Es un tema un tanto delicado y complicado, porque no debe ser muy agradable para las personas con pene pensar en un...
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Es un tema un tanto delicado y complicado, porque no debe ser muy agradable para las personas con pene pensar en un cuchillo que se les acerca a su preciado tesoro a rebanarles un trocito... ¡No, no!
La circuncisión es una operación en la que el prepucio (extensión de piel que recubre el glande) se retira del pene. Es un ritual muy común en las culturas judía e islámica, aunque también se ha popularizado en los países occidentales debido a que es más fácil mantener el glande limpio si no hay un capuchón que lo cubra. Esta cirugía es necesaria en caso de fimosis, que es la dificultad para retraer la piel del prepucio.
Pues bien, alrededor de este tema hay muchas, muchísimas opiniones. Pero hablemos de la circuncisión. ¿Realmente hay diferencia entre un pene circuncidado y uno que no lo está?
1. Higiene
En cierto modo, es más fácil mantener limpio un pene circuncidado que uno que no lo esté. Esto se debe a que justo debajo del prepucio hay unas glándulas que segregan una sustancia aceitosa que, si no se limpia correctamente, puede juntarse con las células de piel muerta y generar esmegma, una sustancia blanquecina parecida al requesón que puede producir diversas infecciones o enfermedades graves. Al tener prepucio, es más difícil (pero no imposible) eliminar el esmegma de manera correcta. En cambio, si el pene está circuncidado es mucho más difícil que se produzca esta sustancia y, si aparece, es más fácil de limpiar.
2. Comodidad para practicar sexo oral
Según algunas personas, practicar sexo oral con un pene circuncidado puede llegar a ser más cómodo, ya que no tienen que preocuparse de apartar el prepucio cada vez que decide volver a su posición. Pero también hay quienes opinan que este puede ser de gran ayuda para dar una estimulación extra al glande... Así que, para gustos, los colores ¿no?
3. La apariencia
Esta es una diferencia un poco obvia pero únicamente estética. Y muy, pero que muy pocas personas le dan una importancia real al respecto de sus compañeros en reposo.
¿Es una necesidad médica o pura estética?
Es algo estético si se lleva a cabo porque la persona cree que su pene no tiene un aspecto bonito por el exceso de piel. Aun así, si el prepucio baja sin problemas y no presiona durante la erección, no se considera fimosis y no se debe realizar un tratamiento médico. Solo existe diagnóstico de fimosis cuando la piel del prepucio presiona mucho el cuerpo del pene al bajarla, si no es posible descubrir el glande o si es muy difícil volver a cubrir el pene al retirarla. Si se presenta alguno de estos síntomas, es necesario acudir al urólogo para que valore el caso y proponga el tratamiento más adecuado.
Sexo después de la circuncisión
Para tener relaciones sexuales después de esta operación, primero hay que esperar a que se caigan los puntos o a que sean retirados en la consulta médica. Normalmente se caen solos entre 7 y 35 días tras la operación. Después se pueden mantener relaciones sexuales con total normalidad.
Cuando el glande ya no está recubierto por la piel de prepucio, que tiene la función de capa protectora, este es más sensible. Muchas personas circuncidadas aseguran presentar en el glande mayor sensibilidad y mayor excitación sexual después de la operación.
Cuando pasa un tiempo desde la cirugía, muchas aseguran lo contrario, que al tener el glande al descubierto la piel se desensibiliza un poco. Sin embargo, esto no tiene por qué ser algo malo, ya que les permite adquirir más control sobre la eyaculación y el orgasmo.
Sea como sea (circuncidado o no) un juguetito que seguro le encantará a tu compi de juegos es un masturbador masculino como el de la foto. Le hará experimentar sensaciones diferentes y placenteras... ¡La mejor manera de consentir a tu pareja!
Sea como sea, el huevo Tenga os hará disfrutar VER MÁS ❯
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Y si quieres conocer cuáles son los rincones más sensibles de este compañero y cómo estimularlos, te dejamos este artículo con todo lo que necesitas saber.
El suelo pélvico es tan potente que algunas mujeres y personas con vagina son capaces de conseguir orgasmos mientra...
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El suelo pélvico es tan potente que algunas mujeres y personas con vagina son capaces de conseguir orgasmos mientras pasean en bici, corren o hacen abdominales… Increíble, ¿no?
¿Preparad@ para descubrir cómo fortalecer tu suelo pélvico y conseguir orgasmos de hasta 15 segundos?
Pues bien, queremos adelantarte que con esta fórmula conseguirás, aparte de orgasmos más intensos, toda esta lista de ventajas:
Prevenir las pérdidas de orina
Aumentar la lubricación natural de tu vagina
Incrementar el deseo sexual
Suavizar los síntomas de la menopausia
Y, ¿cómo? ¡Pues fortaleciendo tu suelo pélvico! Además, es muy sencillo:
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Bien, hagamos un repaso rápido de los pasos:
Localiza los músculos de tu suelo pélvico.
Ponte cómod@...
Intervalos cortos: 1 segundo contrayendo y 3 relajando. Y luego, intervalos largos: 3 segundos contrayendo y el doble relajando.
10 repeticiones, 3 veces al día y verás los resultados a la 8ª semana.
Respiración pausada.
Incorporarlos en tu rutina diaria.
Y recuerda: la manera más fácil de ejercitar y fortalecer tu suelo pélvico es con unas bolas chinas. Empieza a ejercitar tus orgasmos con ellas ¡YA! :D ¿A qué esperas?
Ver bolas chinas
Si es tu primera vez con esto de los ejercicios Kegel y las bolas chinas, es probable que cometas algún que otro error... ¡Tranqui! Queremos adelantarnos y darte algunos tips:
No empujes hacia abajo cuando contraigas tu suelo pélvico. La contracción debe ser en la dirección contraria, es decir, hacia arriba… Como si estuvieses succionando algo con los músculos.
No aprietes las nalgas, las piernas ni los abdominales. El ejercicio del suelo pélvico debe realizarse de forma aislada.
No aguantes la respiración o cambies tu ritmo respiratorio cuando practiques los ejercicios Kegel. Simplemente respira de manera normal.
Cuando tengas un poco más de experiencia fortaleciendo tu suelo pélvico, prueba con tu compi de juegos dentro y bien quietecit@s, aprieta los músculos pélvicos y que te diga si nota que le estás apretando el pene o los dedos. Puedes utilizarlo como tu medidor de fuerza ;)
Cuando seas capaz de apretar, tus orgasmos serán mucho más intensos y tu compi también flipará, palabra.
El gatillazo... Ese “Eeh, te juro que es la primera vez que me pasa” que viene acompañado de una mirada de culpabil...
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El gatillazo... Ese “Eeh, te juro que es la primera vez que me pasa” que viene acompañado de una mirada de culpabilidad tremenda por su parte - como si hubiese matado a alguien - y, casi siempre, por un “No pasa nada” y una mirada de lástima por parte de la pareja - como si le estuviera perdonando la vida, ¿no?-.
Pues bien, en realidad es más común de lo que parece. Es probable que no sea su primera vez y realmente no pasa nada. El 50% de los hombres y personans con pene tendrá un gatillazo al menos una vez en su vida. Por si todavía te lo estás preguntando, el gatillazo o disfunción eréctil es cuando el pene no “se levanta”.
Antes de continuar, hay que hacer una aclaración más que necesaria: hablamos de gatillazo cuando ocurre de manera transitoria y esporádica, es decir, que no es recurrente. Y se trata de disfunción eréctil cuando pasa cada dos por tres.
Las causas pueden ser:
Angustia por destacar en el encuentro sexual, es decir, que la persona que lo sufre esté más focalizado en si le está gustando a su pareja que en disfrutar del momento.
Estrés, ya sea por la relación sexual en sí, por el trabajo o por alguna situación que le pueda estar afectando.
Adicciones a sustancias como el tabaco, el alcohol o drogas estropean BASTANTE el rendimiento sexual.
Enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto.
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Pasó, llegó, el gatillazo está aquí. ¿Qué hacemos?
Supongamos que pasa. Que estabais muy a gustito con el juego previo y, cuando queréis ir más allá, llega el temido “gatillaaaazo”... :( ¿Qué tenéis que hacer?
Lo primero, quitadle todo el peso y la atención al TEMA. Es algo que pasa y ya está. No es motivo para enfadarse. La cuestión es que seguimos teniendo un ADN un poco cavernícola y, cuando estamos sometidos a situaciones de estrés, toda la sangre se va a las piernas, para que puedas ¡SALIR CORRIENDO! Vamos, que, tienes todo el riego sanguíneo concentrado donde no deberías tenerlo. Por eso es muy muy importante relajarse.
Parad un momento y calmaos. Sentaos un@ enfrente de otr@ y respirad a la vez. En este caso, el miembro de la pareja que esté más calmado debe guiar la respiración. Concentraos en respirar a la vez de forma nasal, inhalando durante 5 segundos y exhalando lentamente hasta conseguir un ritmo de respiración pausado. Esto hará que toda la ansiedad y el estrés que pueden estar bloqueando la excitación desaparezcan.
*CONSEJO PARA LA OTRA PERSONA: siéntate encima de tu pareja y pon tu mano en su nuca mientras acaricias su espalda. Que sujeten así nos calma porque tenemos el recuerdo de cuando éramos bebés, nos cogían en brazos y nos sentíamos protegidos.
Cuando estéis a gusto otra vez, volved a jugar. Regalaos besitos y caricias que vayan encendiendo la pasión poco a poco. Eso sí, no bajéis la mirada cada dos por tres para ver cómo evoluciona el tema... Lo único que conseguiréis es añadirle más presión al asunto.
Un masajito con el aceite adecuado siempre puede ayudar a que las cosas suban de temperatura... Haceos con un buen aceite de masaje y regalaos una sesión de caricias sensuales.
Si el ambiente está empezando a calentarse, poned los motores a toda máquina con una sesión de sexo oral. Podéis probar a hacer el 69 para conseguir el doble de placer.
Y si después de intentar esto la situación sigue igual, recordad que podéis incorporar a un amiguito como el vibrador conejito Lucas para que os ayude a magnificar las sensaciones... Seguro que amb@s disfrutaréis.
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Recordad: tenéis todo el tiempo del mundo para disfrutar, así que no os estreséis.
Si Einstein saliera de su tumba...
Os vamos a contar una curiosa historia sobre la Teoría de la Relatividad: una persona conoce a una chica/persona con vagina. Se besan, se estimulan. La persona con vagina llega al orgasmo en menos de un minuto. ¿Qué pasa? Efectivamente. La otra persona monta una fiesta para celebrar que es una divinidad del sexo. Llama a su familia, a sus colegas y, si te descuidas, hasta a su profe de la escuela primaria. Todo es positivo.
PERO. Demos un poco la vuelta a la tortilla...
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Si Einstein saliera de su tumba...
Déjanos contarte una curiosa historia sobre la Teoría de la Relatividad:
Una persona conoce a una chica/persona con vagina. Se besan, se estimulan. La persona con vagina llega al orgasmo en menos de un minuto. ¿Qué pasa? Efectivamente. La otra persona monta una fiesta para celebrar que es una divinidad del sexo. Llama a su familia, a sus colegas y, si te descuidas, hasta a su profe de la escuela primaria. Todo es positivo.
Pero... demos un poco la vuelta a la tortilla:
Una persona conoce a chico/persona con pene. Se besan, se estimulan. La persona con pene llega al orgasmo en menos de un minuto. ¿Qué pasa? Efectivamente. DRAMA. Todo es negativo. Oh dios mío, qué desgracia, mi pareja es eyaculador precoz.
Esto, amig@s, es la relatividad. Y es un poco injusto. ¿Sabéis por qué? Por dos motivos:
La eyaculación precoz no es ninguna enfermedad, sino algo que sucede a 1 de cada 3 hombres/personas con pene al menos una vez en su vida; y que, en la gran mayoría de los casos, tiene fácil solución.
Si tu pareja eyacula tan rápido igual es que tú también eres una superdivinidad del sexo, ¿no?
¿Qué causa la eyaculación precoz?
Mil cosas pueden provocar la eyaculación precoz. Muchísimas. Aunque generalmente se asocia a un “aprendizaje erróneo”, es decir, a una masturbación demasiado acelerada durante la juventud por miedo a que tu familia te pillara in fraganti.
Una vez establecidas estas bases y conocidas sus principales causas, pasemos a qué hacer si la eyaculación precoz afecta a tu relación de pareja.
QUE NO CUNDA EL PÁNICO
Dicho esto, nos explicamos. Si os obsesionáis, entráis en un círculo vicioso de “pánico y eyaculación precoz”. El sexo es una experiencia muy completa, y la eyaculación es una parte muy pequeña de la misma, o sea que tampoco le demos la importancia que le damos.
Sí, la teoría está muy guay; pero ¿cómo se hace eso?
1. Teniendo en cuenta que el sexo depende de muchas cosas
La atmósfera, los juegos previos, los olores, el tiempo que ha pasado desde la última relación sexual, el estado de ánimo y hasta la lencería. Cualquier factor puede condicionar los tiempos de eyaculación. Tenedlo en cuenta y probad diferentes escenarios.
2. Pensando en otra cosa durante el sexo
Si pensamos en algo que nos excite, es normal que la eyaculación llegue antes. Pero es que eso es lo normal. Lo normal aquí y en Pekín.
¿Nuestra recomendación? Piensa en otras cosas, aquí tienes algunas ideas: la cobra que le hizo Bisbal a Chenoa, la lista de la compra, qué cenaste cada día de la última semana, tu número de teléfono, tu número de teléfono al revés, las lentejas que te ponían las monjas en el comedor del colegio, el profesor de Educación Física que te traumatizó de por vida, Britney Spears en 2005...
3. Conociéndote mejor
Es crucial que te conozcas, que sepas cuáles son tus tiempos y que tengas muy claro que estos pueden cambiar.
Por ejemplo, ¿sabes qué es el período refractario? Se trata del tiempo que pasa entre que eyaculas hasta que estás list@ de nuevo para entrar en acción, y varía en cada persona.
Conocer la duración del período refractario ayuda muchísimo a mejorar los tiempos y la vida sexual. Para empezar a trabajarlo, recomendamos el uso de un juguetito para la masturbación masculina, como por ejemplo un huevo Tenga, que permite explorar estos tiempos (a solas o en pareja) e ir mejorándolos poco a poco con la práctica.
Huevo masturbador Tenga Egg
4. Dejándote llevar
Ahora que te conoces mejor, has descubierto tus tiempos y tu período refractario, ¿qué te parece si, en lugar de frenar tus impulsos, te dejas llevar? Si en lugar de decir “Pues no, aún no termino”, dices “Pues mira oye, termino ya, me da igual todo”. Olvida el rendimiento por una vez y déjate llevar. Porque, a ver... ¡ni que solo fuéramos a tener un orgasmo!
Termina y disfruta de cómo tu pareja juega consigo misma. Bésala, acaríciala... ve preparando tu cuerpo para otra erección... ¡O para lo que surja!
5. Usando un spray retardante
La primera norma del siglo XXI es que está todo “inventao”, así que un spray retardante de la eyaculación no debería sonarnos tan a cuento chino. Este spray retardante no solo retarda la eyaculación, sino que también aumenta la potencia de la erección. ¡Fiesta!
Spray retardante de la eyaculación masculina
6. Probando la técnica de “comenzar-parar”
Esto se puede hacer tanto a solas, con el huevo Tenga, como en pareja. Tan solo hay que controlar la eyaculación durante la masturbación o los juegos previos. ¿Cómo? Parando justo al notar que la eyaculación está a punto de llegar, esperando un ratito hasta que el momento de máxima excitación se vaya, y volviendo a retomar lo que estabas haciendo ;)
7. Haciendo ejercicios de Kegel
Como lo oyes, las personas con pene también pueden hacer ejercicios Kegel. Para realizarlos, solo hay que contraer y relajar los músculos pelvianos (entre cuyas funciones está la de controlar la eyaculación) situados entre los genitales y el ano, en intervalos de cinco segundos, 30 veces al día.
¿No sabes cómo se hace? Fácil, tienes que hacer el mismo movimiento que realizas cuando intentas cortar el pis.
8. Respirando correctamente
Una respiración adecuada es fundamental durante las relaciones sexuales, por desgracia, a menudo esta es la gran olvidada en la ecuación del orgasmo. Ayudaos de la respiración para mantener un ritmo pausado, con inhalaciones y exhalaciones profundas. El objetivo es conseguir que la eyaculación se retrase entre 7 y 15 minutos.
...
Y ahora... ¡a jugar! Piensa en ti, en tu pareja, en lo bien que os lo vais a pasar, en lo poco que te gusta el color amarillo, en la lista de los reyes godos, en lo mucho que te apetecería una fabada ahora mismo, en las vacaciones de Navidad, en cuánto subirá el pan en 2017. Piensa en lo que quieras, menos en la eyaculación.
Información proporcionada por Marina Monzón, sexóloga colaboradora de Platanomelón
Amarás tus Bolas Chinas sobre todas las cosas
¿Qué son las bolas chinas? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo se usan? ¿A qué huelen las nubes? Y para responder todas estas preguntas y muchas más hemos creado la Biblia de las bolas chinas. ¿Estás preparada?
Queremos contarte cómo utilizarlas, cuáles son los tiempos de uso recomendados, los diferentes tipos de bolas chinas que existen y qué beneficios te aportarán sin que tan siquiera te des cuenta.
Vamos, que venimos a hacerte ver que las bolas chinas son el complemento ideal para cuidarnos y disfrutar de nuestra salud y vida sexual todavía con más alegría.
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Amarás tus bolas chinas sobre todas las cosas
¿Qué son las bolas chinas? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cómo se usan? ¿A qué huelen las nubes? Y para responder todas estas preguntas y muchas más hemos creado la Biblia de las bolas chinas. ¿Estás preparad@?
Queremos contarte cómo utilizarlas, cuáles son los tiempos de uso recomendados, los diferentes tipos de bolas chinas que existen y qué beneficios te aportarán sin que tan siquiera te des cuenta.
Vamos, que venimos a hacerte ver que las bolas chinas son el complemento ideal para cuidarnos y disfrutar de nuestra salud y vida sexual todavía con más alegría.
Qué son las bolas chinas
Las bolas chinas, también denominadas bolas de Geisha o Ben Wa, tienen origen en Japón (como su propio nombre nos indica) y consisten en dos bolas unidas por un cordón que, a su vez, contienen otras bolas más pequeñas en su interior que vibran con tus movimientos. Aunque también existe la modalidad de una sola bola china para principiantes o para casos particulares, como el de personas con descenso de la matriz.
Además, las bolas chinas siempre van unidas a un cordón de extracción que debe quedar en el exterior de la vagina.
Cuáles son los beneficios de las bolas chinas
Mayor tonificación de los músculos pélvicos
Mayor control de los músculos vaginales (evitando pérdidas de orina)
Incremento en la sensibilidad y placer durante tus relaciones sexuales
Orgasmos más largos e intensos
Mejora del estado de ánimo, especialmente durante la menopausia
Aumento del deseo sexual
Aumento de la lubricación natural de la vagina
¡Quiero unas!
Cómo mejora los orgasmos el uso de bolas chinas
Un orgasmo “normal” puede provocar entre 3 y 5 contracciones de la musculatura pélvica, mientras que un orgasmo intenso genera entre 10 y 15 contracciones. Entrenándote con las bolas chinas generas estas contracciones de manera inconsciente en tu día a día y, por supuesto, esto se nota en tu vida sexual.
Cuándo notaré los beneficios de las bolas chinas
Si realizas tu entrenamiento con constancia verás que en menos de un mes comenzarás a notar sus resultados.
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Cómo debo utilizar las bolas chinas
Es importante que uses las bolas chinas de pie, ya que debido a la fuerza de la gravedad y el propio peso de las bolas sentirás que siempre intentan ir hacia abajo; un efecto que nuestros músculos vaginales corrigen mediante contracciones para mantenerlas en nuestro interior de manera inconsciente.
También es crucial que recuerdes que trabajar el suelo pélvico no es solo cosa de apretar y soltar los músculos pélvicos. Los ejercicios de Kegel van más allá:
Lo primero que debes hacer es ubicar los músculos de tu suelo pélvico. Para ello bastará con que hagas el movimiento de aguantar el pis. Sí, como lo oyes. Pero ojo, esta es la manera de localizarlos, no es bueno que repitas este movimiento para realizar los ejercicios, ya que puede ser perjudicial para la vejiga.
Ahora relaja el suelo pélvico y estira los músculos haciendo ejercicios de Kegel inversos, que mejoran la flexibilidad y reducen la tensión muscular. Se trata de un movimiento similar al que haces cuando vas al baño. Eso sí, no hagas tanta fuerza como haces en tu momento All-Bran.
Trabaja tu respiración: mientras haces los ejercicios de Kegel básicos, espira contrayendo tu suelo pélvico y desinflando la barriga (esto hará que trabajes más músculos, como los abdominales inferiores). Mientras realizas ejercicios de Kegel inversos, inhala bajando el diafragma y, en consecuencia, los músculos del suelo pélvico (esto te dará una sensación de relajación total en la zona).
Juega con distintos pesos: algunas bolas chinas te ofrecen la posibilidad de cambiar sus pesos, para que vayas aumentando la intensidad de los ejercicios gradualmente, sin sobrecargar los músculos de tu suelo pélvico.
Lleva tus bolas chinas mientras haces tus tareas caseras, das un paseo por la calle, estás de compras, te duchas, etc. Eso sí, no es recomendable llevarlas puestas mientras haces ejercicios de gran intensidad. O sea, que en el gym no.
Cómo se colocan las bolas chinas
Colocarse las bolas chinas es muy sencillo. Relájate y, del mismo modo que te colocas un tampón, introdúcelas en el interior de tu vagina empujando con el dedo hacia arriba y dejando que su cordón de extracción sobresalga.
Puedes acompañar la inserción de las bolas chinas con un poco de lubricante a base de agua o simplemente aprovechando tu lubricación natural.
Cuánto tiempo debo llevar puestas las Bolas Chinas
El tiempo de uso de las bolas chinas debe aumentar gradualmente. Las primeras semanas valdrá con llevarlas de 15 a 30 minutos, entre tres y cinco días a la semana. Más adelante, aumenta el tiempo de uso hasta los 60 minutos (no hace falta que las lleves más tiempo, pues podrías sobrecargar la musculatura innecesariamente).
Y cuando ya seas especialista (¡no tardarás en serlo!), podrás llevarlas una hora cada día si lo deseas.
Errores más comunes durante el uso de bolas chinas
Te contamos cuáles son los errores más comunes a la hora de usar las bolas chinas para que puedas evitarlos más fácilmente:
Hacer demasiada fuerza a la hora de usarlas: El esfuerzo es gradual. Parece lógico que, si tienes los músculos pélvicos sin ejercitar, la solución sea trabajarlos lo más posible. En muchos casos es así, pero con los músculos, el trabajo ha de ser gradual.
Centrarse en los músculos más obvios: para ejercitar el suelo pélvico, es necesario trabajar la musculatura vaginal de un modo más completo, de este modo evitarás sobrecargar ciertos músculos y dejar otros.
Usarlas durante más tiempo del recomendado: ya te hemos dicho cuánto tiempo has de usar las bolas chinas cada día. ¡No es recomendable sobretrabajar los músculos vaginales!
Mantenimiento de las bolas chinas
Es importante que las limpies bien con agua tibia y jabón antes y después de cada uso. También es recomendable el uso de un ‘Toy Cleaner’ para una desinfección total y después dejarlas secar al aire.
Para su almacenamiento lo más práctico es una bolsita de tela o su estuche.
Por otro lado, es recomendable que, cuando ya estén gastadas, cambies tus bolas chinas por unas nuevas. Además, con el tiempo, siempre es una buena opción probar nuevos tipos de bolas chinas que seguro que seguirán ayudándote a conseguir una vida sexual más sana y satisfactoria.
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Ahora que ya sabes todos los beneficios de las bolas chinas, ¿no te mueres de ganas por empezar a entrenar tu suelo pélvico?
¡Sí, por favor!
El sexo es maravilloso, divertido, fabuloso, satisfactorio, revitalizante, energético, vigorizante, saludable. Allá donde vayas, no oirás cosas feas sobre el sexo (a no ser que vayas a sitios raros).
Pero claro, normalmente hablamos del asunto sin fundamento. Sabemos que nos gusta, que nos da placer y que es divertido; ¿pero cuáles son los beneficios reales del sexo? Te damos una pista: hay un montón.
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El sexo es maravilloso, divertido, fabuloso, satisfactorio, revitalizante, energético, vigorizante, saludable. Allá donde vayas, no oirás cosas feas sobre el sexo (a no ser que vayas a sitios raros).
Pero claro, normalmente hablamos del asunto sin fundamento. Sabemos que nos gusta, que nos da placer y que es divertido; pero ¿cuáles son los beneficios reales del sexo? Te damos una pista: hay un montón.
1. ¡No te dolerá todo!
El clásico “Ay, no, quita que me duele la cabeza” ya no vale. Busca otra excusa; porque gracias a la liberación de oxitocina y al aumento de las endorfinas, el sexo es un potente analgésico.
Y esto se aplica a todo: dolores musculares, de cabeza, del período, de articulaciones... ¡Viva el sexo!
2. Di adiós a la gripe y las alergias
El sexo aumenta la producción de anticuerpos, encargados de protegernos de infecciones virales. Además, actúa como un potente antihistamínico. ¡Tal vez por eso nos deja con ganas de dormir!
3. Y di hola a mover la pelvis
El sexo es ejercicio. Haciendo el amor, fortaleces los músculos de la pelvis, evitando así aquellas fugas tan indeseables. Y no solo eso, estos movimientos de pelvis son superútiles a la hora de dar a luz (para quienes se lo planteen, claro). Y, atención, también son cruciales para disfrutar más aún del sexo.
Si después de leer todos los beneficios de mover las caderas, te mueres de ganas por fortalecer tus músculos pélvicos, te recomendamos que, además de jugar mucho en compañía, te hagas con unas buenas bolas chinas y aceleres el proceso.
4. Cero estrés
El momento de paz infinita que experimentamos con el orgasmo no es ninguna tontería. Nada como jugar con tu pareja para relajarte, olvidar la rutina y dejar de un lado las preocupaciones (al menos durante un ratito).
5. Mejor para el corazón que una copa de vino
Haciendo el amor, nuestro corazón se acelera, aumentando los niveles de oxígeno en sangre. De este modo, disminuye las posibilidades de sufrir un infarto. Si la clave para mantener el corazón fuerte es beber una copa de vino tinto al día y hacer mucho el amor, ¡nos apuntamos!
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6. Mens sana in corpore sano
Nada como el sexo para mantener nuestras hormonas a raya. Está comprobado que una vida sexual plena puede ayudar en el tratamiento de la depresión y además disminuye mucho los efectos del terrible síndrome premenstrual.
7. Libido a tope
Resulta irónico que jugar te dé más ganas de jugar. Pero al final es un poco como lo de que “cuanto más duermes, más quieres dormir”. Hacer el amor mejora la lubricación natural de la vagina, así como su elasticidad y el flujo sanguíneo, haciéndote sentir genial y con ganas de más.
8. Disminuye las probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer
Recientes estudios afirman que una vida sexual activa puede disminuir la aparición de algunos tipos de cáncer, como el de próstata o el de mama.
9. Ciao insomnio
Tal vez a Sabina le faltaba un poco de sexo; si hubiera jugado más, no le habrían dado la 1, las 2 y las 3. El orgasmo libera prolactina, la hormona responsable de la sensación de sueño. Zzzzzzz...
10. Es deporte, ¿no?
Para los que odian salir a correr o ir al gym (nos incluimos en ese grupo), volvemos a deciros lo que os dijimos hace un tiempo: el sexo cuenta como deporte (quema alrededor de cinco calorías por minuto). No lo sustituye por completo; pero desde luego, no va nada mal.
...
Después de leer todo esto, ¡esperamos que llames a tu compi de juegos para una laaaaarguísima sesión de sexo!
¿Qué beneficios tienen las bolas chinas? Hoy compartimos con vosotr@s La guía definitiva de las bolas chinas para aprender los múltiples y positivos efectos que las bolas chinas, también denominadas bolas de geisha o Ben Wa, nos otorgan al entrenarnos con ellas. Aprenderemos a utilizarlas, para qué sirven, en qué posición es mejor llevarlas, los tiempos recomendados, sus diferentes tipologías y el porqué estas nos ayudan a tonificar nuestro suelo pélvico y musculatura vaginal incrementando así la intensidad de nuestros orgasmos y ayudándonos a evitar esas pérdidas de orina que suceden a veces en estornudos o risas espontáneas. El complemento ideal para cuidarnos. ¡No las dejes escapar!
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¿Qué beneficios tienen las bolas chinas? Hoy compartimos contigo La guía definitiva de las bolas chinas, para aprender los múltiples y positivos efectos que las bolas chinas, también denominadas bolas de geisha o Ben Wa, nos otorgan al entrenarnos con ellas. Aprenderemos a utilizarlas, para qué sirven, en qué posición es mejor llevarlas, los tiempos recomendados, sus diferentes tipologías y por qué nos ayudan a tonificar nuestro suelo pélvico y musculatura vaginal, incrementando así la intensidad de nuestros orgasmos y ayudándonos a evitar esas pérdidas de orina que suceden a veces en estornudos o risas espontáneas. El complemento ideal para cuidarnos y disfrutar de nuestra salud y vida sexuales todavía con más alegría.
¿Qué son son las bolas chinas?
Las bolas chinas son dos bolas unidas por un cordón, aunque también existe la modalidad de una sola bola china para principiantes, jóvenes o para casos particulares como el de personas con descenso de la matriz. Siempre van unidas a un cordón de extracción que debe quedar por fuera de la vagina. Las bolas chinas se colocan en el interior de la vagina, un músculo que necesita tonificación y estar fuerte, ya que una de sus funciones más importantes es sostener la vejiga de la orina.
¿Cuál es el mecanismo de las bolas chinas?
Este punto es muy importante para entender sus beneficios. Las bolas chinas contienen a su vez unas pequeñas bolitas, o una sola bolita, cuyos movimientos rotatorios se activan y se combinan con nuestros propios movimientos corporales. Los músculos vaginales son pequeños y fáciles de trabajar y con estas pequeñas vibraciones, que no nos suponen ningún esfuerzo, conseguimos mejorar el tono muscular de una manera sorprendente. Una tonificación que ayuda a prevenir la incontinencia urinaria y a mejorar la sensibilidad e intensidad de los orgasmos al poco tiempo del entrenamiento.
¿Cuáles son las características físicas de las bolas chinas?
El diámetro medio de cada bola es de 3,5 cm y su peso medio es de 83 g, variando según el modelo de cada firma. Hay que tener en cuenta que cuanto más pequeña es la bola más puede costar retenerla, sobre todo si tienes bastante lubricación natural. Recuerda que a mayor tamaño más fácil es sujetarla y sentir sus vibraciones en nuestras paredes vaginales. Si no sabes por qué tamaño comenzar, existen kits de bolas chinas como el Kit Ada Trio, de Platanomelón, que te permite ir aumentando gradualmente el peso con el que trabajas, lo ideal para un entrenamiento progresivo. Las bolas chinas suelen estar fabricadas de ABS/Silicona médica, un material hipoalergénico, muy respetuoso con la piel, superhigiénico, fácil de limpiar (ya que no es nada poroso) y de textura ultrasuave, por lo que te ayuda a una cómoda inserción y extracción.
¿Cómo se colocan las bolas chinas?
Es muy sencillo. Relájate y del mismo modo que te colocas un tampón puedes introducir las bolas chinas en el interior de tu vagina empujando con el dedo hacia arriba y dejando que su cordón de extracción sobresalga. Para hacerlo aún más cómodo puedes acompañar la inserción con un poco de lubricante de base de agua, nunca de silicona ya que este podría dañar su material, o aprovechando tu propia lubricación natural.
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¿Cómo las combino con lubricante?
Solo tienes que impregnar de lubricante a base de agua la primera bola así como la entrada de la vagina e introducir lentamente la primera bola y después la segunda. Entran perfectamente y tienen que quedar encajadas arriba, como cuando se utiliza un tampón. Es recomendable ponerlas en casa las primeras veces para experimentar la sensación y lentamente ir ganando seguridad. Lo importante es andar con ellas, moverse. Las bolas chinas son efectivas cuando la pequeña bola del interior se mueve y vibra.
Ver lubricantes a base de agua
¿En qué posición debo llevarlas puestas?
De pie, ya que debido a la fuerza de la gravedad y al propio peso de las bolas chinas sentirás que estas siempre intentan ir hacia abajo, un efecto que nuestros músculos vaginales corrigen de manera automática (contrayéndose de manera espontánea) para mantenerlas en nuestro interior de manera natural y casi inconsciente. Puedes llevarlas en muchas ocasiones, mientras vas haciendo tus tareas en casa, un tranquilo y delicioso paseo por la calle, de compras, mientras te duchas, etc. Lo único que no es recomendable es llevarlas puestas mientras se hacen ejercicios de gran intensidad como aeróbic, running, etc.
¿Cuándo son necesarias las bolas chinas?
¡Siempre! El efecto de la gravedad y la edad, acentuado por el peso del líquido de la orina puede conducir a pérdidas de orina y a un progresivo deterioro del suelo pélvico si no lo ejercitamos. Igual que cuidamos el cuerpo haciendo gimnasia, con una buena alimentación, utilizando buenas cremas para llegar a la madurez fantásticamente, es importante no olvidar nuestra sexualidad y vida íntima. Hay momentos especialmente indicados para su uso, como por ejemplo después del embarazo. Durante nueve meses las paredes vaginales han estado sosteniendo al feto, un peso extra que las ha debilitado. Si el parto ha sido natural, aún han sufrido más puesto que la vagina se ha dilatado y necesita recuperarse. Hay muchas mujeres que empiezan a sufrir incontinencia después del parto. Afortunadamente, hay cada vez más profesionales de la ginecología que las recomiendan para acelerar el proceso de recuperación.
¿Cuánto tiempo debo llevar las bolas chinas puestas?
Se recomienda que su tiempo de uso vaya aumentando de manera progresiva. Las primeras semanas es suficiente con llevarlas entre 15 y 30 minutos y entre tres y cinco días a la semana. Cuando ya te hagas a ellas puedes aumentar el tiempo hasta los 60 minutos (no hace falta que las lleves más tiempo ya que si abusas de su uso puedes sobrecargar la musculatura innecesariamente). Luego, puedes llevarlas cada día una hora si lo deseas.
¿Cuándo empezaré a sentir sus beneficios?
Si realizas tu entrenamiento con constancia verás que en menos de un mes comenzarás a sentir sus resultados. Sintiendo una mayor tonificación de la zona pélvica, mayor control de los músculos vaginales (ideal para evitar esas molestas pérdidas de orina en los estornudos, carcajadas, etc.) y un incremento en la sensibilidad y placer durante tus relaciones sexuales.
¿Por qué aumenta la sensibilidad de los orgasmos cuando me entreno con las bolas chinas?
A diferencia de un orgasmo de intensidad media, que puede contener entre 3 y 5 contracciones por minuto, un orgasmo intenso genera entre 10 y 15 contracciones de la musculatura pélvica por minuto. Si te entrenas con bolas chinas en tu día a día, estas contracciones involuntarias y rítmicas de la musculatura pélvica aumentarán de manera natural también en el coito.
Si mi compi de juegos tiene pene, ¿cómo notará los beneficios de las bolas chinas?
Al ejercitar la musculatura pélvica, se adquiere más autocontrol y se puede hacer más o menos presión sobre el pene de la pareja durante el acto sexual, aumentando así el placer de ambxs. De hecho, las bolas chinas tienen su origen de en los países asiáticos para que la mujer pudiera satisfacerse y satisfacer al hombre con el movimiento interno de su vagina. De aquí viene el nombre de bolas de geisha, su nombre oriental.
¿Cómo debo limpiarlas y guardarlas?
Las bolas chinas deben limpiarse con agua y jabón neutro después de cada uso y también es recomendable el uso de un ‘Toy Cleaner’ para una desinfección total. Después puedes dejarlas secar al aire o acabar de secarlas con una toalla de algodón limpia. Para su almacenamiento lo más práctico es una bolsita de tela o su estuche. Igualmente, cuando ya están envejecidas es muy recomendable cambiarlas por unas de nuevas, algo asequible gracias a su económico precio. Además, con el tiempo, siempre es una buena opción probar con nuevas tipologías de bolas chinas que seguro seguirán ayudándote a una vida más sana y sexualmente satisfactoria.
*Si te ha quedado alguna duda no dudes ni un momento en transmitírnosla a través de nuestro chat online o por email, nuestro equipo de expertas de Platanomelón estará encantado de ayudarte.
Son tantos los motivos por los que masturbarnos es genial, que hoy en Platanomelón hemos elegido 8 motivos para que lo hagas más, ¡mucho más!
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Son tantas las razones por los que masturbarse es genial, que hoy en Platanomelón hemos elegido 8 motivos para que lo hagas más, ¡mucho más!
1. Nos ayuda a conocernos mejor
Masturbarnos es una aventura que nos ayuda a conocernos mejor, un camino estupendo para explorar nuestro cuerpo y sexualidad. Creando un recorrido de placer entorno a nuestros puntos erógenos, ritmos vitales, respiraciones, fantasías y juegos.
2. Es una aventura hacia la libertad
Sin nervios por hacerlo bien o mal, sin límite de tiempo o espacio, sin ningún tipo de complejo o tabú, masturbándonos nos damos la libertad de sentir placer en su dimensión más profunda. Sin miedo a romper con ciertas creencias obsoletas de las generaciones pasadas y dejarnos llevar por nuestro instinto sexual natural. ¡Masturbarse lleva implícita la libertad!
3. Fortalece nuestro sistema inmunológico
La masturbación nos mantiene más sanxs. Un reciente estudio en la Clínica Universitaria Essen de Alemania confirma que, al masturbarnos, aumenta en nuestro cuerpo la circulación de linfocitos y la producción de citoquinas, células que combaten enfermedades y que, por ende, fortalecen nuestro sistema inmunológico. Tanto es así que la sexóloga clínica Gloria Brame asegura que “masturbarse es más saludable que cepillarse los dientes todos los días”, aunque, bueno, tampoco queremos eso, mantengamos nuestra higiene bucal.
4. Relaja, reduce el estrés y ayuda a dormir
Al masturbarnos liberamos endorfinas, nuestro sistema nervioso se relaja, quemamos energía y, por lo general, nos quedamos en un estado de calma tan agradable y placentero que, todo unido, reduce nuestro estrés. Incluso puede ayudarnos a combatir el insomnio si lo practicamos de noche, dado que suele bajar la presión sanguínea.
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5. Aumenta nuestra capacidad de llegar al orgasmo
Al conocernos mejor, cada vez sabemos con mayor certeza cuáles son nuestros puntos erógenos, cómo tocarnos, con qué nos gusta jugar a nivel corporal, mental e imaginativo. Gracias a la masturbación, nuestro nivel de placer aumenta progresivamente, lo que nos ayudará a disfrutar mucho más con nuestro compi de juegos. ¡Todo el mundo quiere buen sexo, y la masturbación es el mejor camino para conseguirlo!
6. Mejora y tonifica la musculatura vaginal y suelo pélvico
*Para mujeres y personas con vagina.
Al igual que cuando hacemos ejercicio para poner nuestro cuerpo en forma, al masturbarnos no solo disfrutamos de todos los beneficios que apuntamos hoy en este post, sino que además fortalecemos nuestra musculatura vaginal y suelo pélvico. Esto es algo que también podemos hacer con las bolas chinas y cuyos efectos son superpositivos, tanto para combatir el vaginismo y las pérdidas de orina como para ganar fuerza y poder interiores, y mejorar nuestra vida sexual.
7. Siempre hay sorpresas
No todos los grados de orgasmo que sentimos son iguales, ni hay un solo tipo de estimulación que nos otorgue placer. Por eso, cada vez que nos masturbamos vivimos una nueva experiencia, una nueva aventura; no solo a nivel corporal, sino también a nivel imaginativo. Probando con juguetes eróticos, lubricantes, nuevas posturas, contextos. ¡Atrévete a experimentar con distintos tipos de masturbación y disfruta una y otra vez!
8. Porque nos hace felices... ¡y es divertido!