥳
Esto se aplica también para los descansos y la hora de terminar. ¡Mantén un horario y respétalo! Si no, es posible que te alargues más de lo planeado y sientas más cansancio. Una vez que termines tu jornada; levántate del escritorio, mira la tele, lee un libro, haz ejercicio, sal de casa… Cualquier cosa que hicieras antes para marcar este fin de la jornada.
Ambiente adecuado
El ambiente es importante. Lo ideal es contar con un espacio que te permita trabajar de forma cómoda. Esto incluye:
- ☀️ Tener una buena iluminación, mejor si es luz natural. Recuerda que la vitamina D es fundamental para nuestro humor y nuestros ciclos vitales (alimentación, sueño, menstruación, etc.).
- 🔇 Alejarse de fuentes de ruido, así podrás concentrarte mejor.
- ✅ Tener un escritorio y silla cómodos. Recuerda que la postura es clave y, además, evitarás dolores de espalda.
- 👃 Evitar olores molestos. Intenta estar lejos de la cocina si alguien está cocinando o cerrar las ventanas si a tu vecinx le ha dado por hacer una paella.
- 🌡 Vigilar la temperatura, que no haga ni mucho calor ni mucho frío.
- 📚 Hacer lo que sea necesario para estar lo más cómodx posible. Recuerda, es importante mantener separado el sitio de trabajo del de descanso, ¡por lo que no trabajes desde la cama! Además de que la postura no será la mejor, tu mente tampoco hará esta separación de trabajo/descanso.
Si compartes “despacho” con tu compi (ya sea tu pareja o tu compi de piso), es importante que os comuniquéis y decidáis de qué forma os podéis organizar para que podáis convivir en el mismo espacio sin problemas. También, es importante delimitar el espacio. Si sabes que tienes una llamada importante, comunícaselo a las personas con las que trabajas para que, en caso de que sea posible, durante ese rato estén en otra habitación.
O, por ejemplo, si vives con tu familia, quizás te haya pasado que te piden que vayas al súper a comprar azúcar en mitad de tu jornada laboral. Es importante dejar claro que, aunque estés en casa, estás trabajando y que puedes ayudar en un momento de descanso o cuando acabe tu día.
Labores del hogar
A veces pensamos que estar trabajando desde casa es un sinónimo de hacer muchas cosas al mismo tiempo; ya sabes, poner una lavadora entre llamadas, limpiar un poco entre cada mail, etc. Sin embargo, esto puede ocasionar que perdamos la concentración y seamos menos eficientes (¡eso sí, con ropa limpia!).
Buena conexión
El internet es clave, y tener una buena conexión en época de teletrabajo, más. ¿A quién no lo ha pasado? Se cae una llamada, los documentos tardan en descargar o nos congelamos en las videollamadas con el peor gesto posible.
Tener una buena conexión nos puede evitar momentos de frustración importantes y que tus colegas llenen una carpeta de pantallazos tuyos para futuros memes. ¡Además, nos permitirá seguir el ritmo del teletrabajo!
Desayuno, comida, merienda…
A casi todxs nos ha pasado que, trabajando desde casa, tenemos la nevera y la cocina tan cerca que hacemos viajes cada dos por tres buscando algo que picar. Esto no solo hace que perdamos el hilo de lo que estábamos haciendo; sino que también puede tener algún efecto en nuestro peso y salud, pues es probable que comamos más y que además hayamos pasado a una vida más sedentaria.
Aunque estén deliciosos, haz acopio de todo tu autocontrol... ¡o lo vas a pagar luego!
Así que, ¡ojo con los antojos! Lo mejor será buscar una opción sana que no nos genere ansiedad. Aunque las galletas y el chocolate son deliciosos, nos harán levantarnos más a menudo, buscando un poquito más, y más, y más...
Hidratación
¡Hidratarse bien siempre es importante! Estando en casa puede que lo dejemos de lado, pero recuerda que beber agua es necesario para estar alerta, evitar dolores de cabeza e incluso te puede ayudar a superar esos antojos por ansiedad.
Además, tu cuerpo y cerebro estarán más sanos que nunca. ¡Todo son ventajas! Te recomendamos tener una botella o un vaso con agua cerca, para que sea más fácil y puedas beber durante el día, según lo necesites.
Un estiramiento por aquí y allá
Es probable que te cueste más levantarte de la silla y pases mucho tiempo sentadx. Seguramente, las contracturas forman parte de tu día a día desde hace un tiempo… Recuerda que es importante desconectar cada cierto tiempo, tanto para descansar nuestros ojos, como para hacer algún estiramiento que nos permita relajarnos.
Y, si te animas, también puedes hacer algo de ejercicio.
Puedes hacer movimientos circulares de hombro y cuello, ponerte de pie y estirarte, intentar tocar tus pies, mover dedos, manos, muñecas… Vamos, poner un poco de movimiento a tu cuerpo, ¡seguro que lo agradecerá!
Siempre necesitaremos a nuestrxs compis
Uno de los cambios más importantes es dejar de convivir con nuestrxs compis de forma presencial. En algunos casos la relación puede ser puramente profesional, pero en otros puede ser que haya una relación más cercana, incluso de amistad. ¡Es normal que os echéis de menos! Dejar de verse en persona es sin duda uno de los puntos negativos del teletrabajo. Así que, intentad mantener el contacto a través de videollamadas o fuera de la oficina. ¡Compartir momentos puede darte el extra de energía que necesitas!
Lo más seguro es que el teletrabajo haya llegado para quedarse, así que no te agobies. Poco a poco nos acostumbraremos a él y seguro que lo acabaremos disfrutando. Así que, ¡manos a la obra… desde casa!