El movimiento de cadera es clave a la hora de tener sexo: te enseñamos las claves para moverla a la perfección
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El movimiento de cadera es clave a la hora de tener sexo: te enseñamos las claves para moverla a la perfección
Los movimientos que podemos practicar con nuestra pareja sexual son infinitos si nos atrevemos a explorar y nos dejamos llevar. Aquí la imaginación juega un papel importantísimo: sobre gustos no hay nada escrito y los movimientos deberán amoldarse al disfrute de ambxs. No olvidemos que, en el sexo, buscar la compenetración y la conexión con la otra persona y saber escuchar a nuestros cuerpos es esencial.
Dicho esto, lo cierto es que unos consejillos de movimiento para el sexo con penetración nunca están de más… Aquí es donde entran las caderas, de cuyo movimiento dependerá cualquier postura que quieras practicar. Ni que decir tiene que se trata de la pieza clave para movernos en la cama. Sin ella, nos moveríamos como palos agitados por el viento: a lo loco y sin ritmo alguno.
Pasos para aprender a mover la cadera
La clave para moverse bien en la cama es moverse bien fuera de ella. Por eso, lo primero y principal es aprender a mover la cadera sin mover el resto del cuerpo, lo que se conoce como disociar la cadera, una práctica que te será muy útil para dominar el arte del amor vertical con penetración.
Paso 1: Rotación de caderas
Lo primero que tienes que aprender es a rotar la cadera. ¡Es muy sencillo! Ponte de pie con las rodillas estiradas y bloqueadas, es decir, que no se muevan. Se trata de llevar la cadera hacia delante, primero de un lado y luego del otro.
Para ello, gira la cadera hacia delante con las rodillas rectas y sin mover el tronco ni los hombros. Comienza despacio... Primero de un lado y luego del otro. Así:
Ve practicando este movimiento hasta que lo domines. Recuerda: comienza poco a poco y, cuando lo tengas bajo control, prueba a aumentar la velocidad.
Paso 2: Dibuja un cuadrado
Este paso es muy sencillo y seguro que lo conoces. Coloca las manos en la cadera y flexiona las rodillas. Una vez aquí, lleva la pelvis hacia delante, luego hacia un lado, hacia atrás, hacia el otro lado y vuelve a comenzar. Y ahora todo junto: delante, izquierda, atrás, derecha, delante. ¿Lo tienes?
Este movimiento te ayudará a tomar conciencia de tu cadera y a moverla independientemente del resto del cuerpo.
Paso 3: Eleva la cadera
Ahora que ya dominamos los movimientos más básicos, y aprovechando lo que ya hemos aprendido, subimos un poquito la dificultad. Se trata de mover la cadera de arriba abajo, sin mover el resto del cuerpo.
Comienza con ambas rodillas flexionadas. Una rodilla se estira, elevando la cadera, mientras la otra se mantiene flexionada:
Si lo haces de forma correcta, la cadera debería moverse prácticamente sola. Y cambiamos la pierna. 1, 2. 1, 2.
Si te apetece ir más allá, prueba a volver a la posición de inicio antes de cambiar la pierna, en lugar de pasar directamente de una pierna a otra: una rodilla se estira elevando la cadera. Vuelve al centro, con ambas rodillas flexionadas, y luego estira la otra rodilla. 1, centro, 2, centro.
Pues bien, esto es todo lo que necesitas saber para aprender a disociar tu cadera. Ahora, si quieres aprender a llevar estos trucos a la cama para explorar sus posibilidades, no dejes de leer.
Cómo mejorar en la cama si tienes vulva
Hay ciertos movimientos que pueden ser muy placenteros si los llevas a la cama.
Antes de comenzar, puedes pedirle a tu pareja sexual que te sujete por la cadera para ayudarte a mantener el equilibrio y evitar una posible caída... ¡No queremos que te hagas daño!
Movimiento 1: En círculos
Bien, estás encima... Hay que sacarle provecho a eso, así que puedes comenzar moviéndote en círculos. Apóyate en su pecho o brazos y gira ligeramente en la dirección que desees. Debes asegurarte de tocar todos los puntos: derecha, izquierda, adelante y atrás.
Si tu pareja sexual tiene pene, con este movimiento estarás dando un masaje a su miembro, que a su vez estará estimulando todos los rincones de tu vagina y estimulará indirectamente tu clítoris. Aquí ganáis ambas partes. ¿Y si tu pareja sexual también tiene vagina? ¡Prueba y verás! El roce de las vulvas estimulará las terminaciones nerviosas de ambos clítoris. Placer asegurado.
Movimiento 2: El gusanito
Cuando os canséis del anterior movimiento, prueba a moverte como un gusanito, desplazando las caderas de adelante hacia atrás. Esto te dará más control a ti y más placer a ambas personas.
Movimiento 3: Bubble
Y, por último, si quieres marcarte un “Rihanna” en la cama, aprende el paso básico de twerking para deleitar a tu pareja sexual tanto si estás encima como si estáis disfrutando de la postura del perrito.
Para practicar y dominar esto, puedes comenzar fuera de la cama. El movimiento aquí es sencillo: colócate con las piernas abiertas y flexionadas, manos encima de las rodillas, bajas todo lo que puedas y sacas un poco el trasero hacia atrás. Y entonces: fuera, dentro, fuera, dentro.
Intenta mover únicamente la cadera, porque si no, puedes hacerte daño. Una vez lo tengas controlado, puedes aumentar poco a poco la velocidad.
Cómo mejorar en la cama si tienes pene
Prepárate para aprender unos cuantos movimientos que sorprenderán a tu pareja sexual.
Antes de comenzar, y para poder desarrollar mejor los movimientos, pídele a tu pareja sexual que se ponga en la posición de perrito y que se abrace a una almohada, manteniendo el pecho en la cama.
Dato interesante
La forma de tu pene podría influir en un mayor disfrute de tu pareja sexual según la postura que adopte, es decir, si tienes una curva pronunciada hacia arriba, es probable que tu pareja sexual sienta más placer si está boca arriba.
Movimiento 1: Profundo
Ponte detrás de tu pareja sexual con las rodillas en la cama. Lo primero que tienes que hacer es arquear la espalda y luego levantar las caderas y llevarlas hacia delante, para después retirarte arqueando la espalda, como un movimiento ondulante. Recuerda que lo que se mueve son tus caderas, no tus brazos. Así que mantenlos firmes.
Movimiento 2: Puntita
Este movimiento es perfecto si quieres estimular las terminaciones nerviosas que se encuentran en la entrada tanto del ano como de la vagina. Es básicamente como el anterior pero al revés, es decir, entras con la espalda recta, y luego te retiras bajando la pelvis y sacando el trasero hacia atrás.
Movimiento 3: Remolino
Para este paso, adoptaremos una postura diferente: la persona con pene se situará de pie al borde de la cama y se acercará a la otra persona. Se trata de hacer círculos alrededor de su ano o vagina.
Para facilitar este movimiento puedes ayudarte alternando la planta de los pies, de manera que el movimiento quede mucho más marcado.
...
Con estos trucos, no solo mejorarás las relaciones con tu pareja sexual, sino que ampliarás tu abanico de movimientos para conocerte y disfrutar (y hacer disfrutar) de tu sexualidad. Recuerda: no es algo que se domine de un día para otro, sino que requiere de paciencia, mucha práctica y comunicación. Así que pon tu música preferida, échale imaginación y, ¡disfruta aprendiendo!
Cuando conocemos a alguien y nos atrae, de manera inconsciente comenzamos a pensar en esa persona, sonreímos si es...
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Cuando conocemos a alguien y nos atrae, de manera inconsciente comenzamos a pensar en esa persona, sonreímos si escuchamos su nombre, nos revolotean “mariposas” en el estómago, queremos hablar todo el tiempo por teléfono o por mensajes, le damos like a casi todo lo que publica y le saludamos a la menor provocación, pues todo esto son químicos en nuestro cerebro.
Dopamina, oxitocina y serotonina son neurotransmisores que se activan cuando nos gusta una persona y queremos todo con ella; es prácticamente incontrolable y poco podemos hacer para darnos cuenta de que se trata de una realidad… química. De hecho, empezamos a crear historias sobre esa persona, y aseguramos que es maravillosa aunque llevemos una semana de conocerla; pensamos que es la persona “ideal”, o que es la persona que nos hará feliz toda la vida, y así vamos poniéndole cada vez más y más bondades a dicha persona sin siquiera conocerla… es decir que ya damos por hecho todo lo que esperamos de esa persona.
Virgina Woolf decía: “Pero el amor... es sólo una ilusión. Una historia que uno construye en su mente sobre otra persona. Y uno es consciente todo el tiempo de que no es verdad. Por supuesto que lo sabe; por eso siempre tiene cuidado de no destruir la ilusión.”
Las expectativas son la esperanza o posibilidad de conseguir algo. Según la Real Academia Española, es aquello que esperas que suceda solo por desearlo. Por ello es importante hablar del tema cuando se trata de parejas, pues todo lo que esperamos que suceda o que queremos que se haga, muchas veces no es como lo visualizamos, ¿sabes porqué?, pues porque una cosa es lo que queremos y otra muy diferente lo que la otra persona quiere…
Por ejemplo: uno esperaría que por que ya se está en pareja, los acuerdos incluyendo el de exclusividad se dan por sentado, pero la realidad es que es muy importante dejar claro lo que se quiere, estableciendo acuerdos desde un inicio y también renovándolos periódicamente.
En un estudio realizado por Helen Fisher, en el cual escaneó cerebros de personas enamoradas para descubrir la Química del Amor, descubrió que: alrededor de un 65 por ciento de los hombres y un 55 por ciento de las mujeres del estudio se mostraban de acuerdo con la afirmación: “tiene algunos defectos, pero en realidad no me molestan”. Y el 64 por ciento de los hombres y el 61 por ciento de las mujeres estaban de acuerdo con la frase “Me gusta todo de…”
Los químicos en nuestro cerebro nos impiden ver la realidad. La buena noticia es que no podemos estar “drogadxs” toda la vida con dichos químicos, por lo que tarde o temprano nos daremos cuenta de la realidad.
Dar por hecho las cosas es creer que las personas somos adivinas y que sí o sí la otra persona debe saber lo que queremos, cuándo y cómo lo queremos, pero nada está más lejos de la realidad.
La relaciones de pareja son de las más complejas pues al unirse —literalmente— dos mundos, llegar a acuerdos puede tornarse complicado, sobre todo si no se habla desde la asertividad. Creer que nuestra pareja es perfecta es taparnos los ojos y no querer ver la realidad de las cosas; somos seres humanos y por lo tanto todxs tenemos defectos.
Otro ejemplo: si te gusta mucho el orden y cuando inicias una relación no hablas de ello porque para ti es algo con lo que vives en el día a día, conforme pasa el tiempo, al bajar esos químicos del cerebro, te das cuenta de que tu pareja en realidad no es nada ordenada. Por ello es importante dejar en claro algunas cosas de las que de plano no puedes alejarte como en este caso el orden, y entonces establecer acuerdos en los que ambas partes ganen. En el caso del orden puede ser acordar que, como tú no puedes vivir sin orden en la casa, tú te encargues de esa parte, y que la otra persona deje sus cosas en un área que sea su espacio y no afecte a ambos.
Si ya nos dimos cuenta de que los químicos pueden ser maravillosos al inicio pues nos mantienen felices todo el tiempo, también pueden dañarnos una vez que bajen, sobre todo si no establecemos acuerdos y aprendemos a gestionar lo que esperamos de las personas. Por ello aquí te hacemos algunas recomendaciones para trabajar las expectativas en pareja:
Aunque se estén conociendo dejen en claro las cosas que les gustan y las que no, de esa manera ni la otra persona pondrá expectativas en ti ni tú en ella.
Trabaja la comunicación asertiva, si no sabes cómo aquí te decimos.
Genera acuerdos con tu pareja, sin olvidar que los acuerdos son un ganar-ganar.
Respeto. Aunque en algunas cosas no compartan los puntos de vista, el respeto debe existir en todo momento.
Empatía. Recuerda que en realidad no nacemos sabiendo comunicación asertiva, ni siendo personas que adivinamos. Bien: pues tu pareja tampoco, así que paciencia, amor y mucha comunicación.
Ahora sí, a poner en práctica lo aprendido y recuerda no caer en esperar que la otra persona haga algo que ni siquiera sabe que tú esperas que haga.
Cuando de placer se trata muchas veces nos enfocamos en lo típico: la vagina o el pene, pero nos olvidamos de que n...
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Cuando de placer se trata muchas veces nos enfocamos en lo típico: la vagina o el pene, pero nos olvidamos de que nuestro cuerpo tiene más, muchísimas más zonas erógenas por descubrir y que, tristemente, a veces dejamos en el olvido.
En el sexo oral, la masturbación o los masajes eróticos, por ejemplo, seguramente tu atención se centra por completo en el pene, incluso en el glande específicamente; y sí, nadie duda de lo súperplacentero que resulta, pero, ¿te has detenido a pensar en los ignorados de siempre? Así es, ese par de amiguitos que casi nadie se acuerda de consentir pero que tienen mucho que ofrecercuando de placer se trata, ¿no lo crees?
Prepárate para sorprenderte y, sobre todo, para conocer un poquito más acerca de los testículos y por qué deberías incluirlos en tu próxima sesión de jugueteo.
Para empezar, vamos a conocer un poco más de los testículos:
1. Este par es el encargado de producir espermatozoides y testosterona. Esto comienza en la pubertad y sigue así durante el resto de la vida.
2. Esa piel que cubre los testículos y que seguramente habrás notado que se encoge con el frío se llama escroto y su misión es la de proteger el esperma y controlar la temperatura: con el calor es común ver cómo baja, mientras que ante el frío sube y los “esconde”. Lo mismo pasa justo al eyacular: tanto los testículos como el escroto suben (buen tip para saber el momento preciso en el que se aproxima el orgasmo).
3. Igual que ocurre con el pene, los testículos se llenan de sangre y su tamaño se incrementa con la excitación.
4. ¿Has escuchado que nuestro cuerpo no es simétrico? Pues, así como los senos no son del mismo tamaño (el problema de toda la vida al escoger un bra), los testículos tampoco y uno suele verse más grandecito que el otro.
5. Cuidadito con lastimarlos, son bastante sensibles y al practicar algún deporte es mejor protegerlos: tan sólo checa qué es lo primero que se cubren los jugadores de fútbol cuando están a punto de defender un tiro libre.
6. Lo repetiremos hasta el cansancio: estimular los testículos es muy placentero, basta conocer un par de truquitos para hacerlo todavía más increíble.
Ahora que ya los conoces y sabes el importante papel que tienen en el disfrute masculino, es hora de darles todo el placer que se merecen, pero primero ten en cuenta un par de cositas:
1. Las mejores cosas se disfrutan despacio, y el sexo no es la excepción. Tómate tu tiempo para gozar de las sensaciones y aléjate de las prisas.
2. Que no falte el lubricante, ni en el sexo en pareja ni en la masturbación, te darás cuenta de lo bien que se siente y fluye todo.
3. Acariciar los testículos con las manos o la boca está muy bien, pero los juguetes podrían multiplicar por mil el placer, ¿no te animas a probarlos?
Es normal: el 60% de los hombres y personas con pene asegura que no necesitan ningún juguete sexual para disfrutar, pero en realidad eso es resultado de los prejuicios y conceptos erróneos que hay alrededor de la sexualidad masculina. Date la oportunidad de romper esos tabúes y descubre lo placentero que pueden llegar a ser: te sorprenderás mucho.
Todo listo. Ahora sí ya tienes todo lo necesario para poner “manos a la obra”:
1. Relájate, este momento es para disfrutar (a solas o en pareja), no dejes que nada te distraiga o apure y tómate tu tiempo…
2. Con lubricante en mano pon un par de gotitas en los testículos y empieza a tocarlos, acariciarlos lentamente, concentrándote en las sensaciones que ese tacto provoca.💦
3. Con la palma y la yema de los dedos muévelos lentamente, masajéalos con delicadeza y aumenta el ritmo conforme el cuerpo lo pida, si estás estimulando a tu pareja fíjate en sus expresiones faciales o pregúntale qué le parece y cómo quiere que sigas.🔥
4. ¿No tienes ni idea de cómo continuar? Descuida, hay un par de movimientos que resultan muy placenteros: simular que estás cambiando un foco, que mueves unos dados entre losdedos, que tocas una guitarra, eso sí ¡con cuidado! Recuerda que los testículos son muy sensibles y cualquier maniobra brusca puede lastimarlos.
5. No te quedes con un solo movimiento, alterna entre uno y otro, porque —ya sabes— la sorpresa también genera excitación.😍
6. Ahora que la excitación está al límite pueden decidir si pasan a la masturbación del pene con una mano mientras la otra sigue acariciando los testículos, a la penetración o incluso al sexo oral, pues la boca también es clave para estimularlos e incluso más placentera, pues lo labios son suaves y húmedos, la combinación perfecta para ese par de amiguitos.
7. Siguiendo con la idea de utilizar la boca, ¿qué te parece recorrer lentamente el escroto con la lengua? Puedes marcar tu propia ruta del placer con ella, haciendo formas de zigzag, subiendo y bajando, en círculos, y hasta jugar con la temperatura poniendo unhielito en la boca, la sensación será alucinante.
8. Ve un poco más allá y mete los testículos delicadamente en la boca, a eso se le conoce como Teabagging y puede ser muy placentero si se combina con movimientos suaves dela lengua.
9. En cambio, si estás jugando a solas o quieren probar con juguetes, utilizar una bala vibradora como Neo Plus podría incrementar muchísimo las sensaciones. Desliza el juguete por la zona del perineo, el ano y los testículos, notarás que las vibraciones se extienden desde abajo y recorren todo el cuerpo, ¡qué rico!
10. Si ya están en la penetración, pero no quieren descuidar al par de amiguitos, intenta con unas palmaditas suaves en la posición del perrito, por ejemplo. Eso aumenta el placer y acelerará el orgasmo, o sorpréndelo con unas palmadas para animarle a seguir, el chiste es variarle. 😉11. No lo olvides, siempre es mejor preguntar si algo le gusta o no. Esto es importante en cualquier cosa que se haga en pareja y más aún cuando se trata de los testículos, una zona que es muy sensible, pero al mismo tiempo capaz de hacerle sentir muchísimo placer.
Por cierto, explorar y jugar con ellos también es importante para la salud, ya sea en solitario o en pareja, pues tocándolos se pueden detectar problemas como bultitos, dolor, comezón o algunaprotuberancia o lesión en la piel, y así acudir a tiempo al médico para una revisión.☝🏼
Después de conocer todos estos datos y trucos no volverás a ignorar a este par de amiguitos nunca más, ¿verdad? Lo cierto es que muchas veces la atención se dirige exclusivamente al pene, pero los testículos también tienen mucho que ver cuando de placer se trata, la cosa es buscarle y saber consentirlos como se merecen. 🤗
El típico "arriba y abajo" está muy bien, nadie dice lo contrario. Pero, como siempre, nos gusta ampliar tu catálog...
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El típico "arriba y abajo" está muy bien, nadie dice lo contrario. Pero, como siempre, nos gusta ampliar tu catálogo sexual para convertirte en todx unx especialista en los masajes para pene.
Por eso, hoy te traemos un masaje en 5 movimientos muy fáciles y efectivos para aumentar el placer de tu pareja (o el tuyo).
Puedes hacer toda la serie de movimientos o bien uno solo, lo que te guste más y a tu pareja también.
Como en todo masaje genital, aquí tampoco puede faltar el ingrediente estrella: un lubricante a base de agua. Así que, antes de empezar, pon bastante producto en tus manos y no escatimes (más vale que sobre, y no que falte).
¿Cómo me coloco para masturbar a mi pareja?
Pídele que se siente en el borde de la cama o el sofá y tú siéntate detrás. Colócate poniendo una pierna a cada lado de su cuerpo y pasando tus brazos por debajo de los suyos.
Aprovecha que estás detrás de tu pareja. Trata de pegar tu pecho a su espalda y respirar profundamente. Así se sentirán más cerca.
Movimiento 1
Aquí utilizarás una parte de tus manos que tal vez aún no conoces: los metacarpos, son la zona acolchonadita que se encuentra en las palmas de las manos, justo donde se juntan con los dedos.
Entrelaza los dedos dejando los pulgares rectos (mirando hacia arriba).
Ahora estira los dedos para juntar los metacarpos.
A continuación, haz elevaciones muy lentas pero intensas.
Sube poco a poco y, al bajar, masajea cada lateral del tronco con tus pulgares.
Repite este paso unas cuantas veces, no tengas prisa en acabar. Al estar detrás de tu pareja es posible que no veas bien lo que estás haciendo pero su respiración y gemidos te indicarán si le está gustando o no.
Movimiento 2
Aquí entran en juego los pulgares, con ellos vas a masajear el glande. Esta es la zona más sensible de los genitales masculinos, ya que cuenta con hasta 4,000 terminaciones nerviosas. Así que hazlo con mucho cariño:
Sigue estando detrás de tu pareja con la diferencia de que, ahora, debes tener las palmas de las manos separadas.
Masajea su pene desde la base al glande, como si intentaras unir tus palmas.
Cuando llegues al glande, masajéalo con los pulgares haciendo círculos. Y vuelve a bajar.
Cambio de postura
Si decides hacer los movimientos en orden, es el momento de pedirle a tu pareja que se acomode en el respaldo de la cama o sofá y que abra sus piernas en triángulo. Siéntate entre sus piernas y quédense cara a cara. Aprovecha el contacto visual para hacer que se excite aún más.
Movimiento 3
Es el momento de cederle el mando a tu mano más hábil:
Mantén tu mano menos hábil en la base del pene y con la "buena" haz masajes de arriba abajo suavemente.
A continuación, envuelve sus testículos con la mano dominante y, con el pulgar, haz un suave masaje pasando de un testículo a otro (¡con delicadeza!).
Movimiento 4
Aquí entra en juego el pulgar:
Mantén una mano en la base del pene y, con la otra, haz círculos con la yema de tu dedo pulgar por todo el miembro.
Empieza por la base y extiende este movimiento por todo el tronco.
Movimiento 5
Si has seguido los movimientos paso a paso, este será el cierre perfecto:
Sigue frente a tu pareja y, con tus manos lubricadas, coge su pene con la palma de la mano mirando hacia arriba y deslízala poco a poco desde la base hasta el glande.
Cuando llegues al glande, dale la vuelta a la mano para que sea el pulgar el que lo estimule haciendo círculos.
Mientras tanto, repite el movimiento con la otra mano. Estimula, desde la base hasta el glande y ve alternando las manos: 1-2,1-2. Como si estuvieras tirando de una cuerda.
Pon en práctica esta técnica, habla con tu pareja para saber qué le gustó y qué no, de esta manera pueden ir encontrando el punto perfecto para una sesión de placer perfecta. Esto son solo unas pautas, utiliza tu imaginación y la de tu pareja para darle un extra a este masaje.
Cuando somos pequeñxs nos enseñan, o deberían enseñarnos, a decir que no. Y ¿por qué esto es tan importante? Pues p...
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Cuando somos pequeñxs nos enseñan, o deberían enseñarnos, a decir que no. Y ¿por qué esto es tan importante? Pues porque aprender a decir que no genera una habilidad para la vida e incluso puede ayudarnos a prevenir una serie de malos entendidos y malos ratos.
La importancia de decir que no
Parte de la importancia de decir no, es que muchas veces no tenemos en cuenta que las demás personas no saben lo que nos gusta y lo que no nos gusta, lo que queremos y lo que no queremos, lo que estamos dispuestxs a hacer y lo que no. Por ello es importante dejarlo claro. De esta manera quienes te rodean podrán llegar a un acuerdo contigo, o saber qué situaciones o temas no te gusta comentar, para no hacerlo.
Tener esta habilidad significa autocuidado, autoconocimiento y aceptación. Si no practicamos el decir que no, nuestra autoestima se verá afectada cada vez más porque estaremos anteponiendo los deseos y necesidades de las demás personas a los nuestros, y eso con el tiempo nos hará sentir cada vez más mal.
Además, todo esto puede acumularse y en algún punto de tu vida puedes explotar, lo que sería contraproducente tanto para ti como para las personas que te rodean.
En este artículo partiremos desde el hecho de que a muchxs de nosotrxs no nos enseñaron a decir esa poderosa palabra: NO. La idea es que conforme nos acerquemos al final veremos que pensaremos dos veces antes de decir “sí” sin una buena razón, solo por no quedar mal, evitar conflictos o por mero compromiso.
¿Por qué no podemos decir que no?
Existen muchas razones por las que una persona no puede decir que no. Después de leerlas, trata de identificar en dónde estás tú para trabajar en lo que te hace falta. ¡No te preocupes! Muchxs de nosotrxs hemos pasado por eso, y es cuestión de irlo trabajando poco a poco.
Miedo al qué dirán 😣. Tal vez fuimos de las personas que de peques nos hacían saludar a nuestrxs mayores con un beso o un abrazo, aunque quizás no nos gustara, o a realizar algo que no queríamos hacer como bailar, cantar, etc... Si decíamos que no, en automático se nos tachaba de “niñxs fexs” y que por no hacerlo ya no se nos querría o ya no se nos daría algo... “niñx fex, ya no te voy a querer”, “niñx fex, ya no te voy a comprar el dulce que querías”. Si esto fue a lo que nos acostumbramos, es muy probable que ya de adultxs nos pensemos dos veces antes de siquiera pensar en decir que no. Podemos creer que si decimos que no lxs demás van a pensar que somos egoístas o que no somos personas acomedidas, o que no queremos apoyar... “algo seguro dirán”.
No saber poner límites🚫. Debemos aprender y desarrollar como habilidad, nuestra habilidad para poner límites. Si no sabemos marcar un límite, es muy difícil aprender a decir que no. Para esto debemos irnos un paso atrás y conocernos, es decir, identificar lo que queremos y lo que no. De esta manera será más fácil establecer límites con las personas y dejar en claro hasta dónde puedes aceptar tal o cual cosa o situación. Por ejemplo, en el plano sexual es fundamental pues de esta manera la vas a pasar mejor, estableciendo qué es a lo que estás dispuestx o no a hacer o experimentar.
No saber cómo saber expresarse con asertividad 😟. Si bien sabemos que el no es una opción que podemos tomar cuando deseemos, lo cierto es que muchas de las veces no sabemos hacerlo de manera asertiva, es decir que nuestra negativa se entienda y no sea recibida como una agresión. Esta es otra de las habilidades que debemos trabajar.
Estas son solo algunas de las razones por las que no sabemos decir que no, pero en definitiva cada persona es un mundo. Tal vez así nos educaron, tal vez nos da miedo el rechazo o hemos tenido malas experiencias. Lo importante, aquí, es que empecemos a desarrollar esa habilidad, que como cualquier otra necesita “entrenarse”. Para eso, te vamos a dar algunas ideas...
Cómo podemos decir que no
Practicar🏋. Sí, como lo lees: hay que entrenarnos en ello para poder aplicarlo en nuestra vida de manera cada vez más natural. Así que tranqui, en definitiva no nacemos sabiendo estas cosas pero la gran noticia es que nunca es tarde para aprenderlas. Puedes imaginarte en situaciones o recordar alguna que te haya pasado y en la que no hayas podido decir que no. Párate frente a un espejo, observa tus gestos, lo que te genera incomodidad, lo que pasa por tu cabeza; también pon atención a tu tono de voz y qué palabras usas. Piensa todas las posibilidades alrededor de esa situación: si querías hacerlo, si tenías tiempo, si te sentías cómodx, etc.
Saber cómo🤓. Ya dijimos que parece que decir la palabra “no” es de lo más fácil. Sin embargo, si no estamos acostumbrados o no nos entrenamos en el cómo, aún cuando logremos decirlo podemos hacer sentir mal a las demás personas sin que ese sea nuestro objetivo. Más adelante te damos un gran tip para lograr esto.
Melóntip
La psicóloga clínica, formadora y divulgadora Elia Roca, en su libro Cómo mejorar tus habilidades sociales, explica una manera asertiva para aprender a decir no, que le llama la técnica del sándwich. Su propuesta consiste en aprender a “suavizar” el mensaje que pudiera incomodar a la otra persona diciendo algo positivo inmediatamente antes y justo después del No, envolviendo la negativa en dos panes positivos.
Ejemplo:
Si alguien te invita a cenar y no deseas o no puedes ir, la respuesta usando la técnica sándwich sería de la siguiente manera:
“¡Gracias por invitarme!
Hoy no, se me complica,
pero podemos pasarlo para otro día”
Si bien aquí te damos algunas recomendaciones de cómo lograr decir que no, es importante que seas sincerx contigo mismx e identifiques cuáles son tus capacidades. Es decir, si aún con esta información no logras el objetivo, lo mejor será que busques ayuda profesional. Ir a terapia será de gran ayuda, porque puede que la razón sea más profunda y es mejor indagar para poder trabajarlo y de esta manera tener más habilidades para la vida, ¿no suena genial?
Te darás cuenta poco a poco que tomar las riendas de tu vida será maravilloso y eso impactará en todo lo que hagas y, claro está, en tu autoestima.
Pareciera que todxs tenemos que saber cómo masturbarnos, pero la realidad es que no es tan simple como nos lo cuen...
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Pareciera que todxs tenemos que saber cómo masturbarnos, pero la realidad es que no es tan simple como nos lo cuentan. Necesitamos entrar en situación para dejarnos llevar, y disfrutar de nuestro cuerpo al 100%.
Por ello aquí te vamos a decir cómo entrar en ese mood pero, ¡ojo!, esta no es una receta y no tienes que seguir los pasos en orden, es solo una guía que puedes usar como mejor te parezca, ¿listx? 😀
Antes que nada, debes saber que lo ideal es que te inicies en la masturbación con tus propias manos, ya que es la forma en la que puedes percibir mejor las sensaciones y los estímulos. No es lo mismo rascarte a ti mismx a que alguien más lo haga, ¿no?...
La masturbación forma parte de la auto exploración, de conocerte a ti mismx, de descubrir cosas en ti que nadie más va a descubrir; es un momento para expresarnos auto amor, es entregarte al auto placer y disfrutarte... ¿suena genial no?, pues todo eso y más logras cuando te masturbas. Ahora, sabemos que no siempre se tienen ganas o que algunas veces no se sabe cómo iniciar... pues aquí te lo vamos a contar.
Trucos e ideas para masturbarse
Darte una idea o ideas
Internet es maravilloso y está bien aprovecharlo, pero ¡ojo!, la pornografía NO es educación de la sexualidad, pues mucho de lo que ahí se ve no es la realidad, así que no te la recomendamos como referencia. Sin embargo, existe en la red mucha información como la que tenemos en nuestra Eroteca para darte ideas de cómo masturbar cada tipo de genital a solas o en pareja, así que échale un ojo, y recuerda que mientras más información tengas, más vas a disfrutar y más te conocerás.
Imaginación
Una vez que tienes ideas sobre cómo masturbarte, puedes empezar a imaginar cómo sería ese momento. En este punto muchas personas ya pueden sentirse algo excitadas así que si no has ejercitado tu imaginación puedes tomarlo como una oportunidad y leer alguno de nuestros relatos eróticos. Si este ejercicio te gusta, existen relatos y hasta novelas que puedes conseguir en Internet, también puedes crear tu propio relato, escribir todo aquello que te gustaría hacer ya sea a solas o con alguna persona o personas. Ese relato te ayudará a excitarte y por consiguiente a querer tocarte.
Concentración
Es importante vivir la experiencia sin distracciones, estar en el aquí y en el ahora, y elegir un momento en el que sepas que nadie va a interrumpirte. Lo ideal es dejar de lado aquello que nos preocupa y dejarnos llevar. ¿Te cuesta lograrlo? Te traemos un ejercicio de concentración que te ayudará a focalizarte:
Cierra los ojos y has respiraciones profundas: inhala... exhala... concéntrate en ello para despejar la mente de todo lo que no sea respirar. Ahora trata de percibir lo que hay a tu alrededor: olores, ruidos, personas, la calle, el viento, la lluvia, etc. Percibe también en donde estás ubicadx: en una silla, en un sillón, en la cama, ¿dónde?, ¿cómo es la textura que tocas?, ¿es suave, sedosa, rugosa...? Pasa tu mano por tu cuerpo y si te es posible siéntelo sin necesidad de moverte. Sigue inhalando y exhalando a tu ritmo. Ahora trata de percibir si algo te incomoda en el cuerpo, tal vez sientas tensión en un brazo o en una pierna, muévete para destensar hasta que te sientas cómodx en esa posición. Inhala, exhala... ahora poco a poco y a tu ritmo ve abriendo los ojos, piensa en cómo te sientes.
Haz este ejercicio de concentración todas las veces que lo creas necesario.
Preparar el ambiente
¿Alguna vez has preparado algo especial para alguien más? Ya sabes, flores, velas, música, etc... si tu respuesta fue sí, ¿Por qué no preparar algo especial para ti? Tenemos la idea de que este tipo de detalles únicamente tienen sentido si son para alguien más pero ¡nada más lejos de la realidad! Regalarte este tipo de detalles significa darte amor y atención. ¿Quién mejor que tú para darte y recibir un trato especial? La próxima vez que prepares un ambiente, que sea para ti, agrégale todo lo que te guste: música, velas, incienso, flores, perfume, luz tenue o luz de otro color, en fin, todo lo que te haga sentir en sintonía contigo y con tu sensualidad.
Juguetes y más
No olvides agregar juguetes sexuales a tu sesión de auto amor. Los juguetes nunca están de más y tenemos para todos los gustos, por ejemplo:
Si eres principiante y tienes vulva, lo mejor es elegir algún juguete de uso externo como Mini Diva o Ivo que te ayudarán a masajear toda la vulva y el clítoris.
Si eres principiante y tienes pene, te recomendamos a Zumba, que con sus texturas interiores te ayudarán a experimentar nuevas sensaciones.
Muy importante es tener a la mano lubricante: base agua si quieres usarlos con tus juguetes de silicón; base silicón si lo que quieres es explorar la masturbación anal y utilizar juguetes metálicos.
Mini Diva, nuestro masajeador clitorial
Mood
El mood no es nada más que el humor o el estado de ánimo. Como no siempre estamos de humor para ciertas cosas, solo tú puedes encontrar el mood, escuchar a tu cuerpo para identificar tus deseos. El estado de ánimo tiene que ver con cómo nos sentimos en general en el mundo. Si crees que algo no va bien contigo o algo te incomoda todo el tiempo, lo mejor será que pidas ayuda profesional de una persona especializada en terapia. La finalidad es atender tu salud mental, pues de ello dependen varias cosas que van mucho más allá de tu salud sexual.
Ahora que sabes todo esto, utilízalo como mejor te funcione. Recuerda que no es una receta y tampoco son pasos a seguir, así que puedes usar todo a la vez o solo una cosa, eso tú lo decides. Si quieres saber más o tienes dudas escribe a hola@platanomelon.mx donde nuestra sexóloga responderá todas tus dudas.
Muchxs nos han preguntado cómo masturbarse en pareja y como nos encanta resolverles todas sus dudas de manera ampli...
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Muchxs nos han preguntado cómo masturbarse en pareja y como nos encanta resolverles todas sus dudas de manera amplia, dedicamos este artículo exclusivamente al tópico de la masturbación, así que, ¡vamos a ello!
Antes de entrar en materia, definamos qué es masturbación. La masturbación es la acción de estimular los genitales, principalmente con las manos, aunque también puedes hacerlo con un juguete erótico, un objeto o con tu compi de juegos... ya te vas dando una idea de por dónde vamos ¿no?
Lo que debes saber antes de la masturbación en pareja
Ya quedó claro que la masturbación principalmente se realiza con las manos, peeeeeroooo hoy sabemos que podemos hacerlo también con juguetes sexuales, con objetos, y tanto en solitario como en compañía. Antes de “pasar a la acción” es importante tomar en cuenta algunas cosas:
Autoconocimiento
El conocimiento es poder, y en este caso, el autoconocimiento es placer. Te recomendamos masturbarte a ti mismx antes de hacerlo con alguien. Al auto explorarte (observarte completamente, tocarte, sentir y entender tus propias reacciones), y auto erotizarte (masturbarte y tocarte con la intención de excitarte), te conocerás a fondo, lo que te ayudará a saber qué es lo que te gusta y lo que no, cómo tocarte y cómo no hacerlo, con qué presión e intensidad, etc.… y con todo esto que ya sabes de ti, te será más fácil comunicárselo a tu pareja, evitando de esta manera malos entendidos o falsas expectativas.
Acuerdos
Cuando tienes claro lo que te gusta es mucho más fácil comunicarle a tu pareja exactamente qué es lo que quieres. Esto también te ayudará a la hora de llegar a acuerdos, poner límites y aclarar expectativas con tu compi de juegos. Ten en cuenta que los acuerdos deben ser ganar – ganar, es decir que para que ambxs disfruten del juego, tanto tú como la otra persona deben decidir y aceptar lo que quieren hacer. Ejemplo: si lxs dos quieren usar juguetes, pero una persona no quiere usar juguetes anales, entonces se llega al acuerdo que solo utilizarán vibradores o masajeadores. ¿Ves? Ambxs ganan pues sus decisiones fueron escuchadas y respetadas, y pueden disfrutar del encuentro.
Cuidados
Es muy importante que antes de masturbarse mutuamente, tengan en cuenta los siguientes cuidados:
¡Limpieza ante todo!: es importantísimo mantener las manos y los juguetes limpios. Recuerda que tocarán sus genitales y si sus manos y juguetes están sucios pueden provocar infecciones.
¿Es necesario el condón?: si vamos a compartir juguetes es importante colocarles condón para evitar adquirir una infección.
Todo es mejor con lubricación: no olvides tener a la mano lubricantes, base agua o silicón (dependiendo para qué se use o si utilizas juguetes o no), o incluso de sabor, por si les dan ganas de pasar al sexo oral.
Ahora si tenemos todo listo para poner manos a la obra.... 🙌
Te toco, me tocas, nos tocamos
La masturbación puede ser muy divertida, pero si se comparte puede serlo aún más. Hay algunas situaciones en las que además, se puede volver una opción ideal para disfrutar de otros estímulos. Por ejemplo, si quieres mostrarle a la otra persona cómo te tocas, si quieres sentir con tus propias manos el cuerpo de tu compi de juegos, si estás menstruando y no quieres tener relaciones con penetración, o si no tienen un condón pero quieren estimularse mutualmente… masturbarse es el camino.
Si quieren hacerlo, les dejamos algunos tips:
Antes de empezar recuerden que es muy importante tener limpias las manos, lubricante a la mano, guantes o dedales también y juguetitos (si así lo desean).
Colóquense unx frente a otrx. Puede ser acostadxs, sentadxs, paradxs, como les sea más cómodo, pues aquí lo importante será estar en primera fila para poder observar qué hace la otra persona, es decir, cada quién se dará auto placer. Puede sonar un poco aburrido, pero créanlo, es más excitante de lo que parece. Si ponen atención, pueden observar detenidamente cómo se toca la otra persona y aprender de ello para futuros encuentros.
Ahora que ya entraron en materia, toca cambiar y masturbar a la otra persona.
Sabemos que la comunicación es clave en cualquier relación, y en este caso, también. Pónganse muy cerquita, mírense a los ojos, ¿se les antojan unos besos? o ¿primero caricias? ¡venga, lo que ustedes decidan!; sigan su ritmo, pregunten a la otra persona dónde y cómo quiere los besos, las caricias, y vayan experimentando...
Si después de caricias y besos, sienten la necesidad de pasar a algo más, pueden ir bajando por el cuerpo de la otra persona, acariciar el pecho, el abdomen, las piernas (todo esto puede ser con ropa, recordemos que vamos a masturbarnos). Cuando ya estén en un punto de excitación en el que sus cuerpos les piden subir de nivel, pueden ir desabrochando, bajar cierres, bajar pantalones, levantar faldas... para dejar libre el “área a trabajar”, es decir, los genitales. Coloquen las manos en los genitales de la otra persona y poco a poco vayan estimulando la zona. Es importante que observen la reacción de su compi de juegos; si tienen duda, pregunten, ¿te gusta, voy bien? verán que es mucho mejor eso que ir tocando sin saber dónde o cómo. Recuerden, solo de esta manera se aprende.
Les recomendamos usar lubricante para que todo fluya mejor. Además, hay lubricantes que se calientan y permiten incluso jugar con la temperatura, o también los hay de sabores, por si después quieren pasar al sexo oral.
Lo divertido de esta forma de masturbación en conjunto es poder guiar con tu propia mano a la otra persona. Ejemplo: si tu compi de juegos no está en la zona o con la precisión que quieres, le puedes tomar la mano y guiarlx... se pone divertido por donde le veas ¿no?
Juguetes, unos invitados muy especiales
Los juguetes eróticos son una buena opción para poner un toque extra, en este caso, a la masturbación en pareja. Ya sea que los usen desde un inicio, o que decidan cambiar el ritmo a la mitad, de cualquier forma, les ayudarán a descubrir sensaciones nuevas.
Lo primero es decidir qué juguete van a usar. Elijan uno mutuamente, y si quieren agregar más emoción, pueden decidir que unx tenga los ojos vendados y la otra persona tenga todo el control sobre el uso del juguete.
Hay juguetes para todos los gustos. Por ejemplo, pueden empezar usando uno de estimulación externa como Rio en caso de tener vulva o puede ser Zumba en caso de tener pene; si quieren subir de nivel, pueden usar algo de estimulación interna, como Lucas, o probar con Mambo, nuestro succionador de clítoris. ¡Ustedes deciden!
Pueden echar un volado o entre ustedes decidir a quién se le dará placer con el juguete primero. Pongan un poco de lubricante tanto en el juguete como en los genitales, y ahora sí, ¡a jugar! Lo ideal es que vayan de menos a más, sin prisa. Empiecen dando un masaje en la zona exterior con el juguete, para ir generando expectativa y suspenso, alejando el juguete hacia los muslos o la entrepierna y luego regresar a la vulva o al pene. Con calma, ya que por ejemplo, si pasamos directamente al clítoris, puede resultar incómodo si no se está excitadx del todo.
Cada juguetito tiene distintos tipos de vibración, patrones y formas. La cosa es experimentar para ver qué es lo que les gusta más, tanto a ti como a tu compi de juegos. Lo importante es la comunicación, y también estar atentxs ante cualquier reacción de la otra persona. Así, podrán notar cuál es el que les genera más placer, qué velocidad prefieren, que patrón no les gusta tanto...
Una vez que notes o que tu pareja te lo pida, puedes usar el juguete justo en el clítoris o en el glande del pene y quedarte ahí hasta lograr el orgasmo ... les aseguramos que será placentero para lxs dos.
¡Y mucha atención!: la masturbación de ambxs puede ser simultánea. Ya sea con tu otra mano, con la de tu pareja o con algún juguete, pueden estimularse en paralelo.
Te recordamos que, si quieren intercambiar juguetes, es importante que los limpien antes de cambiar, o que los usen con condón y lo vayan renovando con cada uso, para evitar infecciones.
Ahora que ya sabes cómo llevar a cabo la masturbación en pareja, es momento de practicar.🎉 Ya nos contarás si se te ocurre alguna otra idea: así vamos ampliando nuestro repertorio de técnicas para disfrutar de nuestra sexualidad en todas sus formas. 🤓
Trucos para no morir en el intento y nuevas ideas para probar en la regadera
Clásica tarde de desenfreno en la ...
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Trucos para no morir en el intento y nuevas ideas para probar en la regadera
Clásica tarde de desenfreno en la que quieres probar cosas nuevas con tu pareja, y dices “¡Vente a la regadera”, mientras miras con ojos pícaros a tu pareja. Hasta aquí todo bien. El drama empieza cuando entran en la regadera, se ponen cara a cara, el agua empieza a caer desde arriba, el pelo se te pone por toda la cara y empiezas a hacer muecas con la boca para no tragar agua. Resbalan; cuando se tocan, el agua irrita más sus genitales que lo que los lubrica; no encuentran una postura cómoda y… fin de la sensualidad. Esa fantasía que parecía la mejor idea del mundo se transforma casi en una pesadilla, pero lo importante es que haya unas buenas risas y salgan sin nada roto.
Para que la próxima sesión de ducha sexy sea un poco más exitosa, te traemos unos cuantos trucos:
Tips básicos de seguridad para tener sexo en la ducha:
Pon una alfombrilla antideslizante. Te salvará del mítico resbalón indeseado y cortarrollos.
Busca un punto de sujeción seguro. Aquí no vale la estantería que se aguanta con ventosas en la pared ni la cortina. Necesitan algo más estable como la barra de la ducha para sujetar sus cuerpos en movimiento.
Agua templada o calentita. Como no saben exactamente cuánto va a durar vuestro encuentro bajo la ducha, mejor no tener el agua demasiado fría para no tener un catarro poderoso, aunque sea en verano.
Usa lubricante. Aunque pueda parecer contradictorio, el agua no lubrica. Te recomendamos tener cerca un lubricante a base de silicona — no se diluye con el agua y aportará la lubricación necesaria. En el caso de que usen juguetes de silicona, recuerda utilizar lubricante a base de agua en grandes cantidades.
Protección siempre. En la ducha, como en cualquier otro espacio, sigue habiendo riesgo de contraer ITS y de embarazo. Usa la protección que más te convenga. Si usas preservativo, no utilices jabón o productos de baño que puedan hacer que se rompa.
Un juguetito sumergible. El mejor aliado también puede ser un juguete, muchos son aptos para jugar bajo el agua, como Mambo.
Prueba nuevas experiencias bajo el agua de la regadera
El sexo, como ya te hemos contado muchas veces, va mucho más allá de la penetración: las caricias, los besos e incluso las palabras son sexo. Abran un poco la mente para experimentar con todo eso bajo la regadera:
Enjabonarse mutuamente puede ser muy placentero. Con la esponja o con las manos recorran sus cuerpos con el jabón (dejando los genitales y orificios sin enjabonar, ya que puede producir irritaciones o infecciones). También pueden usar el cabezal de la ducha para aclarar sus cuerpos y jugar con el agua. La sensación cuando alguien te mima de esta manera es una maravilla.
Distintas sensaciones. Jugar con temperaturas es muy interesante, con el frío y calor, más o menos presión del agua. Déjate llevar por la imaginación.
Sexo anal. Igual puede ser el momento de probar el sexo anal — siempre usando lubricante a base de silicona y siguiendo los pasos necesarios. Estar bajo el agua puede ser una buena excusa si te da miedo manchar. P, puedes usar también los dedos y, si te apetece y estás en ese punto, puedes probar a introducir un dedo. Recuerda ayudarte de un lubricante para hacer más placentera la experiencia.
Prueba con el squirt. Otra práctica que puedes disfrutar bajo la ducha si te da apuro empapar tu cama, sofá o suelo. Si quieres saber cómo experimentarlo, pásate por nuestro artículo sobre el squirting. ¡Además, en la regadera lo podrás gozar en compañía!
Jugando con un juguete. Los juguetes sexuales, aparte de darte mucho placer a solas, son también ideales para disfrutar en compañía. Como te hemos comentado en la intro, hay muchos que son sumergibles.
BSDM bajo el agua. Toma el control atando las muñecas de tu pareja a la barra de la ducha, pregúntale qué quiere que le hagas y juega con el momento en el que llega al clímax. Recuerda que en el BDSM es imprescindible que se establezcan unos límites previos a la práctica, así como una palabra de seguridad para que se pueda parar la práctica en cualquier momento.
Posturas del Kamasutra para disfrutar bajo la ducha
Si aparte de todo lo que te hemos explicado, en algún momento les apetece experimentar con la penetración, te dejamos unas cuantas posturas para que lo disfrutes más:
De pie
Para esta postura, pon una pierna en el borde de la bañera, la otra en el suelo y las manos en la pared. La persona que penetra lo hace por detrás, ya sea vaginal o anal.
En el suelo de la ducha o bañera
La persona que penetra se sienta en el suelo, y la penetrada se sienta encima rodeando a la primera con las piernas. Es una postura que permite mucho contacto y conexión emocional, ya que permite mirar directamente a los ojos.
La “V” o vaivén
La persona que penetra se sienta en el suelo con las piernas rectas, y la otra se pone encima, mirando hacia su pareja y con las piernas estiradas hacia delante. La primera toma a la pareja por la cintura acercándola y alejándola. La penetración es bastante profunda en esta postura.
…
Dale una oportunidad al sexo en la ducha, aumentarás la intimidad y saldrán de la rutina. Eso sí, no se olviden de los trucos de seguridad para no tener un buen susto. Y si aún así no lo logran, esperamos que al menos sobren unas buenas risas.
Decir que una cosa no te gusta no es algo malo, al contrario, te puede ayudar a alinearte aún más con tu pareja se...
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Decir que una cosa no te gusta no es algo malo, al contrario, te puede ayudar a alinearte aún más con tu pareja sexual
En ocasiones nos cuesta pedir placer en el sexo, y si lo hacemos, no sabemos cómo decirlo o cómo hacerlo sin herir emocionalmente a la otra persona. En el capítulo 2 de la tercera temporada de Sex Education (cuidado, se viene un spoiler), Adam tiene problemas para explicarle a su nuevo novio Eric qué es lo que quiere en la cama, y eso supone un malentendido. Eric acaba creyendo que su chico no quiere tener sexo con él, aunque es todo lo contrario. Adam explica a la perfección esta frustración en un diálogo con Otis: “No sé cómo decir lo que pienso. Las palabras están en mi cabeza, pero no sé cómo decir lo que quiero decir. Cuanto más lo pienso, peor. La gente me mira, espera que diga algo. Así que, no digo nada. La gente cree que doy miedo o soy un estúpido”. ¿Te has sentido alguna vez así? ¿Te ha pasado algo similar en pareja?
Lo primero que tienes que tener claro es que es (casi) imposible que todo lo que te haga tu pareja te guste a la primera y que todo funcione a la perfección desde el primer momento, como en las películas. Por eso es importantísimo que desde el inicio intentes comunicarte (asertivamente) en tus encuentros sexuales. Es la mejor manera de conseguir un ambiente cómodo y natural para conectar y disfrutar más.
Encontrar el momento y las palabras adecuadas para intentar no herir sentimientos no es siempre fácil. Por eso te hemos preparado algunos consejos para que puedas abrirte con tu pareja y explicar lo que te gusta y lo que no en la cama.
Apunte antes de empezar
En todo momento, en cualquier situación, tienes el derecho de decir que no quieres o no te apetece tener sexo o alguna práctica sexual en particular. La comunicación, el consentimiento y el consenso son las claves para disfrutar del sexo de manera compartida. Si esto no ocurre libremente, no es consentimiento. Por eso, no quiere decir no, al igual que “He cambiado de idea”, “Ahora no me apetece” “No estoy a gusto” “Estoy insegurx”, “No lo estoy disfrutando” “Estoy confundidx”. Recuerda, el consentimiento es algo que puede cambiar en cualquier momento. Cambiar de opinión es totalmente lícito, ¿o no te ha pasado nunca que querías comer pizza, llegas al restaurante y te apetecen más espaguetis? En el sexo y las relaciones puede pasar exactamente lo mismo.
Saber decir que no es un arte
Hay varias formas de comunicarnos y decir que algo no nos está gustando (las más comunes son la comunicación pasiva, la asertiva o la agresiva), pero no todas son las más adecuadas.
Antes de darte más explicaciones sobre cada estilo de comunicación, te queremos poner un ejemplo sencillo para que lo entiendas mejor:
Tienes una cita con tu pareja y, cuando llegas al restaurante, está con todxs tus colegas; así que tu plan romántico se ha ido al carajo. Tu respuesta podría ser:
Agresiva: “¿Cómo se te ocurre invitarlxs? Era nuestra cita!” gritando en medio del restaurante.
Pasiva: “Bueno... Vale, ya veo que has invitado a más gente...” y pones mala cara toda la noche.
Asertiva: “La verdad es que pensaba que cenaríamos a solas, me había hecho a la idea de tener una cita romántica. Ya que han venido cenaremos todxs, el próximo día preferiría que me avisaras con antelación”.
Forma agresiva
Comunicamos haciendo sentir mal a la otra persona, atacándola, sin tener en cuenta cómo se puede sentir. Tiene que ver con las palabras que usas, con tu tono de voz, con tu lenguaje no verbal… En la cama puede ser algo parecido a “Lo estás haciendo fatal” o “Así no se hace, para eso ya me lo hago yo”.
A esto se le llama también sincericidio, es decir, decir las cosas sin filtros, sin medir el impacto de las palabras y sin ser consciente del dolor que puede provocar lo que se dice a la otra persona. La sinceridad es importante, pero también lo es medir las palabras y tratar a la otra persona con humanidad.
Forma pasiva
No decir nada por miedo a la reacción de la otra persona, esperar que entienda nuestra pasividad como una negativa o decir cosas tipo: “Lo que tú quieras...”, “Sí, hacemos lo que digas…”. Intenta no decir las cosas por decir o pasarle la pelota a la otra persona. No hay que vivir un mal rato porque no nos está gustando algo y solo estamos deseando que acabe. Esta opción tampoco te va a beneficiar porque, aparte de pasarlo mal, te va a acarrear otros problemas, y no estarás del todo a gusto con tu pareja. No esperes demasiado para decir lo que sientes, cuanto antes mejor, y así podréis jugar largo y tendido.
Forma asertiva
And the winner is… ¡la asertividad! Es la capacidad de comunicar de manera adecuada nuestros pensamientos, opiniones, emociones o sentimientos a las otras personas. Esto incluye tanto lo positivo como lo negativo, así que aprender a decir “NO” también nos convierte en personas asertivas. Empieza buscando la manera en que ni tú ni tu pareja sexual os sintáis mal, es decir:
Sé directx pero sin atacar, algo así como: "Sube un poquitín más, hazlo más suave, porfa" o "Me encanta de esta manera ¿probamos? Me encantaría guiarte...".
Usa el dirty talk para indicar lo que te gusta: “si haces X en mi X moriré de placer”.
Si las palabras no son lo tuyo
Busca maneras más sutiles. Puedes hacer gemidos o sonidos de placer cuando algo te gusta. Indica que ese ruidito significa que te gusta, a veces un “Uff” o un “Ay” se pueden malinterpretar, los sonidos son muy particulares de cada persona. O también puedes usar tus manos: guiando, frenando, indicando presión o velocidad. En definitiva, enséñale cómo te gusta con una visita guiada por tu cuerpo.
La asertividad se puede usar en muchas situaciones distintas como:
Para decir no a tener sexo a alguien que SÍ te gusta: “La verdad es que me gustas mucho, pero hoy no me apetece/no estoy preparadx para tener sexo/ir más allá contigo. Espero que puedas entenderme y me encantaría que pudiésemos hacerlo más adelante”, o “Me encantaría que nos conociéramos más íntimamente, pero hoy no tengo el día. Preferiría esperar a un día en que ambxs tengamos ganas y tiempo para disfrutarlo”.
Para decir no a tener sexo a alguien que NO te gusta: “Gracias por la propuesta, pero no me apetece, seguro que encuentras otras personas encantadas de pasar esta noche contigo” o “Sé por dónde vas y me siento halagadx, pero no me apetece/tengo otros planes/no estoy en este punto/no siento lo mismo”.
Cuando has dicho SÍ a tener sexo, pero has cambiado de idea: “Sé que he venido con muchas ganas pero prefiero dejarlo para otro día/prefiero no hacerlo/no quiero hacerlo/se me han ido las ganas/tengo sueño/he cambiado de opinión” o “Mira, me sabe mal porque creo que lo podríamos pasar bien juntxs, pero ahora mismo no tengo el momento/estoy de bajón”.
Decirlo a posteriori
Puede pasar que en medio de la acción no sepas decir lo que quieres o que te des cuenta más tarde de que algo no ha ido bien, con la cabeza más en calma. Y te puedes encontrar con dos situaciones básicas:
No quieres volver a tener un encuentro con esa persona: valora el tiempo y el esfuerzo y la importancia que tiene para ti decirle que no estuviste a gusto o que no te gustó. Intenta no hacerle ghosting, la persona que tienes delante o al otro lado del teléfono se merece un mensaje de despedida. Si no sabes por dónde empezar, por qué no pruebas con algo como: “Este tiempo lo hemos pasado muy bien juntxs, pero ahora prefiero concentrarme en mí mismx”. Algo tan simple como esto puede ayudar mucho a dejar los encuentros de una manera positiva.
Es una persona con la que te gustaría repetir o bien es tu pareja sexual: en este caso te recomendamos que, en cuanto encuentres un momento, hables del tema con la otra persona. Una buena técnica para explicar lo que quieres es la técnica del sándwich: di algo positivo (ejemplo: el otro día me encantó esto que me hiciste) + una cosa mejorable (ejemplo: pero aquello otro no me generó tanto placer, me gustaría más si me preguntaras primero) + otra cosa positiva (ejemplo: te lo digo porque me gusta mucho tener sexo contigo).
...
No nos cansaremos de repetirlo: la comunicación es la base de todo encuentro sexual, y la asertividad es la clave para que os podáis entender, jugar y disfrutar aún más de vuestros cuerpos. Lleva el sexo al siguiente nivel diciendo qué es lo que te gusta y lo que no y escuchando a la otra persona. ¡Viva la comunicación erótica!
Atrévete a explorar el sexo desde una perspectiva nueva
En la cuarta temporada de The Bold Type, hay un capítulo ...
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Atrévete a explorar el sexo desde una perspectiva nueva
En la cuarta temporada de The Bold Type, hay un capítulo en el que Kat liga con un chico que le pide que lo penetre. Al principio, Kat es reacia a su propuesta, porque el orden de las cosas es que, en las relaciones cisheterosexuales, el hombre penetre a la mujer. Sin embargo, en un ejercicio de revertir los roles de género, Kat decide probar el pegging, y la experiencia resulta gustarle más de lo que esperaba.
¿Qué es el pegging?
Pegging (que aún no tiene traducción al español) es un término que acuñó el columnista Dan Savage en 2001, a través de un proceso de participación con sus lectorxs, para dar nombre a la práctica sexual en la que una mujer penetra a un hombre analmente mediante el uso de un juguete sexual sujetado con un arnés.
Se produce un intercambio de roles: la persona que normalmente penetra (y muy a menudo tiene pene) es penetrada por una persona con vulva gracias a un arnés que sujeta un juguete sexual. Así pues, el pegging está vinculado a la estimulación de la próstata o punto P (6), una zona erógena muy placentera para las personas con pene y que, con la estimulación adecuada, puede proporcionar orgasmos increíbles.
A pesar de que el pegging siempre se ha entendido en un contexto hetero, hoy en día se utiliza para hablar de una persona de cualquier género que penetra a otra (que tiene pene) analmente con un dildo sujeto a un arnés. Sin embargo, no es una práctica que pueda hacerse a la ligera porque, si no se hace correctamente, puede provocar mucho dolor. Más adelante, te mostramos los pasos a seguir para iniciarte en el pegging con tu pareja sexual, no sin antes contarte por qué esta práctica genera tanto placer.
Placer por partida doble
En primer lugar, para una persona con pene, el pegging es muy placentero porque al estimular la próstata, o sea, el punto P, se puede experimentar un orgasmo mucho más intenso, de estos que hacen temblar todo el cuerpo, e incluso múltiples orgasmos.
En segundo lugar, es un intercambio de roles que te permite experimentar el sexo de una forma nueva, desde la perspectiva de la otra persona. Para la persona que normalmente es penetrada y de repente ejerce ese papel sobre su pareja, es un ejercicio de empoderamiento que resulta muy estimulante física y psicológicamente. Finalmente, el pegging es una práctica sexual que permite salir de la rutina sexual y, además, mejora la conexión con tu pareja porque es un ejercicio de confianza, comunicación, vulnerabilidad e intimidad.
Pasos clave para una experiencia placentera
Hablar abiertamente con tu pareja
A lo mejor has oído hablar del pegging en un podcast o lo has visto en una serie de televisión, como en The Bold Type o Broad City, y te ha gustado la idea. No es acertado ir a tu pareja y soltarle de repente “Me apetece penetrarte analmente”, como tampoco lo es sacar un dildo y un arnés en medio del asunto con cara de “¿Te apuntas?”
Iniciarte en la práctica del pegging con tu pareja sexual implica tener una conversación larga y tendida, que puede durar mucho o poco tiempo, lo necesario para que ambxs compartais el consentimiento entusiasta de que os apetece probar esto, sin cohibiciones de por medio. Algunas preguntas que pueden hacer son: ¿Por qué nos interesa probar el pegging? ¿Qué es lo que esperamos de esa experiencia?
Comprar el material necesario y familiarizarte con él
Una vez haya un sí entusiasta para probar el pegging por ambas partes, no está de más informarse sobre esta práctica (Revisen que la información provenga de una página u opinión experta en sexología). Lo siguiente es hacerse con el material necesario para llevarlo a cabo.
Dildo
En primer lugar, necesitan el juguete sexual con el que realizar la penetración. Puede ser un dildo o un vibrador. Si es la primera vez, es recomendable comprar un dildo de tamaño pequeño y, sobre todo, que el material sea de silicona, que es más fácil de limpiar y flexible, para que sea menos doloroso (porque no debe generar dolor).
Seguramente unas cinco veces más pequeño que lo que estás pensando. Otra opción es comprar varios tamaños, y así ir subiendo el nivel. Como realmente hay muchísima oferta y es difícil ver cuál es la mejor opción para ti. Lo más importante es que en estos procesos de investigación y compra de los materiales haya un diálogo constante entre ustedes.
Por último, puede ir muy bien practicar antes con estos plugs anales para que la experiencia sea lo más placentera posible.
Arnés
En Platanomelón tenemos este arnés ideal para iniciarte en el pegging. Samba es fácilmente ajustable, muy resistente y cómodo. Siempre es buena idea que la persona que va a penetrar se familiarice con el dildo y el arnés y que se lo pruebe antes, para que cuando llegue el momento todo sea más sencillo.
Lubricante
La mejor opción es un lubricante a base de agua, porque es compatible con el dildo de silicona y con los preservativos. Sin embargo, para el masaje o estimulación previa anal pueden usar un lubricante de silicona, que no es tan absorbente como el de agua. Ahora bien, cuando entren en juego el dildo o el preservativo, se debe cambiar al lubricante a base de agua para que estos no se estropeen.
Una cosa que se debe tener en cuenta es que el ano es muy absorbente, por lo tanto, tiene que recibir lubricación de forma continua. No tengan miedo a usar mucho lubricante porque es lo que hará que la experiencia del pegging sea realmente placentera.
Si te has fijado, no hemos mencionado en ningún momento una crema anestésica para el dolor. Efectivamente, no es recomendable usar un producto anestésico, ya que no sentiremos si nos están haciendo daño, y es esencial notarlo para poder parar a tiempo. Si alguien empieza a sentir dolor, esto es señal de que hay que parar. Se trata de otra oportunidad para poner a prueba vuestra buena comunicación, es importarte asegurarse de preguntar a la persona que está siendo penetrada si necesita más lubricante.
Con calma y lubricante
Antes de empezar con el pegging, deben establecer una palabra de seguridad, en caso de que la persona penetrada quiera parar. Recomendamos que no sea una palabra que pueda usarse dentro del contexto sexual, por ejemplo “rojo”. Una vez establecida la palabra de seguridad, el siguiente paso es tomárselo con calma.
Quien marca el ritmo y quien siempre tiene el control es la persona penetrada. No hay ninguna prisa. De hecho, es un buen momento para disfrutar de las sensaciones. Como ya hemos dicho, el pegging es una experiencia placentera para ambas personas involucradas, siempre y cuando haya comunicación (y mucha lubricación).
Empezar por las posturas fáciles
Como tantas otras prácticas sexuales, no hay posiciones mejores o peores para el pegging. La mejor posición será la que más guste o la que resulte más cómoda. Ahora bien, si es la primera vez que lo hacen, las mejores posiciones para comenzar son el misionero elevado (con una almohada, para tener más ángulo) que te permite establecer contacto con los ojos de tu pareja y es más íntimo, o el perrito, que permite penetrar más fácilmente y tener más control, aunque como siempre marcará el ritmo la persona penetrada.
Tener una estrategia de salida
A pesar de que el riesgo es muy bajo, cuando tienes sexo anal puede ocurrir algún que otro desastre, como por ejemplo que salgan un poco de heces. Esto ocurre a veces y no pasa nada. Si no se tiene la madurez suficiente como para lidiar con esto, tampoco para tener sexo anal. Simplemente hay que ser consciente de que puede ocurrir y lo mejor es estar preparadx. Esto quiere decir que no hay que provocar un escándalo, porque nuestra pareja puede sentirse profundamente humillada, y hay que tener siempre a nuestro alcance una toalla o unas toallitas húmedas. Otra alternativa es hacerlo directamente en la ducha.
AftercareEl aftercare es muy importante que esté presente después de cualquier experiencia sexual, porque es una cuestión de responsabilidad afectiva. Sin embargo, que haya una sesión de cuidados después del pegging es ab-so-lu-ta-men-te fundamental. Tanto a nivel físico, ya que los tejidos anales son delicados y es normal que estén resentidos después del sexo, como a nivel psicológico.
El pegging implica que una persona que normalmente penetra, es penetrada. Esto está aún muy estigmatizado y es posible que en la fase de reposo de la respuesta sexual, nuestra pareja esté teniendo una crisis de identidad sexual (por ejemplo, el sexo anal está muy asociado a la comunidad gay), puede que te pregunte si todavía la ves como una persona atractiva por haber llegado a un nivel de vulnerabilidad al que no había llegado antes. Además, debes asegurarte de que comuniques que el placer ha sido compartido, que has sentido mucha conexión con tu pareja y que lo has disfrutado mucho.
Quickie para personas con agendas complicadas
Te haces mayor y se van sumando a tu vida cada vez más responsabi...
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Quickie para personas con agendas complicadas
Te haces mayor y se van sumando a tu vida cada vez más responsabilidades: trabajo + casa + vida social + hijxs + mascotas. Con todo esto tu agenda comienza a llenarse. Llevas mucho tiempo con tu pareja y, en medio de tanto ajetreo no tienes tiempo ni ganas para tener una buena sesión de sexo.
Todas estas responsabilidades invaden tu agenda y tu cabeza, por eso, a pesar de que siempre te contamos que el sexo mejor con calma, hoy queremos hacer una oda al sexo rápido o, como le llaman en los países anglosajones, un quickie.
Los quickies puede que no te hagan llegar al orgasmo, pero sí que te harán tener un subidón de pasión. Son muy divertidos, son calientes, inesperados e ideales para cuando se tienen solo 5 minutos. Vale con una simple mirada, un beso pasional o unas palabras susurradas al oído para encender esa llama que está atrapada en la rutina del día a día.
Los quickies, como la comida rápida, son buenos para satisfacer un momento concreto de pasión, pero no son recomendables como una práctica habitual. Lo ideal sería combinar los rapiditos con sesiones de sexo a fuego lento. De esta manera, podrás romper la monotonía y satisfacer el libido según el tiempo y el espacio de intimidad que tengas.
Queremos que puedas disfrutar más de un buen quickie, por eso te hemos preparado varios conceptos y unos trucos para que entiendas el sexo de otra manera. Porque aquí no se trata de tener un orgasmo, sino de redefinir el concepto de placer y compartirlo con tu pareja:
Orgasmo vs placer
El placer y el orgasmo no son lo mismo. El orgasmo es la descarga de la tensión sexual fruto de la excitación o, dicho de otro modo, la mejor manera de culminar tu respuesta sexual. Es cierto que para llegar al orgasmo es posible que necesitemos tiempo. Pero a veces, cuando tenemos una relación de pareja nos cuesta encontrar esos espacios de relajación y tiempo suficiente como para dejarnos llevar y poner los 5 sentidos a favor de nuestra sexualidad. Esto no va de orgasmos, va de placer. Esa sensación que recorre tu cuerpo cuando haces algo que te gusta y que es el mejor aliciente precisamente para seguir con nuestras vidas ajetreadas y llenas de contratiempos.
El sexo es más que sexo
El sexo puede ser cualquier cosa que te excite, que te guste, en definitiva, que te genere placer, y estas cosas son las que pueden encender la llama antes del quickie. Algunos ejemplos:
Besar, lamer, chupar y acariciar cualquier parte del cuerpo es sexo. El cuello, las orejas, la nuca y los pechos son algunas de las partes más excitantes.
Susurrar tus fantasías eróticas a tu pareja al oído es sexo. ¿Te atreves a excitar a tu pareja sin ni siquiera tocarla? Puedes leerle en voz alta algunos de nuestros relatos eróticos.
Masturbarte delante de tu pareja es sexo. Ya sea con cualquiera de nuestros juguetes o con tus propias manos. Ver a la otra persona disfrutar también nos genera muchísimo placer.
Las caricias con ropa son sexo. Rozarse, acariciarse y besarse es igual de excitante con o sin ropa.
Las conversaciones subidas de tono son sexo. Ya sea en persona o por WhatsApp, dile a tu pareja todo lo que te gustaría hacerle o que te hiciera y no escatimes en detalles. Anticipar el deseo es la clave para aumentar la excitación y volver a recuperar esas ganas del principio.
El sexting es sexo. Mandar un mensaje con unas palabras subidas de tono es una buena sorpresa para ir preparando el terreno.
¿Qué cosas te excitan más? Piensa en eso y busca a tu pareja en un momento hot para tener una sesión rápida de sexo.
Sexo sin tiempo, un 2x1
Este artículo va para personas como tú, que no paran y no tienen tiempo de agendar una larga sesión completa de sexo, por eso te queremos dar unas cuantas ideas de momentos para aprovechar y echar un buen quickie:
En la regadera: unas caricias, unos besos y quizás unos juegos intensos bajo el agua son la mejor manera de empezar o acabar el día.
Durante las tareas de casa: a todo el mundo le aburre dedicar el sábado por la mañana a poner la lavadora y sacar el polvo de la aspiradora. ¿Qué tal si lo hacemos desnudxs o ligeritxs de ropa y con un poco de música para subir la temperatura?
Preparando la cena: la gastronomía es un gran placer en sí misma, pero pierde el encanto cuando no tenemos tiempo. Piensa la manera más sexy que se te ocurra de hacer la cena, susúrrense cosas al oído o cuenten sus fantasías más locas.
Durante el home office: ahora que las oficinas se han movido a casa, aprovecha la pausa del café para echar un rapidito. No hay mejor manera de poner la mente en blanco.
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Dale una oportunidad al quickie. No se trata de tener el mejor orgasmo de tu vida, sino de entender que hay distintas formas de tener placer y que en la variedad está la clave para mantener la llama y la conexión que tienes con tu pareja.